Impulsan el abordaje conjunto a la contaminación del aire y el cambio climático
9 de Noviembre de 2023
El Cambio climático está impactando la dinámica social, económica y ambiental y de manera especial los medios de vida de las poblaciones más vulnerables. Los cambios en los patrones de lluvia, recurrencia de fenómenos de sequías e inundaciones han provocado importantes pérdidas y daños en la infraestructura física productiva y social, especialmente en el sector agropecuario. Durante las últimas tres décadas los impactos del cambio climático le han costado a la economía salvadoreña más de $2,200 millones de dólares en pérdida de productividad según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el marco del proyecto Agenda de Cumplimiento de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus gilas en inglés), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoyó al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en el desarrollo de tres talleres multidisciplinarios para el personal institucional, líderes y expertos en las ciencias de la contaminación atmosférica (calidad del aire) y la mitigación del cambio climático.
El objetivo de los encuentros fue fortalecer las capacidades de las instituciones nacionales para impulsar iniciativas de política con el fin de reducir la contaminación atmosférica que afecta negativamente la calidad de vida de las personas; actualizar la información existente en El Salvador, así como conocer y aplicar herramientas digitales para la elaboración de diagnósticos y pronósticos estadísticos oportunos.
Alrededor de 25 personas participaron en los talleres desarrollados entre septiembre y noviembre, impartidos por especialistas internacionales con amplia trayectoria en formulación de políticas públicas en salud, clima y calidad del aire, entre otras ramas relacionadas.
De acuerdo con datos de expertos, frecuentemente la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de las mismas fuentes. “Los contribuyentes significativos a ambos incluyen la combustión de combustible a base de carbono, la combustión que da como resultado emisiones industriales y de vehículos”, indicó Abraham Ortinez, consultor del Instituto Nacional de Ecología de México, durante el último taller.
Enfatizó en que reducir los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC) también disminuye la contaminación del aire, la cual es un factor de riesgo ambiental para la salud humana. “La acción climática y ambiental puede ser más coordinada y efectiva localmente. Ochenta y cinco de los ciento sesenta y nueve objetivos de la agenda de desarrollo sostenible están relacionados con la calidad del aire”, acotó.
Los CCVC como los productos de refrigeración, combustión de diésel y aerosoles, entre otros, son agentes atmosféricos contribuyentes al calentamiento global y al mismo tiempo degradan la calidad del aire. Tienen una vida útil relativamente breve en la atmósfera (entre pocos días a unas pocas décadas), a diferencia del dióxido de carbono (CO2), que permanece en la atmósfera durante siglos o milenios después de emitido.
A manera de ejemplo, los especialistas indicaron que en México se cuenta con una NDC que incluye una estrategia de trabajo remoto. “Si la gente vive en la zona rural o semiurbana y no tiene que ir a las oficinas, definitivamente vamos a mitigar, porque habrá menos combustible quemado. Todos aprendimos a trabajar en casa con el COVID y deberíamos tener esa dinámica”, señaló el especialista.
En la primera jornada, se compartió sobre el uso de datos satelitales para evaluar la calidad del aire en diferentes áreas geográficas. En la segunda, conocieron sobre el uso de la modelación o uso de modelos como una herramienta orientada a mejorar la calidad del aire y en la implementación a mediano plazo de un equipo de pronóstico como apoyo ante el cambio climático. En la última jornada, se capacitó sobre la herramienta LEAP (Planificación de Alternativas Energéticas de Largo Plazo) para estimar emisiones contaminantes, así como beneficios asociados a diversos escenarios de mitigación a nivel nacional, como una medida para fomentar el proceso de toma de decisiones.