Bogotá, 10 de marzo de 2024. Representantes campesinos de las dos cuencas y 28 veredas que conforman la localidad 20 de Sumapaz en Bogotá participaron en el acto de reconocimiento como víctimas del conflicto armado y sujetos de reparación colectiva de la Unidad para las Víctimas y la Alcaldía de Bogotá.

Este es un hecho histórico para la comunidad campesina de Sumapaz, la cual ha sido un referente para el país por su lucha por el uso y la tenencia de la tierra durante más de cinco generaciones. Sin embargo, esta resistencia histórica y sus luchas agrarias en el páramo más grande del mundo llevaron a que diferentes bloques de poder los estigmatizaran y ejercieran contra ellos, patrones sistemáticos de persecución y violencia. La incursión al territorio de diferentes actores armados, llevaron al asesinato de líderes y lideresas sociales, torturas, bombardeos, desplazamientos forzados masivos, reclutamiento forzado y hasta instalación de minas antipersonas en un territorio estratégico para la lucha campesina y la protección medioambiental.

Durante más de cinco décadas, el Estado colombiano había desconocido las diferentes afectaciones que vivió la comunidad campesina del Sumapaz durante el conflicto, normalizando el discurso del enemigo interno y profundizando la inequidad sobre la tenencia de la tierra. Sin embargo, ayer por primera vez en la historia de Colombia, la Unidad para las Víctimas como representante del Gobierno Nacional reconoció a esta comunidad como víctima y como sujeto de reparación colectiva tras examinar más de 154 acciones armadas que se dieron contra esta población entre 1986 y 2021.

Tanto Patricia Tobón, directora de la Unidad para las Víctimas, como Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, resaltaron la importancia que tiene este acto como punto de partida para la reparación integral de una comunidad abandonada por el Estado colombiano. De igual manera, afirmaron la disposición del Gobierno Nacional y de la alcaldía mayor de llegar al territorio con bienes y servicios que se ajusten a las solicitudes expresadas por la comunidad.

Nuestra Representante Residente, Sara Ferrer Olivella, acompañó el evento y tuvo la oportunidad de hablar con los diferentes líderes y lideresas campesinas que hicieron posible este reconocimiento. Así mismo, conoció de primera mano los enormes sueños frustrados de esta población a causa de la guerra, como lo son el centro médico asistencial de alta complejidad, la universidad campesina y ambiental, el acceso a tecnologías para el campo, la construcción de vías terciarias, las garantías para la participación política y el acceso a conectividad, entre otros.

Para Carmenza López, lideresa de la Mesa de Víctimas de Sumapaz y declarante, esta “era una deuda histórica que se tenía con la comunidad de este territorio, es muy importante que nos identifiquen, ser reconocidos colectivamente como víctimas. Estoy feliz, pero esto no se puede quedar aquí, tienen que empezar las acciones para una reparación integral en este territorio tan importante para el país”.

De igual manera, la comunidad expresó su compromiso con la paz, la verdad, la memoria, la reconciliación y la justicia desde y para su territorio.

El PNUD en Colombia seguirá apoyando la inmensa labor de las comunidades víctimas del conflicto y de la Unidad de Víctimas para contribuir a la paz territorial, al pleno goce de derechos y al desarrollo.

Porque sin paz, no hay desarrollo.