Prevención de la violencia contra las mujeres de oro

Por: Sandra Lucía Guzmán y Jane Lazarte, planetGOLD

29 de Noviembre de 2023

 

Como sociedad aún tenemos tareas pendientes en la lucha por eliminar todo tipo de violencia psicológica, física, sexual o patrimonial hacia las mujeres y niñas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en el 2021 que una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de violencia.

El Perú no se aleja de estas cifras de violencia, donde nueve de cada diez denuncias provienen de mujeres. En 2022 el país registró la atención de 154 202 casos de violencia familiar a través de los Centros de Emergencia Mujer (CEM), de los cuales el 43,2% de los casos fueron por violencia psicológica, 38,6% por violencia física, 17,7% por violencia sexual y 0,5% por violencia económica.

En las zonas rurales el problema de la violencia es más aguda. Según ENDES el 53,6% de las mujeres en zonas rurales han sido víctimas de violencia. El menor acceso a información y canales de denuncias que limitan el seguimiento de casos de violencia. Asimismo, culturalmente muchas áreas rurales se rigen por el modelo patriarcal, que ha ido institucionalizándose generación tras generación; a tal punto de normalizar prácticas discriminatorias o de agresión verbal contra las mujeres y niñas, que frenan sus posibilidades de desarrollo.

Las mujeres de la minería artesanal y pequeña minería (MAPE) de oro no son ajenas a esta situación. Precisamente, uno de los grupos más precarios e invisibilizados lo conforman las pallaqueras, quienes trabajan en las laderas de los cerros seleccionando manualmente el material aurífero desechado por los mineros como desmonte.

La actividad de las pallaqueras actualmente no se encuentra regulada en el país, por lo cual las mujeres dependen exclusivamente de la autorización del titular u operador minero para poder trabajar en la operación minera. Asimismo, durante la comercialización del mineral recolectado, se ven sometidas a los precios de venta impuestos por los compradores o acopiadores, obteniendo entre un 30% a 40% menos respecto al precio real.

Esta doble dependencia esconde dinámicas violentas, en las cuales las pallaqueras deben aceptar el maltrato físico, acoso, discriminación y menosprecio de su labor para que las dejen trabajar. Lamentablemente, la necesidad de obtener ingresos para sus hogares a través del pallaqueo limita las opciones para denunciar o expresar su desacuerdo frente a los abusos, facilitando el círculo de prácticas violentas que ejercen contra ellas.

Frente a esta situación, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, a través del proyecto planetGOLD Perú ejecutado junto al Ministerio del Ambiente, viene desarrollando una serie de acciones que permitan prevenir la violencia contra las mujeres de la MAPE y puedan trabajar con autonomía a través del liderazgo, la asociatividad y el emprendimiento. De este modo el proyecto no solo se enfoca en la implementación de prácticas libres de mercurio, también presta especial atención a las pallaqueras y mujeres mineras del sector.

En el 2022 se elaboró el estudio “Mujeres y hombres de oro” que visibiliza y propone un plan de acción para superar las brechas de género en la MAPE. El estudio revela que el 93% de las pallaqueras en Perú tiene un trabajo informal, pues no cuentan con ningún tipo de contrato laboral y por consiguiente no tienen acceso a la seguridad en sus labores o derechos que podrían respaldarlas en caso surgiera algún accidente o abuso cometido. Por otro lado, el 73% de hombres y mujeres de la MAPE desconocen la ubicación y la funcionalidad de los Centros de Emergencia Mujer en sus localidades, así como el procedimiento a seguir en caso de ser víctimas de algún tipo de violencia.

El plan de acción de género diseñado y ejecutado en el marco de la iniciativa planetGOLD  busca visibilizar la realidad de las pallaqueras y dotarlas de capacidades para la consolidación de su autonomía económica como mecanismo de empoderamiento frente a la precariedad de su labor y prevenir abusos. El primer paso de dicho plan fue organizar, fortalecer y brindar asistencia técnica para la constitución legal de 3 grupos de seleccionadoras manuales de oro en asociaciones sin fines de lucro. La asociatividad es el principal mecanismo de formalización en el Perú, pues aún no se cuenta con una norma vigente que reconozca la participación de las pallaqueras en la cadena de valor de oro de la MAPE. 

Durante el 2023, las asociaciones de pallaqueras aliadas del proyecto participaron en talleres de liderazgo y prevención de la violencia familiar y de género. Del mismo modo, han sido parte de un programa integral en educación financiera, que aborda temas de finanzas personales, finanzas familiares y la identificación de oportunidades de negocio. Como resultado de está intervención, actualmente estas asociaciones están recibiendo asistencia técnica en los negocios priorizados por cada grupo de pallaqueras, y durante el 2024, se espera que establezcan negocios complementarios a su actividad minera que les permitan mejorar sus ingresos y tener independencia económica.

La violencia contra las mujeres es un problema estructural, prevenirla es un compromiso que inicia con el reconocimiento de sus manifestaciones en todos los ámbitos. Si bien la minería artesanal es una actividad predominantemente masculina, el reconocimiento de la labor de las mujeres mineras y pallaqueras es esencial para promover un sector inclusivo y libre de violencia que permita el desarrollo sostenible de sus comunidades.