¿Cómo pueden los periodistas verificar la información errónea sobre el COVID-19? ¿Cómo es que los memes que proclaman curas milagrosas, las estadísticas engañosas y otros tipos de falsedades ampliamente difundidas perjudican a las sociedades y constituyen una amenaza a la salud pública? ¿Cómo pueden los periodistas mantenerse seguros mientras informan sobre esta pandemia sin precedentes?
Estas son algunas de las preguntas a las que se enfrentan los periodistas que reportan sobre el COVID-19 para proporcionar al público la información precisa que necesitan y ayudarlos a tomar decisiones informadas.
Para apoyar a los periodistas a enfrentar la crisis sanitaria mundial sin precedentes, la UNESCO, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Knight de Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas, organizaron un curso masivo abierto en línea (MOOC) titulado “Periodismo en la pandemia: Cubrir el COVID-19 ahora y en el futuro". El curso, iniciado el 4 de mayo, también fue posible gracias al apoyo de la Fundación Knight y el PNUD.
Durante sus cuatro semanas iniciales, el programa de capacitación en línea atrajo a más de 9.000 profesionales de los medios de comunicación de 162 países. El curso les proporcionó los conocimientos e instrumentos necesarios para cubrir la crisis sanitaria y dar sentido al gran flujo de desinformación descrita por la OMS como una "infodemia masiva". Como se destaca en el informe de política de la UNESCO "DESINFODÉMIA: Descifrando la desinformación sobre el COVID-19", la enorme cantidad de falsedades crea confusión sobre la información científica, lo cual tiene un impacto inmediato en cada persona. Los participantes latinoamericanos contaron con una semana adicional para debatir las particularidades de la región en el enfrentamiento de la pandemia.
Para el periodista tanzano Emmanuel Rubagumya, "todo el curso fue una revelación. Amplió mi comprensión de la pandemia". Los debates sobre la actual "infodemia" que acompañan a la crisis sanitaria le hicieron más consciente del hecho de que "los y las periodistas son amplificadores de la información y deben ser muy cuidadosos con lo que informan o citan". Si no lo hacen, causan más daño que bien".
Amanda Rossi, periodista independiente brasileña, quien facilitó la versión portuguesa del curso, dijo que "a pesar de que los participantes procedían de entornos muy diferentes, mostraron un entusiasmo común por luchar contra la desinformación". (...) Hay periodistas en todas partes, dispuestos a marcar la diferencia".
Teorías sin comprobación científica, y otras informaciones falsas sobre el COVID-19 que inundaron Internet, han hecho que el trabajo de los y las periodistas profesionales sea particularmente complejo y arduo.
El curso ofreció a los participantes la oportunidad de formar parte de una comunidad de aprendizaje entre pares, permitiéndoles interactuar con periodistas de datos y organizaciones de verificación de hechos que colaboran para detener la difusión de estadísticas manipuladas y consejos cuestionables sobre prevención, que suelen circular con la intención de politizar el COVID-19. Los participantes aprendieron a identificar y contrarrestar los engaños, y a identificar y compartir información verificada.
El curso también recordó a los participantes el valor primordial de la verificación de los hechos y les proporcionó valiosos instrumentos para aplicar esos conocimientos en su labor diaria. Ricardo Rivas, periodista del diario paraguayo La Nación, apreció "las herramientas necesarias de verificación de la información que, como práctica profesional, el periodismo nunca debe dejar de lado". Explicó que muchas de las publicaciones y directrices disponibles para ayudar a los y las periodistas durante su trabajo de cobertura de una crisis se ignoran con demasiada frecuencia. Dijo que esto se debía principalmente al tiempo que lleva leer, comprender y supervisar la compleja y cambiante información científica.
Muchos de los participantes en el curso no tenían experiencia previa en cubrir temas de salud y ciencia. Sobre esto, Federico Kukso, miembro de la junta de la Federación Mundial de Periodismo Científico (FMPC) y facilitador de la versión en español del MOOC, destacó "el valor del periodismo especializado -en este caso, el periodismo científico y de salud- cuando se cubre una crisis sanitaria como la pandemia COVID-19".
Los periodistas que participaron en el MOOC están ahora utilizando los conocimientos y habilidades que adquirieron en el curso, como Roberto Barbosa, quien dirige el medio de comunicación local, Viu, en Macaé, Estado de Río de Janeiro (Brasil). El Sr. Barbosa dijo que él y su equipo adoptaron "un protocolo más riguroso sobre la comprobación de hechos y un enfoque más cuidadoso para hacer frente a las noticias falsas". En cuanto al Sr. Rivas, dijo que los conocimientos adquiridos en el MOOC le ayudaron en su trabajo publicando una columna semanal en La Nación.
Los instructores también han adquirido una valiosa experiencia gracias a su participación en el MOOC. La instructora principal y periodista científica galardonada Maryn McKenna, por ejemplo, participó recientemente en un seminario web organizado por la Universidad de Columbia, en el que analizó los retos de la información sobre la pandemia a los que se enfrentan los periodistas de todo el mundo. "Mis aportaciones se inspiraron en mis estudiantes del MOOC", dijo. "Aprendí tanto de ellos como creo que ellos aprendieron de mí".
Stefan Liller, Representante del PNUD en Uruguay, habló del papel central de los y las periodistas en proveer información pública. "Los y las periodistas son fundamentales para mantener informados a los ciudadanos, hacer que los gobiernos rindan cuentas de su respuesta a la pandemia y proporcionar hechos verificados sobre la emergencia en tiempos de desinformación. Este curso no podría haber sido más oportuno", dijo.
Gabriella Stern, Directora de Comunicaciones de la OMS, mencionó que "la exactitud y la eficacia de los mensajes que transmiten los y las periodistas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte". Estamos agradecidos a los periodistas de todo el mundo y a la UNESCO y al Centro Knight por asociarse con nosotros para promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables".
El MOOC sigue estando disponible en cuatro idiomas (inglés, español, portugués y francés) y se puede seguir los cursos autodirigidos a su propio ritmo (suscríbase aquí).