La experiencia desde los municipios de La Montañita y Florencia, en Caquetá
Por: Diana Ramírez Camacho, profesional de gestión del conocimiento área de Reducción de Pobreza e Inequidad.
La paz es una prioridad en la agenda política y comunitaria de Colombia. A nivel internacional también lo es y por eso ha quedado consignada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, que aboga por la paz, la justicia y las instituciones sólidas. El proyecto Equidad y Progreso, infraestructura y desarrollo rural[1], está logrando avances importantes en esta vía. Este blog muestra cómo desde el proyecto se fortalece las capacidades de la Policía Nacional, como representante del Estado en La Montañita y en Florencia, en el departamento del Caquetá. Todo el contenido de este artículo hace referencia explícita a las percepciones y experiencias que han tenido los beneficiarios y beneficiarias del proyecto, así como los miembros de la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural (DICAR), quienes lideran el proyecto con el acompañamiento técnico del PNUD.
Uno de los medios de implementación[2] del ODS 16 es fortalecer las instituciones nacionales, para crear la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia (ODS 16.a). El proyecto Equidad y Progreso, está logrando fortalecer las capacidades de la DICAR para combatir y prevenir las violencias y los delitos, fortaleciendo así la seguridad rural y las condiciones para promover el desarrollo territorial. Esto se está logrando a través de la ejecución de infraestructura y el fortalecimiento productivo a los agricultores.
El proyecto genera empleabilidad para la construcción de obras comunitarias y productivas, así como el fortalecimiento de iniciativas productivas que se implementan con el apoyo de gestores de infraestructura de la DICAR.
De acuerdo con los y las participantes del proyecto, algunos elementos exitosos son:
Primero, la voluntad de construir paz. Marlén Molina, participantes del proyecto, afirma que el departamento del Caquetá es hoy un escenario de construcción de paz y que esta experiencia ha sido una oportunidad de recomponer el proyecto de vida, de subsanar la violencia, el dolor, de generar esperanza y de empoderarse. El proyecto le ha transmitido a Marlen positivismo y confianza, pues lo que se ha planeado y soñado, se está ejecutando a cabalidad.
Segundo, las capacidades instaladas en la DICAR están alineadas con las necesidades y dinámicas de la comunidad. A través de la línea de fortalecimiento productivo se crean medios de vida. La orientación técnica de la DICAR se evidencia en el mejoramiento productivo[3] de los beneficiarios(as), así como en la generación de ingresos y el mejoramiento de la calidad de vida. Esto genera confianza en el proceso de fortalecimiento y en la institucionalidad.
Tercero, la transformación de la percepción de la Policía Nacional. Las organizaciones reconocen que en “el departamento y en la región, la Policía no gozaba de aprecio”, pero ahora los y las participantes consideran que la Policía está armonizada con la comunidad y con sus objetivos y que al liderar el proyecto Equidad y Progreso, “la DICAR se dio a conocer en la zona rural como un aliado estratégico del campesino, que brinda seguridad y realiza acompañamiento a los productores y es un amigo que desarrolla a la par las actividades propias del campo, conjuntamente con las y los productores. Desde la perspectiva de la DICAR, el mejoramiento de la relación entre la Policía Nacional y la comunidad ha sido lo más importante del proyecto. Se percibe que en La Montañita se está viviendo un ambiente de confianza, generado por la interacción de trabajar hombro a hombro con las organizaciones, desde fundir cemento hasta orientar técnicamente el manejo de siembra, cosecha y postcosecha. El acompañamiento y las capacidades instaladas de la línea productiva, de infraestructura, y de fortalecimiento de organizaciones, catapultó a la Policía y hoy son vistos como un agente de cambio en el territorio. Las mediciones de la percepción de la DICAR, realizadas por el PNUD, demuestran que se ha duplicado el reconocimiento de la DICAR por parte de los beneficiarios y beneficiarias[4], ha mejorado sustancialmente la confianza y la buena calificación al desempeño de la institución[5].
En la primera experiencia del proyecto Equidad y Progreso fue evidente que se están generando avances importantes en dirección del cumplimiento del ODS 16, al fortalecer a la DICAR como representante del Estado en el territorio, aumentar su capacidad de prevenir las violencias, y acompañar a las organizaciones en la creación de medios de vida. Esto está generando oportunidades económicas, así como esperanza y confianza en las comunidades rurales. Finalmente, se destaca que el proyecto ha sido implementado en otros territorios, con resultados similares, demostrando que la metodología con enfoque territorial y comunitario es replicable y constituye una alternativa viable para la construcción de paz en el sector rural.
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[1] El proyecto Equidad y Progreso: infraestructura y desarrollo rural, se desarrolla actualmente en 4 municipios adicionales: Valle del Guamuez en Putumayo y Tarazá, Cáceres y Valdivia, en Antioquia. El proyecto contempla la construcción de pequeña infraestructura comunitaria y productiva y el desarrollo económico y rural de organizaciones de productores. Este proyecto es financiado por la Embajada de Estados Unidos y ha evidenciado resultados positivos en todos los municipios.
[2] Los medios de implementación de la Agenda 2030, son las metas numeradas con letras. Éstas se consideran requisitos para la implementación efectiva de los ODS
[3] De líneas piscícolas, de cacao y pimienta.
[4] La primera medición, el 44% de beneficiarios y beneficiarias indicó reconocer a la DICAR, mientras en la segunda medición el 98% indicó reconocer la institución.
[5] La primera medición, el 41.2% de beneficiarios y beneficiarias otorgó una calificación buena a la DICAR, mientras en la segunda medición el 83.5% indicó dicha valoración.