La región puede convertir las crisis en oportunidades para una mayor resiliencia
Desarrollo Humano en América Latina y el Caribe mejora más que en otras regiones, pero no logra recuperar niveles prepandémicos, revela el PNUD
13 de Marzo de 2024
Al mirar rápidamente el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2023/2024, el cual alcanza niveles récord tras una fuerte caída a raíz de la pandemia, se podría intuir que el mundo está en una trayectoria positiva. Sin embargo, si vamos más allá de los promedios, observamos que el progreso en el desarrollo humano ha sido desigual, lento e incompleto. La creciente desigualdad, la pérdida de confianza en las instituciones y la alta polarización, disminuye nuestra capacidad de emprender acciones colectivas en torno a objetivos comunes. El resultado es un peligroso estancamiento que debe abordarse urgentemente mediante la cooperación, según el Informe sobre Desarrollo Humano 2023/2024, titulado "Saliendo del estancamiento: reimaginando la cooperación en un mundo polarizado", publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el caso de América Latina y el Caribe (ALC), los datos muestran los contrastes y la heterogeneidad características de la región. ALC es la región que experimentó la mayor caída del Índice de Desarrollo Humano (IDH) a nivel global durante 2020-2021 y que, a pesar de reportar una significativa mejora en 2022, sigue sin alcanzar aún sus niveles prepandemia.
“El aumento de la brecha de desarrollo humano que revela el informe muestra que la tendencia de dos decenios de reducción constante de las desigualdades entre las naciones ricas y pobres se está invirtiendo. A pesar de nuestras sociedades globales profundamente interconectadas, nos estamos quedando cortos. Debemos aprovechar nuestra interdependencia, así como nuestras capacidades, para abordar nuestros retos compartidos y existenciales y garantizar que se cumplan las aspiraciones de las personas, declaró Achim Steiner, responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. “Este bloqueo tiene un importante coste humano. El fracaso de la acción colectiva para avanzar en la lucha contra el cambio climático, la digitalización o la pobreza y la desigualdad no solo obstaculiza el desarrollo humano, sino que agrava la polarización y erosiona aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo”, añadió.
El IDH del Perú ha seguido la tendencia de la región América Latina y el Caribe, en donde se evidencia una recuperación parcial, tras las múltiples crisis que se iniciaron el año 2020, aunque aún por debajo de los niveles previos a la pandemia y lejos de aquellos a los que nos hubieran llevado las tendencias previas a la crisis. Es notable destacar que hemos perdido alrededor de 3 años de esperanza de vida al nacer (de 76 a 73 años), la que se sitúa en los niveles de hace más de una década.
Desde el inicio de la pandemia, el IDH del Perú ha perdido terreno en el contexto latinoamericano. Pasó de estar por encima del promedio regional a ubicarse ligeramente por debajo. Esto se expresa en la caída en el ranking global en 3 puestos frente al año pasado (87 vs 84) y 8 puestos en comparación al 2019. De manera similar, el IDH del Perú ajustado por desigualdad cae en 20 puntos, poco más que el promedio de América del Sur (18 puntos), y muy similar al promedio de América Latina y el Caribe (20.7 puntos), lo que evidencia las enormes desigualdades que se viven tanto en nuestro país como en la región.
El informe sostiene que el avance de la acción colectiva internacional se ve obstaculizado por una "paradoja de la democracia". A nivel mundial - y en ALC- 9 de cada 10 personas valoran la democracia. Sin embargo, existe una creciente insatisfacción con este sistema gobierno en la región, particularmente entre las mujeres y las poblaciones vulnerables. La región también está experimentando el aumento más rápido de la polarización política en el mundo y, según Latinobarómetro, la confianza en las instituciones ha disminuido significativamente hasta cerca del 20%. Es decir, sólo 1 de cada 5 personas expresó confianza en su gobierno.
El reporte presenta ideas audaces para la acción y que promuevan la cooperación global. Estas incluyen combatir la polarización, cerrar la brecha de agencia e invertir en bienes públicos globales. “Si bien estas ideas pueden parecer ambiciosas y tal vez inalcanzables en un contexto de profunda polarización, es precisamente esto lo que han hecho los Informes de Desarrollo Humano a lo largo de más de tres décadas: plantar las semillas de ideas que tienen el potencial y que en efecto han logrado cambiar el paradigma del desarrollo poniendo a las personas en el centro” dijo Michelle Muschett, Administradora Asistente y directora regional del PNUD para América Latina y el Caribe. “Este Informe sobre Desarrollo Humano es una invitación a mirar hacia adelante y reimaginar la cooperación para enfrentar los desafíos interconectados que amenazan a nuestro mundo. No hay otra manera de salir del estancamiento”.
Aunque los informes presentan una clasificación de países según los niveles del IDH, la posición relativa entre países es menos importante que saber en qué nivel de desarrollo se encuentran y hacia qué nivel deberían avanzar.
Para ver el informe completo, visite: https://hdr.undp.org/content/human-development-report-2023-24