El Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, Acuerdo de Escazú, es el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe que tiene por objeto los 3 derechos de acceso:  la participación pública, la información ambiental y  la justicia en términos amplios, y el único en el mundo que contiene disposiciones específicas destinadas a proteger a los defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales.

En este sentido, los Estados Parte de este Acuerdo han destacado el papel de los derechos de acceso y de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como hojas de ruta fundamentales para alcanzar la recuperación transformadora y el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.

No obstante, la aplicación y el cumplimiento del Acuerdo de Escazú presenta múltiples desafíos, entre los que se destacan los aspectos vinculados a la participación efectiva del público en su implementación, asegurando la participación de los jóvenes, así como a las herramientas para fortalecer la justicia ambiental en un sentido amplio y la protección de defensores ambientales.

En este marco, la iniciativa Promesa Climática junto a la Oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (por sus siglas en inglés, UNICEF) en Argentina convocaron a una jornada de reflexión y diálogo con diferentes ONGs, con el objetivo de identificar los desafíos, acciones y proyectos concretos que vienen desarrollando.

Es por ello, que a horas de celebrarse la COP extraordinaria en la Argentina, con el fin de elegir a los primeros integrantes del Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento (órgano subsidiario de la COP para promover la aplicación y apoyar a las Partes en la implementación del Acuerdo), y definir cómo será su vínculo con la sociedad civil, nos resulta sumamente importante compartirles las principales conclusiones del mencionado diálogo, a través de un informe,  a fin de continuar fomentando la participación de las/os jóvenes en la COP2 del Acuerdo de Escazú, y brindar una herramienta más de reflexión, y guía para la implementación del Acuerdo.