El Informe Global de Desarrollo Humano de este año se titula Romper el bloqueo: Reimaginar la cooperación en un mundo polarizado
¿Qué puesto ocupa Argentina en el ranking mundial de desarrollo humano 2023-4?
14 de Marzo de 2024
En 2022, Argentina se ubicó en el puesto 48 entre 193 países, con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,849. Esta posición se explica principalmente por sus componentes de salud y educación, que históricamente presentaron altos valores. No obstante, el desarrollo en el país presenta un fuerte desbalance debido a la marcada volatilidad del ingreso.
Entre 2021 y 2022, el índice permaneció prácticamente constante, continuó con valores inferiores a los prepandémicos y cayó una posición en el ranking global. Este resultado se vincula, por un lado, a una trayectoria de desarrollo por debajo a su potencial debido en gran medida a un magro desempeño económico. Por el otro lado, al desempeño relativo de otros países cercanos en el ranking, que presentaron mayores tasas de crecimiento medio anual.
Asimismo, continúan también los desafíos en términos de desigualdad, ya que se produjo una reducción del 12 por ciento del IDH al incorporase en su medición la distribución del desarrollo.
Por su parte, el Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) ubica al país entre el grupo con mejor posición relativa para las mujeres, si bien persiste una diferencia marcada en los ingresos percibidos por las argentinas en relación a los varones.
Por último, el Índice de Desarrollo Humano ajustado por presiones planetarias (IDHP) recalibra la manera de evaluar el progreso de cada país al incorporar la presión que ejercen sobre el planeta en dos áreas: emisiones de CO2 y huella material. En Argentina, al ajustarse el IDH del país por las presiones planetarias, el valor cae a 0,782. Esta caída se traduce en una pérdida en términos de desarrollo del 7,9 por ciento.
Qué es el Índice de Desarrollo Humano (IDH)
El IDH es una medida resumen del bienestar de la población en tres componentes básicos del desarrollo humano: una vida larga y saludable, acceso a educación, y un nivel de vida digno.
El indicador de una vida larga y saludable se mide por la esperanza de vida; el acceso al conocimiento se mide a través del promedio de años de escolaridad para la población mayor a 25 años y los años esperados de escolarización para los niños en edad de ingreso escolar; y nivel de vida se mide por el Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita expresado en dólares internacionales constantes de 2017, convertidos utilizando la paridad del poder adquisitivo (PPA). El IDH está comprendido en un rango entre 0 y 1. Cuanto más se aproxima a 1, mayor es el nivel de desarrollo humano.
El valor del IDH de Argentina para el 2022 fue de 0,849, ubicando al país en la posición 48 de los 193 países y territorios considerados. El ranking global es liderado por Suiza, con un valor de 0,967. En la posición más baja se encuentra Somalia, con un valor de 0,380. En América Latina, Argentina se ubica en segundo lugar (luego de Chile, cuyo valor de IDH fue de 0,860).
Las fuertes variaciones del crecimiento económico en Argentina produjeron en las últimas cuatro décadas un incremento a largo plazo inferior al potencial. El crecimiento interanual medio del país descendió de 0,75% en 1990-2020 a 0,67% en 2000-2010, si bien su mayor reducción fue en 2010-2022 con apenas un 0,15% de crecimiento. Por lo tanto, el crecimiento anual medio del país entre 1990-2022 fue de 0,50% y estuvo debajo del global (0,65%) y de América Latina (0,57%).
Crecimiento anual medio del IDH (%)
1990-2000 | 2000-2010 | 2010-2022 | 1990-2022 | |
Argentina | 0,75 | 0,67 | 0,15 | 0,50 |
América Latina | 0,74 | 0,69 | 0,31 | 0,57 |
Global | 0,71 | 0,79 | 0,48 | 0,65 |
En el marco de la frágil situación económica prepandémica, con una economía en recesión y tasas inflación y pobreza en aumento, el Covid-19 impactó fuertemente en el desarrollo del país (con una caída del 1,4% en el IDH).
Si bien entre 2020 y 2022 se produjo una recuperación de los indicadores laborales, estos estuvieron mayormente impulsados por el aumento del empleo no registrado (36,8% de los asalariados en el 2022); mientras que los altos índices inflacionarios (duplicándose de 50,9% en el 2021 a 94,8% en el 2022) incidieron directamente en las altas tasas de pobreza (40,1%) e indigencia (9,3%) y deterioran el nivel de vida de la población.
