En el PNUD producimos una cantidad enorme de datos, estudios y análisis, pero cabe preguntarse si ello tiene un impacto real. Una reciente encuesta sugiere que sí lo tiene.

Según un análisis independiente de AidData, un laboratorio de investigación e innovación del Colegio William & Mary en Londres, Reino Unido, los tomadores de decisión consideran al PNUD como una fuente fiable de desarrollo de información para la formulación de políticas, y lo hace de manera más eficiente que cualquier otra entidad: el PNUD ocupa el primer lugar en materia de optimización de recursos.

El estudio se llevó a cabo en 126 países de ingreso bajo y mediano para identificar qué información utilizan más los tomadores de decisiones, qué entidad genera esa información y cuál es la más útil. Los resultados se publicaron a finales de 2017 en el informe “Decodificación del uso de datos: cómo los líderes disponen de datos y los utilizan para acelerar el desarrollo”.

Los responsables de la adopción de políticas de países de ingreso bajo y mediano sitúan los datos y análisis de organizaciones multilaterales como su máxima fuente internacional de información. De hecho, 87% de los líderes que utilizaron datos de proveedores externos la obtuvieron de organismos multilaterales. El Banco Mundial, el PNUD y la Unión Europea fueron sistemáticamente catalogados como las tres principales fuentes que utilizan los líderes gubernamentales y tomadores de decisiones para disponer de información sobre las tendencias e ideas de la política de desarrollo mundial. En las encuestas de AidData, el PNUD figura entre los cuatro principales proveedores de información para todas las categorías, excepto para infraestructura. Además, es la primera fuente de información sobre medioambiente, la segunda sobre gobernanza y la cuarta sobre cuestiones de desarrollo social, económico y rural.

El informe identifica tres razones por las que el PNUD ha sido capaz de convertirse en “la frontera del conocimiento que brinda guía analítica y técnica, y un intermediario de alianzas intersectoriales” en áreas clave del desarrollo.

En primer lugar, su extensiva presencia sobre el terreno y lo que el informe llama el “terreno de juego” del PNUD, es decir, la frecuente interacción con los responsables de la adopción de políticas. Sin embargo, también destaca el rol catalizador de nuestras plataformas de prestación de servicios a través de las cuales el PNUD genera conocimiento, y moviliza e implementa su conocimiento sobre políticas, asesoramiento y operaciones.

En segundo lugar, la “capacidad superior del PNUD de procesar información” se debe a un enfoque limitado pero transversal en tres temas clave: desarrollo sostenible, gobernanza democrática y consolidación de la paz, y resiliencia ante el clima y los desastres.

En tercer y último lugar, su historia y continua presencia sobre el terreno, que permitió establecer la reputación y credibilidad del PNUD a través de años de participación directa con los países. Según el informe de AidData, el PNUD se considera más efectivo en diferentes contextos nacionales y en distintas áreas sobre políticas. Por ejemplo, influye en el programa de políticas de manera más efectiva en países de ingreso mediano. Además, el PNUD es concebido como una organización más efectiva en la prestación de asesoramiento útil en materia de políticas en países de ingreso bajo y países afectados por las crisis. Finalmente, destaca su ayuda en la implementación de todas las categorías de los países.

De cara al futuro, el PNUD tiene que progresar en paralelo a las demandas de los países que tienen más capacidad y que están abrazando aspiraciones más ambiciosas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo sostenible. El PNUD puede apoyarse en sus recursos y logros para fortalecer usos integrados y transversales de conocimiento y financiación, adaptados para cada país y cada circunstancia, a la que llama la Agenda 2030. Como se explica en el nuevo Plan Estratégico del PNUD, ello implica que la Organización necesita hacer más con, y al servicio de, otros organismos multilaterales, pues una sola organización no tiene el conocimiento y las habilidades requeridas para apoyar la implementación de la Agenda 2030.

Sin embargo, el debate sobre los recursos más importantes de información, ideas y soluciones para los responsables de la adopción de políticas confirma que, sin importar la creciente importancia de la inteligencia artificial y datos importantes, la relación de confianza es el objetivo último. En el PNUD, la confianza de nuestros aliados es una de nuestras mejores ventajas.