La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha conmocionado al mundo con la agilidad y velocidad de su propagación.
Desde que apareció en los humanos en China a fines del año pasado, ha recorrido el mundo, matando a miles de personas, enfermando a más de cientos de miles y provocando prohibiciones de viaje y confinamientos. Se han cancelado reuniones internacionales y eventos deportivos, más de 290 millones de niños no están en la escuela y los mercados están tambaleándose. En algunos países, el turismo, una ocupación vital para muchas personas, prácticamente se ha detenido y estamos viendo lugares emblemáticos como nunca antes, casi vacíos.
Se estima que la epidemia podría costar a la economía mundial US$2 billones.
El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, califica a la COVID-19 como "la crisis de salud global que define nuestro tiempo".
Ayuda para los más vulnerables.
Las pandemias pueden revertirse, pero solo con el más alto nivel de compromiso político.
La OMS ha pedido a la comunidad internacional US$675 millones para combatir el virus.
Las Naciones Unidas han dedicado US$15 millones para financiar actividades esenciales como el monitoreo de la propagación del virus, la investigación de casos y el apoyo a laboratorios nacionales.
Con la OMS a la cabeza, se ha establecido un Equipo de Gestión de Crisis de las Naciones Unidas. El PNUD está desempeñando un papel clave en la respuesta de la ONU a un nivel más amplio.
Sobre la base de nuestra experiencia con la respuesta a COVID-19 en Asia Pacífico, junto con nuestra labor mundial con el Ébola, Zika, H1N1, SARS y MERS, se ha establecido un Equipo de Gestión de Crisis del PNUD en Bangkok. Equipos similares le seguirán en otras regiones, y nuestra Red Global de Políticas trabajará con los países para asegurar que tengan el equipo necesario para prevenir y responder a COVID-19, y para asegurar que sus cadenas de suministro médico sean sólidas.
Mantén la calma y lávate las manos
Los virus transmiten el miedo tanto como la enfermedad. Expertos médicos y de salud pública han enfatizado repetidamente que COVID-19 es motivo de preocupación y preparación, no de pánico. Alrededor del 80% de las personas que contraen el virus tendrán solo síntomas leves o ningún síntoma en absoluto.
Para distribuir información precisa y no sensacionalista, el PNUD se ha asociado con AMV, una de las agencias de publicidad más grandes del mundo, y el actor, escritor y comediante británico Stephen Fry para la campaña Tweet Zero. Su objetivo es resaltar las acciones simples que pueden mantener a las personas a salvo, como lavarse las manos con frecuencia, quedarse en casa cuando se está enfermo y no tocarse la cara.
El objetivo de la campaña es simple: queremos que el tweet supere el crecimiento del virus, para que en todo el mundo, las personas puedan sentirse seguras de que se están comportando de una manera que las mantiene a sí mismas y a sus seres queridos a salvo.
Consecuencias económicas
La pandemia, si no se maneja correctamente, podría tener consecuencias económicas de gran alcance, lo que ampliaría las desigualdades existentes y obstaculizaría aún más los esfuerzos del mundo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha dicho que el virus podría causar recesión en algunos países y reducir el crecimiento anual en un 2,5%. El Banco Mundial ha anunciado un paquete económico inicial de US$12 mil millones para los países que están lidiando con los efectos económicos y de salud del brote.
El PNUD evaluará el impacto social y económico del virus, reunirá recursos, creará alianzas y comunicará acerca de los riesgos y qué se puede hacer para reducirlos. La buena salud es esencial para el desarrollo sostenible y, como parte de su compromiso con el ODS 3 (buena salud y bienestar), intensificará sus esfuerzos para ayudar a los países a lograr una cobertura sanitaria universal.
Estamos totalmente comprometidos a utilizar nuestros recursos al máximo para apoyar a los países más afectados, los países donde los sistemas de salud son más débiles y las personas son más vulnerables.