Crecer sin progresar

La pobreza y las emisiones de carbono van en aumento

16 de Octubre de 2023

Desvincular el crecimiento económico de las emisiones de carbono es fundamental para reducir la pobreza y al mismo tiempo proteger el medio ambiente.

Foto: PNUD Mauricio

Existe una tendencia desconcertante en muchos países en los que el crecimiento económico no se ha traducido de manera efectiva en la reducción de la pobreza y en los que, a la vez, se han perpetuado sus efectos nocivos en el medio ambiente. Pese su crecimiento económico después de 2020, una tercera parte de los 160 países analizados registraron un aumento de la pobreza extrema. África Subsahariana es la región que experimenta los efectos más adversos, con un promedio de 130.000 personas por país que caen en la pobreza extrema por cada punto porcentual de crecimiento del producto interno bruto (PIB) por año. Al mismo tiempo, se estima que la intensidad de carbono del PIB (tonelada de CO₂ liberada por cada 1.000 dólares de los Estados Unidos o USD) creció entre 2021 y 2023 en una tercera parte de los países, por lo que estos están fracasando en el intento de desacoplar las emisiones del crecimiento. 

Analizamos las tendencias agregadas pospandemia en el crecimiento económico, las tasas de pobreza y las emisiones de carbono en 160 países —lo que abarca alrededor del 96 % de la población mundial— para las que existen datos comparables. El crudo panorama general es que el desarrollo que deseamos en términos de incremento del bienestar de las personas y el planeta sigue rehén del crecimiento que obtenemos a cualquier costo.  

De los 160 países estudiados, 137 registraron un crecimiento constante de su economía después de la pandemia. En más de la mitad (60 %) de estas economías en crecimiento, el número de personas que viven en la pobreza extrema (es decir, que viven con menos de 2,15 USD por día) se redujo ligeramente conforme la economía mejoró desde 2021 hasta 2023. En promedio, por cada punto porcentual de crecimiento del PIB, alrededor de 39.000 personas por país, salieron de la pobreza extrema cada año. En cambio, en la otra mitad de estas economías en crecimiento, sucedió lo contrario: cada punto porcentual de crecimiento del PIB correspondió a un promedio de 64.000 personas por país que cayeron en la pobreza extrema cada año (gráfico 1). Esto significa que, en prácticamente la mitad de los países que tuvieron crecimiento económico, el número de personas que viven en la pobreza extrema, en realidad, se ha incrementado. 

Gráfico 1. Variación anual promedio en el número de personas que viven en la pobreza extrema (2,15 USD por día) en países que experimentan un aumento continuo de la incidencia de la pobreza extrema junto con un crecimiento económico constante (51 países, diagrama de la izquierda) frente a países con un crecimiento económico continuo sin aumento constante de la pobreza extrema (75 países, diagrama de la derecha), 2021-2023. 

Nota: once países que experimentaron un crecimiento económico continuo no han tomado registro de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza extrema en 2023 y, por lo tanto, no se los consideró en este gráfico. Fuente: elaboración propia sobre la base de las distribuciones agrupadas (intervalos de 0,10 USD) de ingreso per cápita o consumo (PPA de 2017) reconstruidas a partir de Poverty and Inequality Platform del Banco Mundial (disponible en inglés) mediante el comando pip: del Módulo Stata (versión 0.9.5, disponible en inglés), y tasas de crecimiento del PIB calculadas a partir de FMI, Base de Datos de Perspectivas de la Economía Mundial (Abril de 2023).  

Esta tendencia en la que las personas caen en la pobreza extrema mientras la economía crece varía considerablemente según el nivel de ingreso de un país. En los países de ingreso mediano alto, cada punto porcentual de incremento en el PIB correspondía a más de 113.000 personas por país que caía en la pobreza extrema por año, en promedio. En los países de ingreso bajo y de ingreso mediano bajo, esta cifra es de alrededor de 20 % y 40 % más baja, respectivamente (gráfico 2). Las disparidades regionales también son evidentes. Por ejemplo, en África Subsahariana, las prácticamente 130.000 personas por país que caen en la pobreza extrema en promedio acompañaron cada punto porcentual de incremento del PIB por año. En cambio, esta cifra se reduce a más de la mitad en Asia y el Pacífico.  

