Tras un breve alto el fuego humanitario, estamos asistiendo a una trágica y aterradora escalada de destrucción en Gaza, tanto por su alcance como por su rapidez.  

El sufrimiento humano sobre el terreno es deplorable y el sistema humanitario corre un grave riesgo de colapso, como ha advertido hoy el Secretario General de las Naciones Unidas en su carta al Consejo de Seguridad, en la que invoca el Artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas. 

Desde el inicio de la guerra han muerto 15.800 personas. Hoy, toda la población de Gaza necesita desesperadamente alimentos, agua, refugio y acceso a la atención médica.  

La infraestructura y los servicios críticos de los que depende el pueblo palestino han sido diezmados.  

Israel ha anunciado que en las últimas ocho semanas ha efectuado aproximadamente 10.000 ataques aéreos en Gaza. El nivel de destrucción de viviendas e infraestructura que esto ha causado ha superado la devastación causada en cualquier operación militar anterior en la Franja de Gaza.   

Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Todos los rehenes deben ser liberados. Debemos poder prestar ayuda humanitaria sin restricciones, sostenida y a gran escala. 

Hasta entonces, nadie en Gaza estará a salvo.