Arrancó debate nacional sobre alternativas para nueva matriz energética
27 de Junio de 2024
Se inició una nueva etapa en el debate nacional sobre la matriz energética necesaria para los próximos años. Entre el 26 y 27 de junio, se realizó en la ciudad de Santa Cruz el Foro Internacional “Transición energética / Bolivia 2050”, una iniciativa del Ministerio de Hidrocarburos con apoyo de una red de instituciones, entre las que está el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia.
Durante dos jornadas, los principales actores del sector energético se reunión en la ciudad de Santa Cruz para poder debatir oportunidades y desafíos que tiene el país para poder transitar del modelo basado en combustibles fósiles hacia opciones menos contaminantes, más eficiente y, lo más importantes, con un futuro sostenible con impactos significativamente menores al tema medioambiental que los actualmente registrados.
En la inauguración del evento, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina Hortiz, destacó la importancia para el Estado boliviano de ingresar a una nueva etapa de su política energética, más abierta a nuevas opciones.
“Si bien Bolivia cuenta con importantes recursos energéticos, es necesario incorporar premisas que tienen que ver con una plataforma donde se evalúen los factores que hacen a este proceso, tanto por el lado de la oferta como de la demanda (…) Necesitamos inaugurar un tiempo nuevo, tanto en lo normativo y en lo decisional, un tiempo que proyecte al país hacia la recuperación y consolidación de nuestra cualidad hidrocarburífera y energética gravitante en la región”, señaló la autoridad.
Para Molina, temas como la promoción de inversiones, el hidrógeno “verde”, los biocombustibles o el litio son “desafíos fundamentales” para el Estado boliviano y la transformación de la matriz energética, con sostenibilidad en el tiempo, además inversiones (principalmente el financiamiento climático) y tecnología.
Por su parte, el Representante Residente a.i. del PNUD en Bolivia, Aldo García, hizo una reflexión sobre la importancia de promover los valores democráticos como elementos presentes en los espacios de debate y análisis del foro.
"Lo que está sucediendo hoy aquí es también una manifestación de esos valores y mecanismos democráticos. Ustedes están protagonizando un hecho tremendamente democrático, que tiene que ver con el diálogo, reconocer las posiciones de los otros y buscar caminos comunes. Esto tiene mucho que ver con el desarrollo. No se puede hacer desarrollo en países como el nuestro, sino hay un consenso entre los actores", destacó García
Espacios de diálogo
El foro propició un intenso debate técnico bajo la modalidad de paneles que abordaron temas como “energías renovables”, “política hidrocarburífera en la transición energética”, “financiamiento climático”, “recursos evaporíticos Litio”, “energías alternativas”, “biocombustibles” y “gobernabilidad y gobernanza de los recursos naturales energéticos”.
Entre los principales resultados de estos espacios se destaca, por ejemplo, el tema de hidrocarburos, donde se habló de ajuste a las políticas sectoriales que permitan aprovechar potenciales mercados para el gas boliviano, planteándose para el 2030 una nueva políticas de explotación de hidrocarburos con incentivos más sostenibles.
En el caso del financiamiento climático, se ha analizado éste como una oportunidad para acelerar la transición energética, a través de proyectos innovadores, la inclusión de nuevos actores y el desarrollo de capacidades específicas en el sector energético para trabajar este tema.
“El financiamiento climático ha permitido al PNUD trabajar con socios no tradicionales y utilizar una diversidad de fuentes de financiamiento”, destacó el representante Residente Adjunto de PNUD en Bolivia, Dennis Funes, quien valoró la construcción, ampliamente participativa, de una mesa de finanzas sostenibles que hoy da sustento al debate sobre el tema energético.
Sobre el tema de los biocombustibles se planteó mejorar los mecanismos de coordinación con el sector privado a partir de la planificación de volúmenes, desarrollo de la investigación y mayor financiamiento, con el horizonte que para el 2050 se sustituyan las importaciones de combustibles fósiles en el país.
Al abordar el tema de las energías renovables se analizó la necesidad de un nuevo marco normativo que permita adoptar nuevos servicios y tecnologías, respetuosos con el medio ambiente y que involucren actores y alianzas de todos los sectores.
En referencia al tema del litio, un elemento importante es la promoción de sistemas de gobernanza específicos, así como nuevos modelos de negocios, que generen capacidades productivas y tecnológicas. Hubo consenso en la necesidad de contar con un marco fiscal y regulatorio fuerte, pero atractivo a las inversiones.
Finalmente, en el tema de energías alternativas, se habló de impulsar la industria del hidrógeno “verde” y el potencial solar existente, identificando oportunidades y posibles barreras. Finalmente, en el tema de la energía nuclear se destacó la necesidad de impulsar proyectos de reactores modulares pequeños (SMR) como alternativa al proceso de transición energético.
Gobernanza energética
La transición energética implica no sólo avances a nivel técnico, sino también de orden político que permitan consensos amplios respecto a las políticas energéticas que el país requiere. Para esto, el promover espacios de gobernanza es fundamental para impulsar este proceso.
“Los organismos internacionales en este ámbito pueden aportar en poder acercar conocimiento. Un desafío de la transición energética es como transitar curvas de aprendizaje que pueden generar costos muy altos, principalmente en lo social y político. Es fundamental cómo se gestiona el conocimiento, hablar de gobernanza preventiva y anticipatoria”, destacó el Coordinador de Programas y Gestión Institucional del PNUD en Bolivia, Fernando Aramayo.
Explicó que el PNUD está apoyando a 38 diferentes países, incluido Bolivia, en el camino de transitar de una matriz energética tradicional a otra basada en modelos menos contaminantes, dando soporte a los nuevos modelos energéticos, impulsen la transición energética y contribuyan al desarrollo sostenible del país. “Un elemento fundamental es cómo generar voluntades políticas que se traduzcan en políticas de Estado”, concluyó.