¿Cuáles son los desafíos?

Desde la Constitución Política de 1991 se definió que Colombia es “un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general” (Const., 1991, art. 1). Durante estos casi 30 años, Colombia ha implementado un modelo de descentralización que transfiere responsabilidades y recursos desde el nivel nacional, a los niveles municipal y departamental.

Al realizar un balance, luego de casi tres décadas de las reformas de descentralización, se han identificado retos que persisten a pesar de los avances:

• Hay traslapes y duplicidad de competencias entre el nivel nacional y territorial; ausencia de definición clara de competencias en algunos sectores; concentración de competencias en el nivel nacional; vacíos normativos en competencias para resguardos indígenas o asociaciones de resguardos indígenas, entre otros.

• Existe una atomización de recursos a nivel municipal y baja concurrencia en proyectos de impacto regional (SGP, Sistema General de Regalías-SGR y Presupuesto General de la Nación-PGN) dado que las transferencias están destinadas a sectores específicos y no están orientadas a resultados.

• Hay desafíos en la conformación y el funcionamiento de las figuras de desarrollo regional y subregional y de ordenamiento territorial, por ejemplo, la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT) de 2011 y la Ley de Regiones (2019), entendidas como apuestas por la asociatividad territorial que aún deben fortalecidas. Este punto es especialmente relevante en figuras como las regiones, las provincias, los distritos y las ETI.

• Es necesario gastar de manera inteligente ante un escenario de menor espacio fiscal y lento crecimiento: no más ni menos sino mejor (BID, 2019). Esto implica revisar cómo mejorar la eficiencia asignativa sobre el gasto entre el nivel subnacional y territorial y revisar los trade-offs en esta asignación.

• Es necesario fortalecer la autonomía tributaria y la gestión de recaudo pues se identifica que las entidades territoriales son más eficientes cuando gastan los ingresos que ellos mismos recaudan a través de impuestos locales que lo que reciben de transferencias del nivel central o de ingresos extraordinarios de los recursos naturales (BID, 2019).

Estos retos exigen repensar el modelo de descentralización, revisando la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, y con ello contribuir al logro de objetivos tales como la reducción de desigualdades, el aumento de la legitimidad de las instituciones públicas, y el fortalecimiento de la democracia.

Resultados Esperados

Asistencia técnica brindada en la implementación de la Misión de Descentralización con sus componentes técnico, jurídico, participativo y de comunicaciones.

Necesidades de actualización, ajuste e inclusión de herramientas / instrumentos para la formulación y ejecución de políticas públicas con enfoque territorial definidas.