Zuliana Lainez: “Hay un ensañamiento particular con la vida familiar y personal de las mujeres periodistas”

La presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas detalla las amenazas que enfrentan las mujeres periodistas en el Perú

28 de Febrero de 2024

 

Por Sonia Perez Unzueta y Sebastián Sevilla Ferrari

 

El último informe anual de la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) califica al 2023 “como un pésimo año para la libertad de prensa en el Perú”, debido a las múltiples amenazas contra los medios de comunicación. En total, hubo 352 agresiones a periodistas, esta situación es especialmente grave en el caso de las mujeres.  

Para facilitar espacios de diálogo, aprendizaje y empoderamiento para mujeres de prensa, a fin de promover la igualdad de género y generar redes sólidas, la ANP organiza este 15, 16 y 17 de marzo, el XVII Encuentro Nacional de Mujeres Periodistas en Puno, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el auspicio de la Embajada de Canadá y la Unión Europea. 

Zuliana Lainez, presidenta de la ANP, conversó con el PNUD sobre cómo las mujeres de prensa enfrentan estereotipos, sexismo y discriminación.  

El último informe de la ANP sobre ataques a la libertad de expresión diferencia los ataques sufridos por hombres y mujeres, ¿hay diferencias en la violencia que sufre cada género? 

Nuestro informe de libertad de expresión refleja que hay un tipo de ataque específico del que son objeto las mujeres periodistas a nivel nacional. Esto es algo que venimos notando no solo en el 2023, sino a lo largo de los años: hay un ensañamiento particular con la vida familiar y personal de las mujeres periodistas.  

¿Cuáles son los tipos de ataque más frecuentes? 

El mayor tipo de ataque es el ciberacoso, que puede convertirse rápidamente en viral. Una característica en el caso de las mujeres es que siempre se ataca la sexualidad de la mujer o a su entorno familiar, nunca atacan sus investigaciones o su trabajo. Lo vemos con las reporteras que cubren temas deportivos y se les grita frases como “¡vete a la cocina!”. 

Uno de los informes publicados por eMonitor + el año pasado dio cuenta de que uno de cada diez ataques a periodistas en redes sociales tenía un componente de violencia basada en género, ¿qué características tienen estos ataques? 

En redes sociales vemos constantemente cómo se burlan de la apariencia física, del peso o la forma del cuerpo de las mujeres periodistas para desacreditarlas. En Lima tenemos casos muy conocidos como las ofensas a Juliana Oxenford, Rosa Maria Palacios o Graciela Villasís, mujeres que se atrevieron, con su trabajo, a confrontar con el poder.  

Otro aspecto altamente preocupante es la fuerte carga de ataque sexual hacia las mujeres periodistas. Reciben mensajes como ‘que te violen’ o les comparten imágenes obscenas, algo que no ocurre en el caso de los hombres. Todo esto nos hace decir con rotundidad que hay un tipo de ataque distinto cuando se trata de un hombre que de una mujer en el ejercicio periodístico.  

¿Qué casos recuerdas?  

Un caso que destaca es el de la estación de radio Wari, en Ayacucho, en donde se difundieron panfletos en los que se hablaba de la vida sentimental de las periodistas de esa emisora. En el caso de nuestros colegas varones, los ataques se dan en cuanto al contenido de su información o la calidad de sus fuentes, no hacia su vida personal.  

Recuerdo otro caso ocurrido en Trujillo, en una investigación contra una autoridad penitenciaria, el jefe de la institución afirmó que una periodista lo investigaba “porque estaba despechada”. Yo no me imagino que eso pase con periodistas hombres.  

¿Existen brechas salariales entre periodistas hombres y mujeres? ¿Qué tan difícil es para una mujer ascender en el periodismo en el Perú? 

En el Perú existen claras brechas salariales entre hombres y mujeres de prensa. Hemos conocido testimonios de mujeres periodistas que han querido acceder a responsabilidades de edición de varios medios, ya que cuentan con varios años como redactoras o reporteras, pero a ellas se les pide niveles de preparación académica bastante altos para esos cargos. Se les exige tener una trayectoria formativa muy larga, algo que no ocurre con los hombres, porque en su caso se valora mucho más la experiencia en el campo práctico.  

También es cierto que en el ámbito periodístico predominan muchos estereotipos sobre las responsabilidades que las mujeres podemos asumir. Desde la ANP, tenemos 18 años organizando encuentros de mujeres periodistas y siempre oímos testimonios similares. Por ejemplo, en coberturas periodísticas como las del conflicto en el Cenepa, preferían mandar hombres porque decían que era más fácil para ellos adaptarse, eso es un ejemplo claro de estereotipos de género. 

Actualmente, ¿cuántas mujeres dirigen medios nacionales? 

En medios de alcance nacional las cifras son muy gráficas. A pesar de que en el Perú hay una fuerte presencia de mujeres en las facultades de periodismo, solo un medio escrito tiene una directora mujer, en Perú 21, en todos los demás son hombres. Lo que sí tenemos son medios digitales dirigidos por mujeres: como Convoca, Wayka y Ojo Público; parece que las mujeres tienen que fundar sus medios para poder dirigirlos.  

En Argentina, hay cuotas de género en la integración de directorios de medios, por lo menos en aquellos que pertenecen al Estado. En el Perú, la presidenta del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) es una mujer; sin embargo, a nivel legal nada garantiza que haya una cuota orgánica para garantizar la equidad entre hombres y mujeres.  

¿Existen denuncias de acoso hacia mujeres periodistas dentro de los medios? 

Sí, esa una de las grandes deudas pendientes. Los medios de comunicación en el Perú no han articulado protocolos para prevenir el acoso dentro de las mismas redacciones. Una mujer periodista puede ser acosada por una fuente, pero también por su jefe, su editor o su compañero periodista del mismo medio.  

Lamentablemente, solo vemos reacciones o decisiones fuertes por parte de los medios cuando hay una repercusión mediática o en redes sociales. Hemos tenido denuncias de diferente tipo de acoso, como de comentarios o referencias al físico de las mujeres reporteras, por ejemplo.  

Las mujeres que sufren esto renuncian y eso tiene un impacto en su desarrollo porque les impide hacer línea de carrera en un medio de comunicación. Si te acosan, el medio de comunicación no hace nada y renuncias, estás constantemente volviendo a empezar.  

¿Hace falta en el Perú un periodismo con enfoque de género? 

Definitivamente, Perú es uno de los países de América Latina que no ha desarrollado un periodismo con enfoque de género. Existen iniciativas de periodismo feminista, pero los grandes medios todavía no dan ese paso. La República es el único con una editora de género, no es algo que se haya replicado en otros medios, pese a que es algo muy necesario.  

Una editora de género, que esté sentada en la misma mesa de editores, permite dar un cambio transversal a todos los medios de comunicación, pues revisa que los contenidos de todas las secciones no sean revictimizantes y que no acentúen estereotipos.  

¿Por qué se le teme a la palabra género? 

No se puede dejar de lado que vivimos en un país donde la propia palabra género está totalmente estigmatizada, muchos se cuidan de usar esta palabra porque ceden a una presión que le hace mal a la sociedad.