Operaciones de la industria del petróleo y el gas pueden tener impactos positivos en una variedad de áreas cubiertas por los ODS
Ciudad de México.- Con el fin de encauzar el diálogo y ofrecer un marco de referencia para visualizar cómo las actividades del sector petróleo y gas pueden incidir en y enfrentar los retos ambientales y sociales, al tiempo que se potencializan y maximizan los beneficios económicos para la sociedad, se llevó a cabo en la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el Taller de Expertos para la Prueba Piloto para la Clasificación de Recursos y Reservas Petroleras de México conforme a la Clasificación Marco de Naciones Unidas para la energía fósil y los recursos y reservas minerales 2009.
El evento contó con la participación de la Comisionada de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Sra. Alma América Porres Luna; el Comisionado Presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Sr. Juan Carlos Zepeda Molina; el Director Ejecutivo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), Sr. Carlos de Regules Ruíz Funes; el Jefe de la Unidad de Políticas de Exploración y Extracción de Hidrocarburos, Secretaría de Energía, Sr. Fernando Ruiz Nasta; y la Directora de país del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD) en México, Sra. Katyna Argueta.
En los últimos treinta años, el mundo ha sido testigo de grandes avances en el desarrollo: más de mil millones de personas han sido eliminadas de la pobreza, la esperanza de vida ha aumentado significativamente y las tasas de alfabetización han aumentado considerablemente. Sin embargo, el progreso ha sido a expensas del entorno natural y de la salud de las personas.
También, en el futuro, las presiones sobre el medio ambiente seguirán creciendo: en las próximas dos décadas, la población mundial se expandirá en más de 1.2 mil millones de personas y la demanda de alimentos aumentará en un 35%, el agua en un cuarenta por ciento, y la energía en un cincuenta por ciento.
Por ello, “invertir en un medio ambiente sano, no sólo es esencial por sí mismo, sino también lo es para el bienestar humano”, dijo la directora de país del PNUD en México.
“Este imperativo se refleja bien en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye varios objetivos que tienen que ver con la preservación de la integridad del planeta, así como con el uso sostenible de los recursos, incluyendo los recursos energéticos, capturado en el ODS 7”, explicó la Sra. Argueta.
Está demostrado que el sector de petróleo y gas es uno de los sectores industriales a nivel mundial capaz de generar los mayores impactos positivos en las condiciones de desarrollo de las personas.
Específicamente, las operaciones de la industria del petróleo y el gas pueden tener impactos positivos en una variedad de áreas cubiertas por los ODS, incluyendo: la generación de empleos dignos directos e indirectos; permitiendo el acceso a la energía que dispara la actividad económica y el desarrollo social; contribuyendo con impuestos y otros tipos de ingresos a los gobiernos; permitiendo el desarrollo de tecnologías avanzadas y productos; invirtiendo en el éxito social y económico a largo plazo de las comunidades en las que operan y gestionando los impactos de sus operaciones haciendo hincapié en la protección del medio ambiente, la salud y seguridad, y derechos humanos.
La Sra. Argueta resaltó la necesidad de incluir y focalizar estas acciones en las necesidades de los más vulnerables, así como prestar especial atención a la igualdad de género y a la importancia de las mujeres como factor detonante de la rentabilidad de la industria. Otros factores por considerar son la inclusión social y la expansión y fortalecimiento de las actividades de protección del ambiente.
“El sector energético, como ningún otro, ofrece además una oportunidad genuina para potenciar un diálogo entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil, donde la innovación, y la participación de todos los actores involucrados, permita abrir los espacios necesarios para establecer los compromisos y la corresponsabilidad en materia socioambiental, un diálogo que desde una perspectiva de construcción conjunta fomente las contribuciones positivas del sector y mitigue sus posibles impactos, atendiendo así los retos para alcanzar el desarrollo sostenible”, concluyó la Sra. Argueta, además de mencionar el compromiso del PNUD para apoyar los esfuerzos para implementar las mejores prácticas nacionales e internacionales en materia de sostenibilidad del desarrollo.