De esta forma, Argentina se encuentra dentro del grupo de países que permanecen aún por debajo de sus niveles prepandémicos, a diferencia de los miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo (OCDE) los cuales se han recuperado y alcanzaron su desempeño previo.
Al analizar cada uno de los indicadores del IDH, en 2022 la esperanza de vida fue de 76,06 años; los años esperados de escolaridad fueron 18,98 y los años promedios de escolaridad fueron 11,14; mientras que el ingreso per cápita fue de USD 22.047,97 (2017 PPA). Entre 2022 y 2021, los indicadores de salud y educación se mantuvieron prácticamente constantes. En el componente de educación, el país presentó los valores más altos de la región.
IDH y sus componentes, 2022
IDH | Esperanza de vida (años) | Años esperados de escolaridad | Años promedio de escolaridad | Ingreso Nacional per cápita (USD, 2017 PPA) | |
Argentina | 0,849 | 76.06 | 18,98 | 11,1 | 22.048 |
América Latina | 0,763 | 73.72 | 14,8 | 9,0 | 15.109 |
Global | 0,739 | 72 | 12,8 | 8,7 | 17.254 |
OCDE | 0,906 | 80.1 | 16,6 | 12,2 | 46.318 |
Entre 2022 y el 2021, el índice permaneció prácticamente constante (de 0,844 a 0,849). No obstante, el país cayó una posición respecto al ranking 2021 ya que no recuperó aún sus valores prepandémicos (0,853 en el en el 2019 y 0,852 en el 2018). Esta caída se explica por el desempeño relativo de otros países en el ranking, que presentaron mayores tasas de crecimiento medio anual.
En síntesis, Argentina presenta un desarrollo desbalanceado con trayectorias y evoluciones muy diferentes entre los distintos componentes del desarrollo humano. Los altos resultados en salud y educación contrastan con niveles más bajos y volátiles del ingreso. El desempeño en estos primeros componentes se debe principalmente a sus sistemas de salud y educación, que históricamente han presentado altos valores en términos de cobertura. A pesar de esto, no todos acceden equitativamente a estos sistemas, y las principales desigualdades se presentan en relación al ingreso.
Por último, cabe destacar la heterogeneidad del desarrollo al interior del país. Para capturar mejor estas disparidades, el PNUD Argentina elaboró en el año 2022 el Índice de Desarrollo Humano Ampliado (IDHA), el cual incorpora a cada dimensión del IDH rasgos complementarios vinculados a la calidad. Se identificaron 3 grupos de jurisdicciones con situaciones diferenciadas: provincias de mayor IDH, menor IDH (concentradas en la región Norte), y de nivel más cerca del promedio nacional.
IDH ajustado por la Desigualdad (IDH-D)
Para tener una aproximación cuantitativa del impacto de la desigualdad en el desarrollo humano, se computa el Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad. Este índice permite calcular la perdida en desarrollo humano debido a la desigual distribución del mismo entre sus tres componentes y dentro de cada uno de ellos. El índice se calcula para 165 países.
El IDH de Argentina para 2022 fue de 0,849. Sin embargo, cuando este valor se ajusta por desigualdad, el IDH cae a 0,747, es decir una pérdida del 12 por ciento. La pérdida media debido a la desigualdad en los países con IDH muy alto fue de 10,5 por ciento y para América Latina y el Caribe fue de 20,7 por ciento.
Al analizarse la caída por componente en el país, la mayor variación se produjo en el ingreso (22,6 por ciento). Por su parte, las reducciones de los componentes de educación y salud fueron menores, de 5,3 por ciento y 7,3 por ciento respectivamente.
Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG)
El Índice de Desarrollo relativo al Género mide desigualdades de género en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: salud (medida por esperanza de vida de las mujeres y varones al nacer), educación (medida por años esperados de escolaridad y años promedio para adultos de 25 años en adelante para mujeres y varones); y nivel de vida (medidos por el ingreso nacional bruto per cápita para mujeres y varones). Los países son clasificados en tres grupos, de acuerdo con la desviación en relación al valor del HDI. El Grupo 1 representa a los países con menor desviación, y el Grupo 3 a los países con mayor desviación. El IDG se calcula para 182 países.
