Manizales tiene trayectoria con ejercicios de planeación y de prospectiva, es una ciudad que viene proyectándose y pensándose a futuro desde hace varias décadas. En los múltiples ejercicios de planeación que se han hecho desde el sector público, privado y la academia se han logrado definir metas y priorizar apuestas sectoriales de desarrollo productivo y en materia de competitividad.

Establecer una agenda local al 2030 alineada con los ODS tiene dos ventajas. Por un lado, el 2030 es una meta cumplible para la ciudad, no es muy lejana para ser difícil de alcanzar ni muy cercana de modo que no permita realizar acciones de impacto. La agenda que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible en sus 17 metas es ambiciosa, lo que hace necesario tener un horizonte justo de tiempo que permita aterrizar una hoja de ruta e implementar proyectos que le apunten al cumplimiento de las metas.