Nuestro futuro y el del planeta pasan por poner la naturaleza en el centro del desarrollo sostenible. Los líderes mundiales se han reunido en Ginebra (Suiza) para negociar un conjunto de medidas globales por la naturaleza, llamado post-2020 global biodiversity framework (marco global de biodiversidad más allá de 2020; disponible en inglés). Está previsto que se complete a finales de este año durante el Convenio sobre la Diversidad Biológica (en inglés) de las Naciones Unidas y desempeñará un papel fundamental en la implementación de acciones para revertir la pérdida de la biodiversidad y promover el uso sostenible de la naturaleza.
Estas negociaciones llegan en un momento crítico de la historia de la humanidad. El Sexto Informe de Evaluación (en inglés) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado a principios de este mes, sugiere que sin una acción ágil durante esta década los peligros ya generalizados del cambio climático nos abrumarán. Un nuevo informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) advierte del desfase entre la ambición y la acción para hacer frente a la crisis de la naturaleza, argumentando que los recursos para un cambio transformador deben estar a la altura de los compromisos mundiales. A pesar de esta urgencia, en la última década no hemos conseguido cumplir ni un solo objetivo mundial sobre la naturaleza (en inglés).
Abierto a la firma en 1992, y ahora con 196 partes gubernamentales, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica se dedica a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y la distribución de los beneficios del uso de los recursos genéticos como una contribución al desarrollo sostenible. Reconoce que la naturaleza es más que plantas, animales y ecosistemas; trata también de las personas y de la necesidad de disponer de seguridad alimentaria, medicamentos, aire y agua frescos, vivienda y un medio ambiente limpio y saludable. Entonces, ¿por qué las naciones no han podido cumplir los objetivos? ¿Y qué podemos hacer para cambiar esta tendencia?
Hay muchas respuestas a estas preguntas. Veamos una. Con recursos limitados, los gobiernos deben priorizar el cumplimiento de sus compromisos. El resultado es que a menudo se deja de lado la naturaleza en favor del desarrollo económico a corto plazo. A medida que aumentan los riesgos de degradación y deterioro de la naturaleza, esto ya no será posible. La naturaleza y los beneficios que presta a la humanidad deben estar en el corazón de los planes de desarrollo de cada país.
El PNUD y el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC; en inglés) crean capacidades para el uso de datos espaciales así como mapas que permitan un desarrollo sostenible en armonía con la naturaleza. Ayudan a los gobiernos a identificar dónde y cómo se pueden tomar medidas para cumplir con sus diversas prioridades: desde asegurar el bienestar de sus ciudadanos, hasta mitigar el cambio climático y proteger el mundo natural. La innovación digital, incluso mediante el desarrollo y el uso de datos y análisis espaciales mejorados, puede ayudar a cambiar nuestra historia global colectiva. Exploremos esto más a fondo a través de tres ejemplos:
UN Biodiversity Lab 2.0 (UNBL). UNBL es una plataforma de acceso abierto que permite a los usuarios calcular métricas dinámicas y cartografiar cientos de capas de datos que muestran ecosistemas, áreas protegidas, carbono y los servicios de los ecosistemas. UNBL proporciona a los usuarios las herramientas necesarias para utilizar los datos espaciales nacionales junto con el conjunto de datos mundiales para crear referencias, planificar intervenciones y supervisar los cambios a lo largo del tiempo. Es un ejemplo de lo que la Coalition for Digital Environmental Sustainability (coalición para la sostenibilidad ambiental digital; en inglés) pretende ofrecer a escala a la vez que es una oferta básica de World Environment Situation Room (sala de situación del medio ambiente mundial) del PNUMA. Herramientas como UNBL ofrecen una forma eficaz de calcular niveles referenciales de biodiversidad y de supervisar el impacto de las intervenciones mientras se trabaja en la aplicación del marco mundial de biodiversidad posterior a 2020.
Cartografía de la naturaleza para las personas y el planeta. Partiendo de la base de UNBL, esta iniciativa une ciencia y política para desarrollar planes de acción espacializados basados en las prioridades nacionales. En estrecha colaboración con los responsables políticos y los científicos nacionales, utiliza la planificación sistemática de la conservación para elaborar un "Mapa de la Esperanza", que puede ayudar a los gobiernos a explorar dónde la acción para proteger, gestionar y restaurar la naturaleza puede contribuir de manera eficaz a las diversas prioridades nacionales. Activo en 13 países y con una prueba de concepto en desarrollo para cualquier país del mundo, este proyecto tiene el potencial de brindar apoyo significativo para implementar la transformación necesaria para lograr el marco más allá de 2020.
La iniciativa Nature Map (en inglés) también ha utilizado enfoques sistemáticos de planificación de la conservación, empezando a escala mundial, para evaluar los beneficios potenciales de la conservación y restauración de los ecosistemas terrestres. Los mapas resultantes ilustran los posibles beneficios de conservar y restaurar los ecosistemas para las especies, las reservas de carbono y el agua limpia. A lo largo del proceso, Nature Map ha producido nuevos conjuntos de datos globales sobre estos temas y otros, disponibles a través de UNBL. En base a esta colaboración, en el 2022 se pondrá en marcha una nueva coalición SPACES (en inglés), que reunirá a diversas partes interesadas con la visión de que la inteligencia espacial para la naturaleza y el clima esté ampliamente disponible y se utilice para poner en práctica los compromisos y objetivos, enmarcar las estrategias integradas sobre la naturaleza y el clima, y promover la transparencia y la rendición de cuentas.
Estos ejemplos ilustran cómo los datos espaciales pueden sostener los procesos nacionales para diseñar vías de desarrollo transparentes que beneficien a la naturaleza y a la sociedad. A medida que las partes desarrollan objetivos y metas globales para la biodiversidad para la próxima década, el mundo debe volver a implementarlos de manera urgente para crear el cambio transformador necesario: debemos ir de la crisis actual a la regeneración. El PNUD y el PNUMA-WCMC, junto con nuestros socios, estamos dispuestos a apoyarles en esta importante labor.
La 24ª reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (OSACTT-24; en inglés) del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, la tercera reunión del Órgano Subsidiario de Ejecución (OSE-3; en inglés) y la tercera reunión del Grupo de Trabajo sobre el marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020 reanudan sus debates en Ginebra (Suiza) del 14 al 29 de marzo de 2022. Más información en inglés aquí.