Tras décadas de tanta publicidad, por fin ha llegado la inteligencia artificial (IA). A menos que hayas vivido recluido en una cueva, es muy probable que hayas escuchado decir cómo la IA va a acabar con la humanidad entera (Stephen Hawking, Steve Wozniak y Elon Musk) o, en cambio, cómo va a solucionar sus más grandes desafíos. Hemos tratado de aprender de aquellas personas que han utilizado o explorado la IA en una serie de cuestiones de políticas con las que trabaja la ONU, ya sea desde reducir los costos y el tiempo en servicios públicos y brindar asistencia humanitaria basada en un movimiento en tiempo real de personas, hasta capturar los patrones de consumo a niveles micro. Nuestra incursión en la IA coincide con el nuevo Plan Estratégico del PNUD, que enfatiza la tarea central de la innovación para lograr la misión de la organización y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si aplicamos ideas de vanguardia y avances como la IA, podemos ayudar a los países a avanzar más rápidamente hacia el logro de los Objetivos. Nos preguntamos entonces qué es la IA, cuáles de sus aplicaciones nos han inspirado y qué significa una IA “responsable”.
¿Qué es la IA y cómo la aplicamos en el desarrollo?
La IA, según la definición del Diccionario Oxford, es la teoría y el desarrollo de programas informáticos que pueden ejecutar operaciones que a mendo requieren la inteligencia humana, como la percepción visual, el reconocimiento de voz, la toma de decisiones y la traducción e interpretación.
La IA se ha desarrollado rápidamente gracias a un mejor diseño de algoritmos, a un poder más potente de procesadores interconectados y a una habilidad mejorada para capturar y almacenar cantidades masivas de datos.
Las categorías actuales de IA se consideran limitadas o son poco potentes, diseñadas para llevar a cabo una tarea repetitiva como el reconocimiento de voz en dispositivos móviles, o el uso de vehículos sin conductor. Muchos investigadores buscan desarrollar una IA general o más potente, con comportamientos que sean tan flexibles y capaces como los humanos (la memoria, el aprendizaje autónomo y reaccionar a emociones).
Para los que trabajamos en el sector del desarrollo, los avances prometen empoderar a los gobiernos, comunidades y aliados a fin de poner en marcha soluciones más efectivas a uno de los mayores problemas sociales.
A continuación presentamos algunos de los sectores en los que se ha detectado progreso y que podrían tener un efecto transformador en el desarrollo:
Análisis predictivo y cognitivo/aprendizaje automático: el uso de datos para establecer correlaciones y efectuar pronósticos
- En el campo de la medicina, la IA es más exacta cuando se trata del diseño de tratamientos personalizados o la predicción de ataques cardiacos. Cuando la IA se utiliza en diagnósticos humanos, el margen de error es solo del 0.5%, comparado con el 3.5% de los doctores humanos. Según la OMS, las enfermedades no transmisibles causan cerca del 89% de muertes prematuras en la región europea, de ahí que mejores diagnósticos podrían contribuir a salvar millones de vidas.
Visión artificial – aprender a percibir para entender el mundo que ven:
- Los agricultores de India están utilizando IA, que toma en cuenta los datos como los cambiantes patrones meteorológicos, producción y áreas cultivables, para tomar decisiones bien informadas sobre la temporada en la que deben sembrar. Ello incrementó su producción en un 30% por hectárea, redujo los riesgos relacionados a plagas y pronosticó los precios hasta con tres meses de anticipación.
- La agricultura de precisión, a través de herramientas como LettuceBot, puede identificar y diferenciar brotes de maleza, para separarla y rociarla con herbicidas.
Gracias a tecnologías de producción más eficientes se podrá prevenir los riesgos en el sector agrícola y brindar un salario más estable a las poblaciones rurales, a la vez que se garantiza el uso responsable del patrimonio ambiental.
Procesamiento de lenguajes naturales y reconocimiento de voz – analizar y traducir lenguajes y voz:
- Los bots de charla, o chatbots, se están utilizando para entender las necesidades de los refugiados en 20 lenguajes. Esta función tiene la posibilidad de mejorar el acceso a servicios en contextos multilingües a costos marginales;
- Primer AI analiza millones de artículos y resume la información en cuestión de segundos, un valor agregado para el trabajo de abogados y funcionarios públicos.
Hacia una IA responsable y gestión de las consecuencias
Concebir la IA como una salvadora lamentablemente es una ilusión. Como sucede con cualquier tipo de tecnología, ofrece tanto promesas como riesgos.
Las decisiones basadas en datos no son necesariamente imparciales. Por ejemplo, las máquinas aprenden muy rápido a detectan nuestros peores defectos, como ser racistas o sexistas. ProPublica halló que un programa de tribunales en Estados Unidos para evaluar los riesgos de volver a cometer un crimen estaba sistemáticamente predispuesto contra los reclusos negros, señalando que era dos veces más probable que volvieran a cometer un crimen que los reclusos blancos. Esta evaluación está basada en preguntas como el historial de los padres que experimentaron servicios penitenciarios y el uso de drogas por parte de amigos y conocidos, pero no incluye la cuestión de la raza.
En última instancia, las máquinas son tan morales como las personas que las desarrollan. Cabe preguntarse si los programadores toman en cuenta las consecuencias de la tecnología y los derechos humanos de los ciudadanos.
Por ejemplo, la IA y la automatización tendrán un mayor impacto en empleos en pequeñas ciudades, que adquiere una importancia especial en las regiones de Europa del Este y Asia Central, donde el 61% de las ciudades se están enfrentando a una disminución de la población. Muchos trabajos de servicios terapéuticos y escasamente remunerados, como taxistas o trabajos en restaurantes de comida rápida, podrían desaparecer. La IA también podría empeorar las desigualdades en las sociedades al eliminar las funciones que contribuyen a tomar decisiones para ayudar a las personas a ascender en la escala social, como asistentes jurídicos o gerentes de nómina.
La única manera de descubrirlo es abrazar la tecnología y prestar atención a las sabias palabras de Winston Churchill: “El precio de la grandeza es la responsabilidad”.
Estaremos monitoreando funciones de la IA e interesantes soluciones institucionales que pasan desapercibidas, con la intención de darlas a conocer a nuestros gobiernos aliados para abordar algunas cuestiones prioritarias del desarrollo que enfrenta nuestra región.
Escucha nuestro seminario web sobre IA con Future of Life Institute, Web Foundation y PRIMER, aquí.