La cooperación Sur-Sur se ha convertido en una herramienta esencial para el intercambio de conocimientos, habilidades y recursos entre países en desarrollo, desde la firma del Plan de Acción de Buenos Aires para Promover y Realizar la Cooperación Técnica entre los Países en Desarrollo (PABA), en septiembre 18 de 1978. 

Este año, el Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, celebrado cada 12 de septiembre, tiene como tema: “Un mejor mañana a través de la Cooperación Sur-Sur”, y busca resaltar cómo la colaboración entre países puede acelerar el desarrollo sostenible.

En este contexto, la República Dominicana destaca como un actor importante. El país ha compartido, a lo largo de los años, sus experiencias y lecciones aprendidas con otras naciones de América Latina y el Caribe – en algunos casos en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)—contribuyendo al progreso colectivo hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Un ejemplo es sin duda el enfoque en la inclusión de poblaciones vulnerables, como los jóvenes que ni estudian ni trabajan (NiNi’s), quienes se han beneficiado de programas sociales que buscan su reinserción económica y social. Iniciativas como "Oportunidades 14-24", en colaboración con el Gabinete de Políticas Sociales, han servido para apoyar a estos jóvenes a través de capacitación y pasantías, facilitando su entrada al mercado laboral y promoviendo el emprendimiento. 

Otro caso importante se da en el ámbito de la protección contra el VIH, donde República Dominicana ha intercambiado, con facilitación de PNUD, experiencias en diversas misiones de cooperación Sur-Sur, como lo es con Cuba, país con el que se han discutido soluciones para la protección de poblaciones vulnerabilizadas, y el fortalecimiento de los sistemas.

También, PNUD ha facilitado visitas de cooperación entre República Dominicana, México, Cuba y Brasil, entre otros países de la región, para intercambiar experiencias en protección social, justicia, y otras prioridades de desarrollo. Estas interacciones han permitido identificar oportunidades en modelos exitosos que pueden adaptarse a las realidades de cada país.

Uno de los casos a destacar es la colaboración con México, donde recientemente la República Dominicana compartió su experiencia en programas sociales destinados a los jóvenes. La focalización de las intervenciones a través de mecanismos transparentes y el fortalecimiento de las capacidades técnicas fueron algunos de los temas claves discutidos, demostrando cómo los países pueden beneficiarse mutuamente al compartir sus logros y aprendizajes.

El potencial de la República Dominicana para seguir contribuyendo a la cooperación Sur-Sur es enorme. A medida que el país continúa profundizando sus políticas de desarrollo, existen innumerables oportunidades para compartir lecciones aprendidas con otras naciones. 

Reafirmamos nuestro compromiso en seguir apoyando la agenda de cooperación Sur-Sur. Ponemos a disposición toda la red de más de 170 países y territorios como plataforma para apoyar la diseminación de estas experiencias y ratificamos nuestro compromiso de fomentar un aprendizaje conjunto que beneficie a toda la región de América Latina y el Caribe, para que nadie se quede atrás.