La ciencia ciudadana constituye el esfuerzo de investigación científica, colectivo, participativo y abierto, destinado a generar conocimiento de manera rigurosa e impulsado por distintos tipos de actores, quienes no necesariamente se desempeñan dentro de los ámbitos académicos. Este abordaje representa una herramienta innovadora para promover el desarrollo porque permite: reforzar el activismo en los territorios, incidir en la incorporación de nuevos temas en la agenda pública, promover las políticas públicas informadas en evidencia, facilitar la co-creación de soluciones innovadoras y generar conciencia sobre una temática y/o apuntalar cambios de comportamiento, entre otras cuestiones. 

El Laboratorio de Aceleración del PNUD en Argentina, Co_Lab, junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT) co-crearon un mapeo de iniciativas nacionales para reconocer el valor social de la participación social en los proyectos de producción de conocimiento, que hoy cuenta con 55 iniciativas identificadas y crece de manera colaborativa. Los proyectos mapeados demuestran que la ciencia ciudadana puede tener una multiplicidad de expresiones y que no se reduce a ciertas temáticas, estrategias, enfoques, productos u Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La riqueza de la ciencia ciudadana está en su diversidad. 

Esta alianza también elaboró un documento “Con Ciencia Colectiva: Aprendizajes de la primera edición del mapeo en ciencia ciudadana ambiental” que recopila los aprendizajes derivados del mapeo —patrones, tensiones, indicadores, intuiciones, reflexiones finales, etc.— y algunos testimonios de referentes de proyectos.   

Esta línea de acción conjunta propició la incorporación de esta temática en la agenda y la formulación de un Programa Nacional de Ciencia Ciudadana, lanzando por el MINCYT en octubre de 2022.