El valor del IDG de Argentina fue de 0,995, ubicándola en el grupo de países con menor disparidad. En América Latina, dicho valor fue de 0,991.
El componente que muestra las principales diferencias en el país es el de ingreso, con una situación marcadamente más favorable para los varones. En contraste, en la dimensión de salud como de educación, los indicadores muestran valores más favorables entre las mujeres.
Índice de Desigualdad de Género
El Índice de Desigualdad de Género refleja las desigualdades basadas en el género en tres dimensiones: salud reproductiva, empoderamiento y actividad económica. La salud reproductiva es medida por la mortalidad materna y la tasa de fecundidad adolescente; el empoderamiento se mide por la proporción de escaños parlamentarios ocupados por cada género y el logro de la educación secundaria y superior en cada género; y la actividad económica se mide por la tasa de participación en el mercado laboral. El Índice de Desigualdad de Género muestra la pérdida en desarrollo humano debido a la desigualdad entre los logros femeninos y masculinos en sus tres dimensiones -cuanto menor es su valor, menor es la desigualdad de género en los respectivos países. Este índice se calcula para 166 países.
El Índice de Desigualdad de Género en Argentina fue de 0,292, por debajo del promedio global y regional (0,462 y 0,3). El 44,4 por ciento de los escaños parlamentarios estuvieron ocupados por mujeres, y el 73,6 por ciento por ciento de las mujeres adultas alcanzaron un nivel secundario de educación. No obstante, cada 100.000 nacimientos, 45 mujeres fallecieron por causas vinculadas al embarazo y la tasa de fecundidad adolescente fue de 37,9 cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años.
Índice de Desarrollo Humano ajustado por Presiones Planetarias (IDHP)
Diseñado para fijar un nuevo estándar para evaluar el progreso humano, el PHDI toma el Índice de Desarrollo Humano original y lo ajusta en función de la presión que ejerce cada país sobre el planeta en dos áreas: i) emisiones de dióxido de carbono per cápita producidas como consecuencia de la actividad humana en el país que son emitidas territorialmente y ii) huella material per cápita, que refleja la extracción de recursos naturales para satisfacer la demanda doméstica de productos y servicios de un país, más allá del origen de la extracción (los materiales que se incluyen son biomasa, combustibles fósiles, minerales metálicos y minerales no metálicos).
Si un país no ejerce presión sobre el planeta, su IDHP y su IDH serían iguales, pero el PHDI cae por debajo del IDH a medida que aumenta la presión. El índice está disponible para 154 países.
Para los países en la parte baja del espectro de desarrollo humano, el impacto del ajuste es generalmente pequeño. Para los países con un desarrollo humano alto o muy alto, el impacto tiende a ser cada vez más negativo, reflejando cómo sus trayectorias de desarrollo afectan al planeta.
Al ajustarse el IDH del país por las presiones planetarias, el valor de su IDH cae a 0,782, una pérdida del 7,9 por ciento. La pérdida media debido a las presiones planetarias en los países con IDH muy alto fue de 13,6 por ciento por ciento, mientras que en América Latina y el Caribe se redujo al 6,2 por ciento por ciento.
Al analizarse cada componente, las emisiones de dióxido de carbono per cápita en el país fueron de 4,2 toneladas y la huella material per cápita fue de 14,5 toneladas. Estos valores se encuentran por encima del promedio de la región (2,6 y 12,4 toneladas respectivamente), si bien están por debajo de los países de muy alto desarrollo humano y los países miembros de la OCDE (9,5 y 21 y 8,7 y 21 toneladas respectivamente).
Acerca del área de Desarrollo Humano (DH) y políticas
En PNUD Argentina el Área de DH y Políticas elabora productos de conocimiento e indicadores desde un enfoque de desarrollo humano (DH). Desde hace más de 20 años mide, de manera ininterrumpida, un conjunto de Índices de Desarrollo Humano a nivel subnacional y publica los Informes Nacionales de Desarrollo Humano. A partir del 2020 inicio la serie Políticas para la Recuperación. Próximamente presentará un estudio innovador de las creencias, expectativas y comportamientos de las y los argentinos frente a los riesgos ambientales.