Uruguay presentó en Madrid su exitoso modelo de financiación sostenible en el Foro Latibex organizado por Bolsas y Mercados Españoles que reúne a más de 40 empresas cotizadas de América Latina e inversores/as de todo el mundo.

La actividad contó con la participación de Herman Kamil, director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y del representante residente del PNUD Uruguay, Alfonso Fernandez de Castro. 
Kamil destacó que el Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático (BIICC) y el reciente préstamo del Banco Mundial para metas ambientales de Uruguay representan un cambio de paradigma en las finanzas para el desarrollo que contribuye a los bienes públicos globales mediante incentivos financieros positivos,

En tanto, Fernandez de Castro remarco la importancia de estos hitos del país que se alinean con la visión del PNUD de implementar instrumentos financieros innovadores, escalables y replicables para otras estrategias nacionales climáticas y de desarrollo sostenible.

El panel estuvo integrado además por Antonio Cordero, director general de Financiación y Estrategia del Instituto de Crédito Oficial; Maria Cristina Romero, directora de Finanzas Sostenibles en España y Portugal de Ethi Finance. La moderación estuvo a cargo de Gonzalo Gómez Retuerto, director General de Renta Fija de la Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Bono soberano
El 20 de octubre de 2022, Uruguay emitió el BIIC, que significó un paso importante hacia el compromiso del país con el Acuerdo de París y una contribución a los bienes públicos globales. El BIIC alcanzó una demanda de 1.5 mil millones de dólares con vencimiento a 2034. El Marco del bono fue preparado conjuntamente por los ministerios de Economía y Finanzas; Medio Ambiente; Ganadería, Agricultura y Pesca; Industria, Energía y Minería; y Relaciones Exteriores, con la asistencia técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para garantizar transparencia y responsabilidad, el Gobierno de Uruguay solicitó al PNUD cumplir el papel de verificador externo de sus indicadores de desempeño que miden el progreso de dos factores importantes de sostenibilidad: la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la preservación de bosques nativos según las metodologías establecidas en el Marco del BIIC. 

Un equipo calificado y multidisciplinario de expertos del PNUD llevó a cabo un exhaustivo proceso de verificación entre enero y mayo de 2023. Este equipo cuenta con amplia experiencia en la revisión de Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), estimación de cambios en la superficie forestal y evaluación del nivel de emisión de referencia forestal.

El 31 de mayo de 2023, el gobierno uruguayo publicó el primer Informe Anual del BIIC. En este contexto, el PNUD anunció la publicación del primer Informe de Verificación Anual de los indicadores de desempeño de 2020-2021. Este informe marca un hito significativo en el compromiso de Uruguay con la sostenibilidad y la acción climática.

El 6 de noviembre de 2023, el gobierno uruguayo realizó una nueva emisión del bono, que alcanzó una demanda de 700 millones de dólares. Los objetivos de la operación fueron: 1. complementar el programa de financiamiento del gobierno para el año 2023; 2. reafirmar la estrategia de financiamiento soberano alineada con los objetivos ambientales de Uruguay; y 3. diversificar la base de inversores de bonos del gobierno accediendo a otros mercados e inversores centrados en objetivos de sostenibilidad. El PNUD también está a cargo de la revisión externa e independiente de sus indicadores de desempeño.

La demanda superó significativamente el monto emitido, con un libro de pedidos que, en su punto máximo, alcanzó los 2.701 millones de dólares. La reapertura del bono se realizó a un rendimiento anual del 5.6%, correspondiente a un diferencial de 95 puntos básicos en relación con un bono del Tesoro de los Estados Unidos de plazo similar. 
Préstamo del Banco Mundial vinculado a indicadores de desempeño

El 17 de noviembre, la Junta Directiva del Banco Mundial aprobó un préstamo de US$350 millones para Uruguay que marca un hito global al vincular las condiciones de financiamiento con el logro de ambiciosos objetivos ambientales. El PNUD llevará a cabo la verificación externa de los indicadores de desempeño.

El préstamo respalda medidas clave que contribuyen al avance de una economía sostenible, incluyendo regulaciones para promover la producción orgánica, incentivos para la conservación de bosques nativos, la protección de hábitats terrestres y marinos, la biodiversidad, la innovación y la generación de un marco institucional para producir hidrógeno verde y otros combustibles limpios.

Según Kamil, la aprobación de este instrumento crediticio representa otro paso innovador para el país en su búsqueda de mejores condiciones de acceso a la financiación internacional y para mejorar la posición de Uruguay en los mercados de exportación agrícola, que valoran cada vez más la producción sostenible.

El director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF indicó que los indicadores incluidos en este préstamo, sumado al BIIC emitido en 2022, demuestran la determinación y motivación de Uruguay para seguir un camino de desarrollo que combine un aumento en el crecimiento y la productividad del sector ganadero, una parte integral de la estructura económica del país, con un compromiso de no deforestación del bosque nativo.

Objetivos ambientales
A partir de 2028, durante el período de repago del préstamo, se llevará a cabo una evaluación anual para monitorear de cerca el objetivo de reducir la intensidad de las emisiones de metano en la producción ganadera en Uruguay. 

Los indicadores objetivos son una reducción de al menos el 33% en las emisiones de metano por unidad de ganado entre 2028 y 2032, y al menos el 36% entre 2033 y 2037. Estos objetivos son un 1% más ambiciosos que la Contribución Nacionalmente Determinada (CND) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero adoptada por Uruguay como parte del Acuerdo de París. 

Si se alcanza este objetivo, el Banco Mundial mejorará las condiciones de repago del préstamo para ese año, reduciendo la tasa de interés.