El Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Agenda 2030 representan un consenso sin precedentes entre los gobiernos de todo el mundo para alinear nuestros esfuerzos entorno a una agenda para el desarrollo completa y ambiciosa. Los compromisos nacionales por el clima, también conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN), se han llevado a cabo por 197 países para contribuir al Objetivo de París sobre el Cambio Climático de neutralidad climática. Este nivel de ambición debe coincidir con las fuentes, los colaboradores y la innovación.
Para cumplir con estos compromisos por el clima tanto como con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los países en desarrollo necesitan alrededor de US$ 4 billones por año, por lo que el sector privado es esencial. Se necesita alrededor de US$ 2 billones solo para los sectores relacionados con el clima. Mientras que las inversiones en energía limpia son cuantiosas, US$ 287,5 mil millones en 2016 después del récord de inversión de US$ 348,5 mil millones en 2015, se necesitan más medidas claramente.
Junto con el impulso creado por el Acuerdo de París viene el importante desafío de transformar las promesas políticas en acciones. Es bien sabido que las finanzas en los países en desarrollo son fundamentales para crear potencia, pero los países siguen haciendo frente a desafíos al atraer inversión del sector privado al nivel necesario para conseguir un cambio de paradigma económico.
Algunos estiman que las contribuciones del sector privado supondrán entre un 85% y 90% del coste total de la transición hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono. Sin embargo, también se reconoce que las inversiones no ocurren ni al ritmo ni a la escala geográfica que necesitamos. La mayoría de las inversiones del sector privado se dan en países desarrollados y no en países en desarrollo, donde vive la mayoría de la población. Se necesita de forma urgente un cambio acelerado de estas inversiones en estos mercados para llevar al mundo hacia un futuro libre de emisiones de carbono.
Los planes nacionales de acción climática representan al menos US$ 13,5 billones del mercado solo para el sector de la energía y específicamente eficiencia energética y tecnología bajas en emisiones de carbono. El mercado de tecnologías bajas en carbono está creciendo de forma significativa y el coste de la energía renovable está disminuyendo. Esto significa que los planes nacionales de acción climática de los países en desarrollo pueden abrir nuevas oportunidades de mercado.
Esto incluye la expansión de mercados en la eficiencia de los edificios y la demanda de gestión energética, por ejemplo, con tecnologías bajas en carbono en el transporte como los coches eléctricos; energía solar, eólica, hidráulica y geotérmica; y gestión del agua y los residuos. Las empresas que actúen de forma audaz y rápido verán los beneficios.
Mientras que los países dicen que necesitan ayuda económica para conseguir sus objetivos para el clima y el desarrollo, un aspecto importante y el prerrequisito para desbloquear los medios financieros necesarios es un entorno regulatorio, habilitante y transparente con leyes y una política de incentivos que permita prosperar a un sector privado sólido.
El PNUD ha realizado recientemente un sondeo en Uganda que muestra que un número significativo de empresas ya están interesadas en contribuir con los objetivos para el clima y los ODS. Estas empresas trabajan en energía solar y cocinas no contaminantes, en banca, son fabricantes de acero, en agua y sistemas de alcantarillado, en ingenierías y construcción y en muchos otros campos.
Las empresas han mostrado un mayor interés en comprometerse con los ODS que con los sectores prioritarios de las CDN: 12 de los 17 ODS recibieron al menos un 25% del interés comercial, mientras que solo tres de los ocho sectores prioritarios de las CDN recibieron un interés similar. Los ODS parece que ofrecen un mejor puerto de entrada para hacer participar a las empresas tanto en la acción ODS como en la CDN.
Como muestra la siguiente gráfica, el ODS con mayor interés por parte del sector privado es el ODS 7, energía asequible y no contaminante, seguido de ODS relacionados con la acción por el clima, las ciudades sostenibles y la buena sanidad y el bienestar de las comunidades y la pobreza. Los siguientes más populares tratan la igualdad de género (ODS 5), el agua limpia y el saneamiento (ODS 6), la innovación (ODS 9), el trabajo decente y el crecimiento económico (ODS 8) y la producción y el consumo responsable (ODS 12). El interés por el ODS 1 es alto en Uganda, como indica el compromiso del sector privado con contribuir para reunir las necesidades de las comunidades subatendidas. En comparación, los sondeos mundiales de los ODS han mostrado un mínimo interés empresarial hacia el ODS 1.
En Uganda, el sector prioritario de las CDN con mayor interés por parte del sector privado fue la energía con un 86%. El interés empresarial se da en otros sectores de las CDN, pero en niveles más bajos. Las acciones prioritarias de las CDN que se encuentran en el top tres son: promover el uso de la energía solar, aumentar la eficiencia de la energía y la electricidad, y expandir el uso de cocinas y el uso eficiente de la biomasa.
Las principales motivaciones del sector privado para integrar acción por el clima y los ODS en sus empresas fueron ahorrarse costes y hacer sus operaciones más eficientes, subrayando el argumento comercial para la acción por el clima. Las empresas también piensan que haciendo esto abrirán nuevas oportunidades de mercado, posicionándoles como empresas líderes de los ODS y mejorando sus reputaciones. Un 57% de las empresas ya ha establecido objetivos e iniciativas específicas para mejorar su impacto sobre los ODS y las CDN.