Gráfico 2. Variación anual promedio en el número de personas que viven en la pobreza extrema (2,15 USD por día) en 51 países que experimentan un crecimiento continuo de la incidencia de la pobreza extrema junto con un crecimiento económico constante en el período 2021-2023, a nivel mundial y por grupo de ingreso (diagrama de la izquierda) y por región (diagrama de la derecha).  

Notas: de los 51 países que registran un incremento simultáneo del PIB y de la pobreza extrema, 12 son de de ingreso bajo, 17 de ingreso mediano bajo, 9 de ingreso mediano alto y 13 de ingreso alto (no se incluyeron debido a que las cifras son insignificantes en comparación). 33 de estos 51 países son economías en desarrollo de África Subsahariana, 5 de Asia y el Pacífico, 4 de América Latina y el Caribe, 4 de Oriente Medio y norte de África y 2 de Europa y Asia. Los 13 restantes son economías avanzadas (nuevamente, no se incluyeron debido a que las cifras son insignificantes en comparación). Fuente: elaboración propia sobre la base de las distribuciones agrupadas (intervalos de 0,10 USD) del ingreso per cápita o consumo (PPA de 2017) reconstruidas a partir de Poverty and Inequality Platform del Banco Mundial y tasas de crecimiento del PIB calculadas a partir de FMI, Base de Datos de Perspectivas de la Economía Mundial (abril de 2023).   

Cuando examinamos el umbral de la pobreza más alto de 3,65 USD por día, la tendencia es menos pronunciada, aunque no menos preocupante: aproximadamente el 23 % de los países, sobre todo los más pobres (países de ingreso bajo y de ingreso mediano bajo), experimentaron un aumento en el número de personas que viven en la pobreza extrema, aunque sus economías estuvieran creciendo.

Este patrón de pobreza extrema (2,15 USD por día) en aumento sugiere que los beneficios del crecimiento económico no están llegando a las personas y a los países más pobres. En otras palabras, la disparidad entre la población rica y la pobre parece estar ampliándose. Más aún, en la mayoría de los países, las tasas de pobreza (como porcentaje de la población total) siguen estancadas: 51 de 53 países que registran crecimiento no muestran ninguna mejora en el umbral de pobreza de 2,15 USD por día, y 22 de 25 países en el umbral de 3,65 USD por día. Esto subraya una cuestión crucial (y un antiguo debate empírico): el crecimiento económico por sí solo no alcanza para reducir efectivamente la pobreza.

En un punto crítico en la carrera contra el calentamiento global, otra tendencia alarmante es la creciente cantidad de emisiones de carbono por cada dólar de crecimiento económico. Mientras que las economías avanzadas están alcanzando cierto progreso en la reducción de las emisiones en simultáneo con el crecimiento de sus economías (desacople relativo), esto no sucede en la mayoría de los países en desarrollo. En el 80 % de los países más pobres, el 66 % de los de ingreso mediano bajo y el 18 % de los de ingreso mediano alto que están experimentando un crecimiento, las emisiones de carbono de origen fósil están creciendo conforme sus economías se expanden. El problema es especialmente agudo en Asia y el Pacífico, donde, por cada punto porcentual de incremento del PIB, se emiten 19 kg de CO adicionales por cada dólar (PPA de 2017) por año (gráfico 3). Mientras persiste este rumbo, el mundo se dirige a un desequilibrio peligroso en el que nuestra búsqueda de un crecimiento económico (el crecimiento que obtenemos) se produce a un costo considerable para el medio ambiente, y pone en riesgo el bienestar y el futuro del planeta así como la vida de las generaciones venideras. 

Gráfico 3. Aumento promedio de la intensidad de carbono (kg de emisiones de CO₂ de origen fósil por cada dólar (PPA de 2017) por cada punto porcentual de crecimiento del PIB en 52 países que experimentan un aumento continuo de la intensidad de carbono junto con un crecimiento económico constante en el período 2021-2023, a nivel mundial y por grupo de ingreso (diagrama de la izquierda) y por región (diagrama de la derecha).  

