Comunidades mediterráneas sostenibles
La Ecorregión Mediterránea ocupa un lugar central en la sustentabilidad del desarrollo de Chile por sus valores sociales, culturales, económicos y ambientales de importancia mundial, y que se ven afectados por las actividades productivas. Definida para el proyecto por el territorio comprendido entre las regiones de Atacama a La Araucanía, la Ecorregión Mediterránea constituye el área del país con mayor densidad de población y un mayor grado de degradación de sus recursos.
El proyecto Comunidades Mediterráneas Sostenibles tiene por objetivo instalar un proceso participativo que promueva el uso sostenible de la tierra y de los servicios del ecosistema por parte de las comunidades en la Ecorregión Mediterránea.
Esta iniciativa propone involucrar a cerca de 100 organizaciones comunitarias y otros actores relevantes a nivel territorial en la realización de proyectos que abordarán problemas del desarrollo local −integrando a las tres esferas de la sostenibilidad: la ambiental, la social y la económica− y permitirán la generación de beneficios ambientales mundiales. Estos proyectos se establecerán a nivel local a través de plataformas instaladas a escala de paisaje, buscando la generación de sinergias para obtener resultados e impactos sostenibles.
Desafíos
¿Qué logros se pretenden conseguir?
* 8 experiencias piloto permitirán promover el manejo sustentable de los recursos naturales para la conservación de la biodiversidad, el mantenimiento de las reservas de carbono, la recuperación de suelos degradados y el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades y conocimientos a nivel comunitario.
* El proyecto apoyará la coordinación de los 8 territorios piloto para asegurar la difusión de los conocimientos y lecciones aprendidas a través de la ecorregión y a nivel nacional.
* Se pretenden conservar 700.000 hectáreas de bosque bajo esquemas de certificación a través de acciones con enfoque comunitario.
* Se elaborarán planes de gestión forestal comunitaria y se generarán y fortalecerán capacidades a nivel comunitario para su implementación.
* Se promoverá la implementación de buenas prácticas que favorezca la recuperación de 140.000 hectáreas de suelos degradados, aportando a su resiliencia desde un manejo con enfoque comunitario.