Declaración de Achim Steiner, Administrador del PNUD, sobre el resultado de las negociaciones sobre el clima en la COP28
13 de Diciembre de 2023
Al concluir las negociaciones sobre el clima de la COP28 en Dubai, el acuerdo final, respaldado por más de 190 países y territorios, muestra algunos avances significativos, aunque persisten muchas frustraciones.
El resultado de la COP28 ha consolidado el objetivo de 1,5 grados Celsius como la meta y la guía para la ambición climática colectiva. Dado que 2023 es el año más cálido desde que hay registros, reafirmar ese objetivo subraya la urgencia de adoptar la acción climática a una velocidad y escala que concuerdan con lo que la ciencia nos indica.
Por primera vez, las naciones han acordado formalmente transicionar hacia fuentes de energía alejadas de los combustibles fósiles de una manera justa y equitativa. Estos combustibles están en el núcleo del problema climático global, como reiteró el Secretario General de la ONU en sus comentarios de clausura.
Algunas personas están comprensiblemente frustradas de que el lenguaje acordado podría haber sido más contundente en este asunto. No obstante, sigue siendo la señal más inequívoca hasta la fecha de que el mundo está avanzando más allá de la era de los combustibles fósiles.
La declaración debería considerarse como el punto de partida para lograr más ambición, y no como el punto final. Fundamentalmente, los países han acordado que las economías exitosas del futuro serán neutras en carbono.
En Dubai, las partes también lograron un avance: la creación de un Fondo para Pérdidas y Daños, con casi 800 millones de dólares de los Estados Unidos de capitalización que tuvo lugar el día de apertura de las negociaciones. El Fondo ayudará a quienes más sufren los efectos del cambio climático, a pesar de ser menos responsables de dichos impactos.
Sin embargo, en los temas controvertidos de financiamiento, las negociaciones de la COP en Dubai siguen quedándose cortas en lo que las naciones más vulnerables consideran una necesidad urgente: contar con financiamiento suficiente para poder cubrir sus necesidades y llevar a cabo acciones climáticas al nivel de ambición necesario.
Los recursos destinados a temas climáticos no aumentaron de manera sustancial para apoyar a las naciones más vulnerables en la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles y adaptarse a los efectos catastróficos de un clima más cálido, que ya vamos presenciando todos los días alrededor del mundo.
Este tema crucial de movilizar suficientes recursos financieros para abordar la crisis climática será el foco de la COP del próximo año. No obstante, no podemos esperar hasta entonces. Las inversiones deben llevarse a cabo ahora. Es hora de impulsar el financiamiento, lo que incluye partidas para la mitigación, la adaptación, las pérdidas y daños, y la reforma de la arquitectura financiera internacional.
En la COP28, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tuvo un papel prominente al conectar las discusiones en las salas de negociación con la acción en el terreno, mientras proporcionaba apoyo técnico exhaustivo a las delegaciones de los países en desarrollo.
Durante los próximos dos años, los gobiernos prepararán una tercera ronda de compromisos de acción climática de cinco años (conocidas como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional o NDC por sus siglas en inglés) bajo el marco acordado en París en 2015. A medida que las negociaciones de este año llegan a su fin y miramos hacia el futuro, es vital que estos nuevos compromisos sean lo suficientemente audaces y ambiciosos para mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global de 1,5 grados Celsius.
En el PNUD, a través de nuestra iniciativa Climate Promise, brindaremos a los países en desarrollo en la próxima ronda de NDC, y ofreceremos apoyo escalado para la promoción de la acción climática.
La COP28 apuntó el camino a seguir. Ahora las naciones deben trabajar juntas para descarbonizar sus economías de una manera justa y equitativa para todas las personas.