Entrevista con María Verónica Moreno, jefa de Mapeo de Soluciones del Laboratorio de Aceleración del PNUD en Argentina.
“La ciencia ciudadana está al alcance de todos y todas”
6 de Julio de 2023
¿Qué es lo que une a comunidades interesadas en monitorear la calidad del agua, estudiar enfermedades transmitidas por mosquitos, reducir el uso del plástico y evaluar la calidad del aire? La ciencia ciudadana, llamada también ciencia participativa.
De acuerdo a María Verónica Moreno, jefa de Mapeo de Soluciones del Laboratorio de Aceleración del PNUD en Argentina, esta iniciativa comprende la unión de esfuerzos de niños(as), adolescentes, jóvenes o adultos mayores, por construir conocimiento participativo, abierto y colectivo en torno a problemáticas que los están afectando. Por ello, enfatiza que la ciencia ciudadana “está al alcance de todos y todas”.
En Argentina, esta forma de ver la ciencia se encuentra en pleno auge, luego de que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Mincyt) lanzara, a fines de 2022, el Programa de Ciencia Ciudadana. Ahora, Moreno llegó al Perú para participar de la VI edición de la Semana de la Innovación, organizada por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), donde expondrá el trabajo que vienen realizando en conjunto con el Mincyt para mapear este tipo de proyectos.
En este contexto, conversamos con María Verónica para que nos comente sobre las lecciones obtenidas, luego del trabajo con la ciudadanía argentina; así como las oportunidades que tiene América Latina para apostar por este enfoque que busca contribuir con el desarrollo sostenible de las comunidades.
Además de lo ya mencionado, ¿a qué más se define como ciencia ciudadana?
Son proyectos de investigación, en los cuales se involucran personas que no necesariamente provienen del ámbito académico. Entonces, ciencia ciudadana son personas preocupadas por el dengue, que mandan fotos de los criaderos de mosquitos para hacer monitoreo en tiempo real de mapas colectivos de enfermedades transmitidas por vectores; pueden ser niños y niñas que adoptan cuerpos de aguas como mascotas; o vecinos de la Ciudad de Buenos Aires que miden la composición de sus residuos sólidos para concientizar sobre lo que se tiene naturalizado, y así, cambian sus percepciones y comportamientos.
Asimismo, ciencia ciudadana son grupos de científicos y científicas que se ponen a disposición de comunidades organizadas en torno a ciertas reivindicaciones.
En ese sentido, la ciencia ciudadana puede tener múltiples expresiones; es decir, no se reduce solamente a un tipo de enfoque, preguntas, temática o instrumento. Así, al empezar a mapear (soluciones) lo que uno ve es que la ciencia ciudadana se caracteriza por su propia diversidad y ese es, justamente, uno de sus focos mayores de riqueza.
¿Qué lecciones han dejado esto proyectos en los que ha venido trabajando PNUD Argentina con la ciudadanía?
Estos proyectos nos demuestran que la ciencia está al alcance de todos y todas. Pueden participar niños, niñas, adultos mayores o cualquier persona que está siendo afectada por algún problema de su entorno. No hay barreras excluyentes.
En el caso de estudiantes, voy a citar a un referente de varios proyectos que trabaja con ellos, y algo que siempre dice, que para mí es muy potente, es que cuando uno trabaja con niños y niñas, (estos proyectos de ciencia ciudadana) los interpela en el presente, los convoca a ser ciudadanos científicos en el ahora.
Si uno trabaja con comunidades en situación de vulnerabilidad, uno no necesariamente sabe si, eventualmente, terminarán la universidad o si se convertirán en científicos profesionales. Eso no lo sabes, pero ellos (escolares) saben que en ese momento, mientras están siendo parte de estos proyectos, están interpretando a científicos ciudadanos.
Es allí en que la ciencia ciudadana nos invita a discutir sobre qué investigamos, a quiénes llamamos especialistas, quiénes pueden formar parte de un proyecto de investigación y por qué hacemos ciencia. De este modo, se empieza a reconocer el valor de otro tipo de saberes, por ejemplo, los de una comunidad que se inunda frecuentemente y que tienen un bagaje de saber anclado a su territorio. Eso hace que los proyectos se nutran de esos saberes ancestrales.
¿Qué beneficios otorga a un estado al apostar por la ciencia ciudadana?
La ciencia ciudadana es una herramienta que puede contribuir con la política mediante el diseño de intervenciones públicas. Por eso, trabajamos con distintos niveles del gobierno, como con gobiernos locales o ministerios.
Por ejemplo, con el Ministerio de Educación estamos impulsando proyectos para fomentar aprendizajes en las escuelas a través de ciencia ciudadana. La riqueza de esto radica en que las distintas asignaturas pueden trabajar en conjunto. A esto se suma que también es posible mediante esta propuesta promover el interés por las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
Por otra parte, si se articula con el Ministerio de Ambiente, por ejemplo, se pueden hacer monitoreos ambientales a bajo costo; o con el Ministerio de Salud, se pueden estudiar enfermedades transmitidas por vectores u otros fenómenos.
Entonces, dado que la riqueza de la ciencia ciudadana es múltiple, puede ser aplicada en los ámbitos de educación, salud, ambiente, etc. He allí la riqueza de este enfoque innovador y participativo.
¿Qué oportunidades tiene Latinoamérica en aplicar este tipo de iniciativas?
Cuando nosotros empezamos a mapear (iniciativas de ciencia ciudadana) y al mostrarles a otros referentes en temas de ciencia, la gente se sorprendía por la cantidad de proyectos que había en Argentina. Yo intuyo que puede pasar algo parecido en otros lugares de la región.
Si uno va a Europa o Estados Unidos, esto es muy sistematizado y hay un gran bagaje de aprendizaje. Por eso, es importante mapearlas en Latinoamérica para poner en valor aquello que todavía no está dentro del reflector, para que si uno va a una mesa de discusión, uno pueda también llevar la voz de quienes hoy no están siendo tan reconocidos.
Cuando se lanza el mapeo, la gente que venía haciendo ciencia ciudadana lo hacía, principalmente, porque estaba convencida de esto; no porque hubiese insumos (establecidos para aplicarla). Por eso, creo que puede haber muchos más de lo que se esperan.
De hecho, que en el Laboratorio de Aceleración del PNUD Perú haya interés de seguir estos pasos, de replicar (lo que se ha hecho en Argentina), para ganar escala y seguir creciendo con este enfoque, permite a distintas personas ver su potencialidad.
Entrevista por Diana Bueno