Medición de pobreza multidimensional con foco en mujeres para erradicar la pobreza en América Latina y el Caribe, propone PNUD

Análisis más precisos son claves para formular recomendaciones de políticas que sean sensibles al género

18 de Octubre de 2023

Ciudad de Panamá, Panamá —Derribar las barreras sistémicas a la igualdad de género nunca ha sido más urgente para reducir las desigualdades, por esta razón, en el marco del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en América Latina y el Caribe (PNUD LAC) presenta una propuesta de Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) con foco en las mujeres con datos de 10 países de la región (Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Panamá, República Dominicana y Uruguay). 

El análisis revela que el 27.4 por ciento de las mujeres experimentan pobreza multidimensional. La intensidad de la pobreza, medida como la proporción promedio de privaciones entre las mujeres pobres, es del 48 por ciento. Es decir, en promedio, las mujeres en situación de pobreza experimentan privaciones en casi cinco de los diez indicadores que componen este IPM. 

“Poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones exige abordar las barreras estructurales que enfrentan las mujeres. El análisis preciso de cómo experimentan las mujeres la pobreza multidimensional es fundamental para atender sus necesidades específicas, identificar obstáculos que les impiden escapar de la pobreza y formular recomendaciones de políticas transformadoras en términos de género,” señala Michelle Muschett, directora regional de PNUD LAC.

La feminización de la pobreza en la región es un fenómeno bien documentado, según datos de CEPAL para el 2019 - antes de la COVID19- por cada 100 hombres pobres había 113 mujeres pobres en la misma condición, mientras que para 2021 - post pandemia – este número incrementó a 100 hombres viviendo en hogares pobres en la región y a 116 mujeres en situación similar. Esto actúa como una barrera estructural para las sociedades, para el desarrollo sostenible y para el logro de la Agenda 2030, ya que limita la autonomía económica, física y de toma de decisiones de las mujeres y de sus familias. 

En los 10 países analizados el 19 por ciento de las mujeres urbanas experimentan pobreza multidimensional, este porcentaje es casi tres veces mayor para las mujeres rurales, alcanzando el 58 por ciento. Así mismo, el estudio muestra que las principales privaciones que enfrentan las mujeres en situación de pobreza pobres multidimensional en estos países están relacionadas con una “condición de actividad desfavorable” – el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, informalidad o asalariada que no alcanza el salario mínimo -; y la “falta de acceso a internet” con un 66,3 por ciento y un 50,6 por ciento de las mujeres adultas, respectivamente. 

Esta propuesta se estructura en torno a cinco dimensiones y veintiuno indicadores: salud y violencia, educación y acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), trabajo, vivienda y acceso a servicios básicos, y derechos económicos y participación. El índice  resalta la urgencia de recopilar datos sensibles al género en las encuestas de hogar para medir la pobreza con enfoque de género de manera efectiva y ofrece recomendaciones para garantizar la desagregación de datos según criterios relevantes como edad, etnia, discapacidad, área geográfica, identidad de género, orientación sexual, religión, estatus migratorio, nacionalidad, nivel de ingresos, maternidad y edad de las personas dependientes para analizar la interseccionalidad de las privaciones en las mujeres. Así mismo, el índice sugiere la inclusión de indicadores relacionados con el uso del tiempo, la violencia y la salud sexual y reproductiva en futuras encuestas.

El análisis recomienda además implementar políticas públicas en cuatro áreas claves para así promover una transformación género sensible: protección social, sistemas integrales de cuidados, políticas activas del mercado de trabajo y sistemas fiscales justos, así como considerar los desafíos y discriminaciones particulares de las mujeres en su diversidad, abordar su valor económico, garantizar su seguridad y mejorar su calidad de vida. 

A pesar de los avances, este estudio pone en relieve las realidades complejas de la pobreza que aún enfrentan las mujeres en América Latina y el Caribe y busca contribuir al desarrollo de políticas públicas que sean género transformadoras, permitiendo el desarrollo y empoderamiento de las mujeres, además de salvaguardar décadas de progreso. 

El PNUD propone a tomadores de decisión tres estrategias para incorporar una perspectiva de género en la medición multidimensional de la pobreza: 1) integrar de indicadores sensibles al género en los Índices de Pobreza Multidimensional existentes; 2) analizar los Índices de Pobreza Multidimensional desde una mirada de género; y, 3) elaborar un IPM específico para mujeres. 

Descargue aquí la propuesta de Índice de Pobreza Multidimensional con Enfoque en Género de PNUD LAC. 

Contactos para medios:

Ana María Currea, ana.maria.currea@undp.org

Vanessa Hidalgo, vanessa.hidalgo@undp.org

Acerca del PNUD:

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo es la principal organización de las Naciones Unidas que lucha para poner fin a la injusticia de la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. Trabajando con nuestra amplia red de expertos y asociados en 170 países y territorios, ayudamos a las naciones a construir soluciones integradas y duraderas para las personas y el planeta. 

Más información en: www.undp.org/es/latin-america

Nota para el editor sobre la medición: 

En la primera etapa de construcción del índice se realizó un análisis de las causas subyacentes de la pobreza femenina en América Latina y el Caribe para identificar las principales dimensiones a considerar. Con base en estos hallazgos, se elaboró una «versión ideal» o versión completa de un IPM con enfoque en mujeres hasta llegar a una «versión factible», después de un proceso de revisión de las Encuestas de Hogares disponibles antes de 2020 en los diferentes países de la región que fueron seleccionados para el estudio.

La «versión ideal» del IPM con enfoque en mujeres se estructura en torno a cinco dimensiones: Salud y violencia, Educación y acceso a las TIC, Trabajo, Vivienda y acceso a servicios básicos, y Derechos económicos y participación. Esta propuesta de IPM tiene 21 indicadores y asume que toda la información necesaria para medir los diferentes aspectos de la pobreza femenina a través de los indicadores propuestos está disponible en la misma fuente de datos. 

En una segunda etapa, se realizó un proceso de revisión de la disponibilidad de información para estimar estos indicadores en las encuestas de hogares de los 10 países seleccionados en el estudio: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Panamá, República Dominicana y Uruguay. De los 21 indicadores propuestos inicialmente, solo 13 estaban disponibles, total o parcialmente, en todas las encuestas de hogares que se han realizado alrededor de 2019.

La «versión factible» del IPM con foco en mujeres para ALC considera a las mujeres de 18 años y más como unidad de identificación y análisis y cuenta con cinco dimensiones: i) Salud y servicios de cuidado, ii) Educación y composición del hogar, iii) Autonomía económica, iv) Acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y v) Vivienda y acceso a servicios básicos.