Notas: de los 52 países que registran aumentos simultáneos del PIB y la intensidad de carbono, 16 son países de ingreso bajo, 29 de ingreso mediano bajo, y 17 de ingreso mediano alto. 32 países se encuentran en África Subsahariana, 9 en Asia y el Pacífico, 5 en Oriente Medio y norte de África, 4 en América Latina y el Caribe, y 2 en Europa y Asia. Fuente: elaboración propia sobre la base de datos tomados de Global Carbon Budget 2022 y Emissions Database for Global Atmospheric Research, 2023 (JRC e IEA), y FMI, Base de Datos de Perspectivas de la Economía Mundial (abril de 2023). 

La primera doctrina de desarrollo surgida tras la Segunda Guerra Mundial concebía el crecimiento económico a cualquier costo como el factor clave para mejorar los ingresos y las condiciones de vida de la gente. Esta noción ha dominado la agenda de desarrollo mundial desde entonces, lo que ha colocado al crecimiento económico como la medida última del progreso. En los informes SDG Insights más recientes del PNUD se reveló que también hoy, la mayoría de los gobiernos consideran la creación de empleo y el crecimiento económico como los principales motores para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, las últimas trayectorias del progreso socioeconómico —bastante frágil frente a crisis graves e interconectadas y el deterioro del medio ambiente—, subrayan la necesidad de un enfoque más matizado para el desarrollo sostenible. Los desafíos de hoy exigen volver a pensar el enfoque de desarrollo. El crecimiento económico, si bien es esencial, no es una solución mágica, por lo menos, no el crecimiento tradicional que conocemos. Para construir un mundo verdaderamente justo y sostenible, como al que se aspira a través de los ODS, nuestro enfoque debe ser multifacético e integrar efectivamente la protección social y económica y las políticas ambientales. 

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Nota metodológica final

La incidencia de la pobreza prevista para el período analizado se basa en las distribuciones agrupadas (intervalos de 0,10 USD) del ingreso o consumo per cápita (PPA de 2017) reconstruidas a partir de World Bank’s Poverty and Inequality Platform (disponible en inglés) mediante el comando pip: del Módulo Stata (versión 0.9.5, disponible en inglés); tasas de crecimiento del PIB calculadas a partir de FMI, Base de Datos de Perspectivas de la Economía Mundial (abril de 2023); y las tasas de crecimiento de la población calculadas a partir de datos tomados de Naciones Unidas, World Population Prospects 2022 (disponible en inglés). En primer término, proyectamos la distribución para 2020 aplicando la tasa de crecimiento del PIB per cápita entre 2019 y 2020 (Perspectivas de la Economía Mundial, abril de 2023) para el intervalo de cada país, con una tasa de traspaso del 85 %. 52 países realizaron encuestas de hogares en 2020 y tuvieron una encuesta real en 2019. Sobre dicha base, se extrapola la incidencia del crecimiento por quintil (2019-2020) en estos países al resto de países (según la región) y, por lo tanto, la distribución global en las cuentas de 2020 para la variación de las distribuciones inducidas por la pandemia. Las estimaciones de la pobreza para el período 2021-2023 luego se computaron proyectando la distribución del ingreso o el consumo en 2020 mediante el uso de las previsiones tomadas de las Perspectivas de la Economía Mundial de abril de 2023 para el PIB per cápita. Desde 2020, la proyección es neutra desde el punto de vista de la distribución, con una tasa de traspaso del 85 %. Para el indicador de las emisiones de carbono, los cálculos se basan en datos del PIB tomados de FMI, Base de Datos de Perspectivas de la Economía Mundial (abril de 2023, disponible en inglés), y en las emisiones de CO de origen fósil por país en 2021, tomados de Friedlingstein et al. (2022). “Global Carbon Budget 2022.” (disponible en inglés) Earth System Science Data, 14: 4811-4900, y Emissions Database for Global Atmospheric Research, 2023 (JRC e IEA). La proyección de emisiones de CO de origen fósil para el período 2022-2023 se basa en la tasa de crecimiento anual promedio de las emisiones de los países durante el decenio 2009-2019.