Durante más de 36 años, Guatemala fue afectada por un enfrentamiento armado interno que dejó más de 200 mil víctimas y aproximadamente 40 mil personas desaparecidas.
Con la firma de los Acuerdos de Paz, en 1996, se propusieron medidas para la reconciliación de la sociedad guatemalteca y el desarrollo del país, entre ellas, la promoción de garantías de no repetición a través de una política activa de educación para la paz que incluyera la enseñanza de la memoria histórica.
En la actualidad se están dando pasos importantes en el cumplimiento de estas recomendaciones.
La importancia de la memoria histórica y la formación ciudadana
La enseñanza de la memoria histórica, los derechos humanos y los principios y valores democráticos, es esencial para la formación de una ciudadanía activa y la construcción de sociedades pacíficas e inclusivas. Esto es particularmente importante en países que han enfrentado conflictos armados.
En Guatemala, la iniciativa de incluir la memoria histórica en el Currículo Nacional Base (CNB) es una recomendación de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), que se consolidó con la creación del área de formación ciudadana tras las reformas impulsadas en el marco de los Acuerdos de Paz. Sin embargo, un estudio realizado en el 2015 evidenció desafíos metodológicos en su abordaje. Desde el enfoque que se venía aplicando, no se tenía un desarrollo programático de temas centrales como democracia, derechos humanos, memoria histórica y cultura de paz, y en algunos casos la formación ciudadana se limitaba a prácticas cívicas y memorísticas.
“Anteriormente no se profundizaba en temas importantes como los Acuerdos de Paz, porque el tiempo era muy reducido. En uno o dos períodos de clases era muy difícil abordar todos los contenidos”, relata Hansi Yucuté, Profesor del área de Estudios Sociales.
Transformando la formación ciudadana
En 2016, un grupo de organizaciones que participan en la Mesa Técnica de Educación para la Paz, con el acompañamiento del Sistema de las Naciones Unidas, elaboraron una propuesta pedagógica para el fortalecimiento del área de Formación Ciudadana, que contó con el aval del Ministerio de Educación de Guatemala y la puesta en marcha de un plan piloto durante 2017.
En coordinación con el Ministerio de Educación, la Mesa Técnica de Educación para la Paz y otras agencias de Naciones Unidas, el PNUD, a través de su Programa de Acompañamiento a la Justicia de Transición, apoyado por el Gobierno de Suecia y el Fondo para la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas, contribuyeron en la implementación de la prueba piloto de la Estrategia Nacional de Formación Ciudadana, en 90 centros educativos, en 7 departamentos del país: Guatemala, Chiquimula, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Quiché, Huehuetenango y Totonicapán.
“Esta nueva pedagogía busca mejorar la calidad de la formación ciudadana, a través de metodologías innovadoras que contribuyan a desarrollar esas competencias de ciudadanos plenos, responsables, que contribuyen al desarrollo social y a la construcción de la paz”, expresa Ana María Hernández Ayala, Directora de la Dirección General de Gestión de Calidad Educativa (DIGECADE) del Ministerio de Educación (MINEDUC).
El nuevo método incluye herramientas para enseñar la historia reciente, así como el contenido de los Acuerdos de Paz, los derechos humanos, transformación de conflictos, democracia y ciudadanía.
Invertir en educación
Esta iniciativa ya está contribuyendo a mejorar la práctica docente en el área de formación ciudadana.
Ahora los docentes tienen acceso a guías metodológicas para todos los niveles educativos con información sólida y actualizada sobre los distintos tópicos que comprende la formación ciudadana.
Durante la prueba piloto, 600 docentes participaron en actividades de capacitación y sensibilización para abordar los temas en el aula, beneficiando a más de 15,700 estudiantes.
“Con las nuevas estrategias de formación ciudadana, el alumno se acerca a la historia a través de ver relatos, testimonios y analizar casos reales que despierten su interés. Ahora los estudiantes debaten, resuelven y formulan sus propias conclusiones”, explica Ada Cucul, maestra de secundaria en San Pedro Carchá, Alta Verapaz.
Un hito para la paz
A partir de la implementación del plan piloto, el Ministerio de Educación emitió el Acuerdo Ministerial 3181-2017, dando un paso fundamental para integrar al sistema educativo nacional la nueva Estrategia Nacional de Formación Ciudadana. Un hito para la promoción de una cultura de paz en Guatemala.
El Acuerdo Ministerial establece mecanismos para implementar el área de formación ciudadana con un nuevo enfoque que permita el desarrollo de habilidades y destrezas tanto en docentes como en estudiantes, para el análisis de la historia y el entorno social y para ejercer una ciudadanía activa y responsable, sobre la base de los principios de solidaridad, tolerancia, libertad y respeto a los derechos humanos.
“Con este proceso estamos visionando ciudadanos más sensibles a lo que vivimos y a lo que hoy se vive y a entender porque la historia es importante para no repetirla”, subraya Ana María Hernández Ayala, Directora de la DIGECADE.
La Estrategia Nacional de Formación Ciudadana representa un aporte innovador y estratégico al campo de las garantías de no-repetición, y a su vez al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una muestra clara de lo que es posible lograr a través de alianzas entre instituciones de gobierno, sociedad civil y cooperación internacional.
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El Programa de Acompañamiento a la Justicia de Transición –PAJUST II-, da continuidad al proceso de consolidación de la justicia de transición en Guatemala -iniciado en una primera fase del Programa-, con el objetivo de contribuir en la ampliación de capacidades del Estado y de la sociedad civil para el ejercicio integral de los derechos a la verdad, justicia y reparación a víctimas del enfrentamiento armado interno (EAI) de Guatemala; así como en la promoción de medidas para la no-repetición de graves violaciones a los derechos humanos en el futuro. Conoce más sobre el programa aquí.