Promover soluciones indígenas para la seguridad hídrica frente a la crisis climática
Un llamamiento urgente a la acción en el Día Mundial del Agua
19 de Marzo de 2021
En este Día Mundial del Agua 2021, el tema “valoremos el agua” reconoce específicamente el papel crucial que tienen los ecosistemas sanos para mantener el suministro de agua en todo el mundo. Ante la actual crisis del agua, la naturaleza y el clima, la relación recíproca entre el agua y los ecosistemas es un concepto que debemos adoptar —y financiar— más ampliamente.
La seguridad hídrica no avanza por buen camino
El llamamiento a alcanzar la seguridad del agua —o a proteger los ecosistemas naturales que ayudan a posibilitar esa seguridad— es ahora más urgente que nunca. Según el Marco Mundial de Aceleración de 2020 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, el avance en el logro de las metas relativas al agua se encuentra “alarmantemente mal encaminado”. En la actualidad, hay 2.200 millones de personas (cerca de un cuarto de la población mundial) que aún no tienen acceso a agua potable. Además, se prevé que la demanda mundial de agua aumente un 55 % para 2050 y que se registre un déficit hídrico del 40 % para 2030, y se estima que las pérdidas relacionadas con el agua podrían reducir el PIB hasta un 6 % en algunas regiones para 2050.
Ecosistemas naturales: en el centro de la solución para el agua y, al mismo tiempo, en peligro
Los bosques, humedales, pastizales y manglares proporcionan valiosos servicios ecosistémicos para el agua, ya que la resguardan y filtran naturalmente en su origen, regulan los caudales a lo largo del tiempo y protegen a las comunidades de los desastres relacionados con el agua que se están intensificando debido al cambio climático. Sin embargo, esos propios ecosistemas se encuentran en grave peligro: desde 1990, se han deforestado 420 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo y , desde 1700, se ha perdido el 87 % de los humedales.
Los pueblos indígenas del mundo aportan soluciones para el agua basadas en la naturaleza
- Los pueblos indígenas y las comunidades locales están marcando el camino en la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza para resolver la triple crisis del agua, la biodiversidad y el clima. La Iniciativa Ecuatorial del PNUD ofrece algunos ejemplos inspiradores:
- En la cuenca del río Ing, en el norte de Tailandia, la preservación de las 483 hectáreas que abarca el bosque de humedales de Boon Rueang ha permitido ahorrar unos 4 millones de dólares de los Estados Unidos (USD) en servicios ecosistémicos anuales, incluido el abastecimiento de agua para consumo humano y actividades agrícolas, la reposición de las aguas subterráneas y la protección contra inundaciones. El bosque de humedales también actúa como importante sumidero de carbono, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
- En la isla indonesia de Borneo, los guardianes del bosque de Sungai Utik llevaron adelante una campaña de 40 años para proteger 10.087 hectáreas de bosque consuetudinario, el cual actualmente protege el suministro de agua para uso comunitario y agrícola cuenca abajo. Al mismo tiempo, el bosque captura unos 1,31 millones de toneladas métricas de carbono.
- En la región andina de Ecuador, una alianza público-privada liderada por grupos indígenas ha conservado más de 33.000 hectáreas de pastizales de los páramos, lo que permite que unas 600.000 personas que se encuentran cuenca abajo puedan acceder a agua filtrada de manera natural.
Ha llegado el momento de invertir
Hay razones de peso para invertir en soluciones basadas en la naturaleza a fin de lograr la seguridad del agua. Aunque las inversiones en la infraestructura hídrica a nivel mundial se han inclinado durante mucho tiempo por la infraestructura “gris” convencional, la inversión en soluciones basadas en la naturaleza ofrece importantes rendimientos. Por ejemplo:
- La protección de los bosques, la reforestación y la mejora de los métodos agrícolas aplicados cuenca arriba podrían mejorar la calidad del agua de unas cuatro de cada cinco grandes ciudades.
- Las marismas y los bosques de manglares pueden ser hasta cinco veces menos costosos que las estructuras de ingeniería a la hora de proteger las zonas costeras de las inundaciones y la erosión.
- Los servicios de agua en 534 de las mayores ciudades del mundo podrían ahorrarse alrededor de 890 millones de USD por año a partir de la restauración de los bosques y las cuencas hídricas.
Un llamamiento urgente a la acción en el Día Mundial del Agua
Para lograr la seguridad hídrica, debemos promover con rapidez soluciones basadas en la naturaleza en las agendas nacionales y mundiales de políticas sobre el agua, y ampliar el alcance de las soluciones locales. Para ello, pedimos a los responsables de tomar las decisiones lo siguiente:
- Aprovechar los nuevos datos espaciales disponibles para determinar dónde es mejor actuar. El PNUD y sus socios son pioneros en la aplicación de un proceso para trazar mapas de las “zonas esenciales para la vida”, incluso con respecto al agua. Este proceso se está utilizando en Colombia a fin de asegurar el suministro de agua para más de 15 millones de personas.
- Proteger los derechos territoriales de los pueblos indígenas y tener en cuenta el conocimiento ecológico indígena. Los pueblos indígenas custodian el 80 % de la biodiversidad que aún existe en nuestro planeta, pero no cuentan con la titularidad formal de gran parte de sus tierras. Se deben proteger los derechos territoriales para que dichos pueblos puedan seguir gestionando los recursos naturales en favor del suministro de agua, tal como lo hacen desde hace siglos.
- Movilizar financiación para invertir en soluciones basadas en la naturaleza y enfoques mixtos “grises” y “verdes”. Se estima que, para alcanzar los objetivos relativos al agua de aquí a 2030, se necesitarán 6,7 billones de USD en inversiones. Lamentablemente, la financiación destinada a la naturaleza sigue siendo insuficiente, considerando que solo representa entre el 1 % y el 5 % de las inversiones en recursos hídricos. La financiación combinada, los bonos verdes y los sistemas de pago por los servicios de los ecosistemas ofrecen oportunidades para superar este obstáculo financiero.
- Promover la participación del sector privado. La inseguridad hídrica y la pérdida de naturaleza que esta conlleva suponen graves amenazas para las empresas, en especial las que intervienen en importantes cadenas de suministro agrícolas. Sin embargo, aún no es claro cómo puede actuar el sector privado. Debemos lograr que los líderes empresariales inviertan en la naturaleza como parte de sus planes de sostenibilidad del agua.
Un punto de inflexión para invertir en la naturaleza
Al concebir las inversiones para la recuperación tras la COVID-19 y el marco global de biodiversidad posterior a 2020, debemos dar prioridad a la inversión en la naturaleza. El agua se ubica en el nexo entre la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud humana, el desarrollo económico, la estabilidad climática y la paz. Las soluciones para el agua basadas en la naturaleza pueden contribuir eficazmente al logro de varios marcos multilaterales, incluidas diversas metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
En este Día Mundial del Agua recordemos una vez más que “toda el agua es generada por los ecosistemas”. Forjemos un nuevo camino con la naturaleza para garantizar la seguridad hídrica de todos.