El tema de este año es "Invertir en las mujeres: acelerar el progreso”
Mensaje del Administrador del PNUD en motivo del Día Internacional de la Mujer 2024
6 de Marzo de 2024
Este año el tema del Día Internacional de la Mujer es “Invertir en las mujeres: acelerar el progreso”. Se trata de un recordatorio oportuno de que una financiación pública y privada suficiente y bien alineada será lo que en última instancia determinará que las personas tengan comida en la mesa, trabajo o acceso a la educación. Mientras que la riqueza mundial asciende a casi 500 billones de dólares de los Estados Unidos (USD; disponible en inglés), existe un marcado déficit en la financiación mundial que fluye intencionalmente hacia el avance de la igualdad de género; uno de los medios más poderosos para permitir que las personas salgan de la pobreza. Sin embargo, se necesitan 360.000 millones de USD (disponible en inglés) al año para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible. De hecho, se calcula que más de dos tercios de la riqueza mundial (disponible en inglés) está en manos de los países desarrollados. En verdad, la cuestión es dónde se gasta el dinero, quién lo gasta y quién se beneficia o no. Impulsar cambios en cuatro áreas clave será vital para reajustar el panorama financiero y garantizar que las mujeres puedan disfrutar de sus derechos.
En primer lugar, es fundamental apoyar a los países a lo largo de todo el ciclo de las finanzas públicas. Solo disponiendo del espacio fiscal adecuado podrá erradicarse la pobreza. Necesitamos un régimen fiscal mundial justo y sistemas impositivos verdaderamente progresivos que reduzcan la carga fiscal de las comunidades de bajos ingresos que, por lo general, son mujeres pobres. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está prestando apoyo especializado a los ministerios de finanzas de todo el mundo, desde el replanteamiento de la forma en que se movilizan los recursos a través de los impuestos hasta la forma en que se conciben, ejecutan y supervisan los programas presupuestarios. La iniciativa EQUANOMICS del PNUD apoya a los ministerios de finanzas y a las autoridades fiscales de 26 países para que las políticas fiscales contribuyan a la igualdad de género. Incluye un laboratorio global de aprendizajes (disponible en inglés), cuyo objetivo es ayudar a economistas y responsables políticos a replantearse el futuro del trabajo, dotándolos de los conocimientos necesarios para dirigir los cambios estructurales que ahora necesitamos.
En segundo lugar, el mundo debe comprometerse a reestructurar urgentemente la deuda de los países en desarrollo como parte de una reforma más amplia de la arquitectura financiera internacional, que es crucial para que millones de mujeres y hombres puedan salir de la pobreza. También necesitamos una arquitectura de la deuda adecuada para la igualdad de género. Con docenas de países en desarrollo afectados por la crisis de la deuda, los hogares son los que absorben el impacto de los recortes del gasto social y los servicios públicos, y el trabajo no remunerado de las mujeres se convierte en un subsidio invisible.
En tercer lugar, necesitamos ministerios de finanzas, bancos centrales y autoridades fiscales eficientes, responsables y transparentes. Además, debemos abordar el hecho de que muchas iniciativas que promueven reformas institucionales para la igualdad de género están fragmentadas, lo que limita su impacto. De hecho, si las instituciones financieras públicas no están equipadas y prontas para el cambio, es posible que no puedan emprender ni mantener dichas reformas. Las reformas integrales requieren algo más que formación ad hoc o inversiones segmentadas en paridad. Es necesario trabajar con el ecosistema de las instituciones públicas. Por ello, iniciativas como el Sello de Igualdad de Género para Instituciones Públicas del PNUD están reconociendo a los ministerios de finanzas, las autoridades fiscales y otras instituciones comprometidas con la igualdad de género, al tiempo que las preparan para impulsar reformas fiscales sensibles al género.
Por último, mientras el mundo se enfrenta a los niveles más altos de conflictos violentos desde 1945, la falta de recursos financieros sigue siendo el obstáculo más grave y persistente para poner en práctica los compromisos mundiales (disponible en inglés) con la mujer, la paz y la seguridad de los últimos 15 años. De hecho, en contextos de crisis y conmoción, las mujeres tienen casi ocho veces más probabilidades que los hombres de ser pobres. Por esta razón, el PNUD trabaja como parte de la familia de las Naciones Unidas en países de todo el mundo. Desde el Afganistán, donde el PNUD ha apoyado a 75.000 empresas propiedad de mujeres (disponible en inglés) desde 2021, lo que ha dado lugar a la creación de unos 900.000 puestos de trabajo, hasta Côte d’Ivoire, donde trabaja junto a las mujeres para que reconstruyan sus vidas y perciban ingresos tras la violencia.
Con socios clave como ONU Mujeres, el PNUD va a #InvertirEnMujeres, rompiendo barreras y prejuicios, garantizando que las mujeres puedan liderar. Las mujeres, sus comunidades (y nuestra comunidad global, de hecho) no pueden permitirse esperar.