Herramientas y estrategias para una cobertura periodística segura

6 de Agosto de 2024
Un hombre de pie frente a un cartel

 

La labor de las y los periodistas es cada vez más desafiante debido a nuevas amenazas que impactan su ejercicio, especialmente en el ámbito del periodismo ambiental. De acuerdo con un informe de UNESCO, World Trends in Freedom of Expression and Media Development, los ataques a periodistas que cubren temas ambientales han aumentado considerablemente. Entre 2009 y 2023, al menos 749 periodistas en 89 países fueron víctimas de asesinatos, agresiones físicas, detenciones, acoso en línea y en acciones legales. Estos ataques reflejan la urgente necesidad de proporcionar herramientas de seguridad para aquellos que desempeñan esta crucial labor informativa.

En el caso del Perú, se encuentra una situación alarmante, pues, de acuerdo con la Asociación Nacional de Periodistas, en el 2023, 352 periodistas fueron atacados mientras cubrían noticias, enfrentando amenazas, hostigamiento y agresiones físicas y verbales. Esta cifra es la más alta registrada en las últimas décadas y destaca la creciente violencia contra periodistas en el país (Asociación Nacional de Periodistas del Perú, 2023).
Aunque no se pueden eliminar o evitar todos los peligros, es esencial y contar con una mejor preparación y herramientas para afrontarlos.

En el contexto del periodismo ambiental, estos riesgos son especialmente significativos debido a que las y los periodistas suelen trabar en zonas de difícil acceso, enfrentando desafíos relacionados a la comunicación y seguridad personal. Periodistas que son parte de pueblos indígenas reciben amenazas ya que su labor a menudo entra en conflicto con actividades económicas ilegales. Estas situaciones les exponen a la hostilidad de intereses económicos y organizaciones criminales que ven sus reportajes como una amenaza, llevando a que puedan intimidar, acosar o incluso dañar físicamente a periodistas en un intento de silenciar sus investigaciones.
 

Un hombre de pie frente a un cartel

 

Periodismo bajo riesgo

En ese contexto, en el marco del proyecto Clima, Paz y Seguridad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que busca abordar los desafíos climáticos, de paz y seguridad en Perú, apoyando a los pueblos indígenas en sus esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático,  y en alianza con Ojo Público, se ha desarrollado la “Guía para coberturas peligrosas. Periodismo bajo riesgo”. Este manual está diseñado para ofrecer a periodistas ambientales herramientas y recomendaciones para enfrentar los riesgos asociados con su labor, especialmente en zonas remotas.

Las recomendaciones de la guía fueron elaboradas a partir de datos recopilados en el taller Avanzada Amazónica, realizado con periodistas y comunicadores de Loreto y Ucayali. En este taller, se identificaron las condiciones a las que se enfrentan periodistas ambientales y se discutieron estrategias para detectar y afrontar diversas amenazas. La mayoría de los participantes eran periodistas procedentes de pueblos indígenas, quienes enfrentan de manera directa los problemas medioambientales que cubren. Su participación fue fundamental, ya que estos profesionales están en primera línea abordando temas que afectan profundamente sus territorios y comunidades. 

Esta guía ofrece un panorama conciso de las mejores prácticas, recursos técnicos, referencias internacionales y criterios de seguridad esenciales para llevar a cabo una cobertura segura en la comunidad o en zonas remotas. Además, incluye testimonios de reporteros y editores que trabajan en los Andes y la Amazonía peruana.

Un elemento fundamental de esta guía son los aspectos clave de seguridad para periodistas, los cuales se han dividido en cuatro categorías: seguridad física, seguridad psicológica, acoso en línea y seguridad legal. 

 

 

Seguridad física 

La seguridad física es esencial para periodistas y debe ser revisada cuidadosamente. Las guías internacionales sugieren medidas como compartir su itinerario con alguien de confianza, evitar confrontaciones con actores armados, y tener un plan de seguridad claro. La Fundación para la Libertad de Prensa recomienda mantener bases de datos para rastrear la ubicación y evitar mentir sobre su identidad. 

 

La seguridad física adquiere aún más importancia para las mujeres periodistas, quienes enfrentan desafíos adicionales debido a su género y su profesión. Ellas, además de estar expuestas a amenazas y ataques, también deben lidiar con riesgos relacionados con la violencia de género y el acoso sexual. Según datos de la UNESCO y el Centro Internacional para Periodistas, el 73% de las mujeres periodistas ha experimentado violencia en línea, que frecuentemente incluye contenido sexualizado, chantaje y amenazas de violencia sexual y física (UNESCO, 2024). Esta violencia no solo pone en riesgo su seguridad física, también puede llevar a la autocensura y afectar gravemente la salud mental y emocional, afectando su capacidad para el ejercer el periodismo libremente.

 

Además, durante coberturas en zonas remotas, especialmente las periodistas se encuentran en una situación vulnerable. A menudo enfrentan acoso y violencia sexual en contextos donde el acceso a apoyo inmediato es limitado. Para mitigar estos riesgos, es crucial tomar medidas de protección como viajar acompañadas, compartir su ubicación en tiempo real con colegas o familiares, y establecer redes de apoyo entre colegas para asegurar una respuesta rápida ante cualquier emergencia (UNESCO, 2024).

 

En ese sentido, la guía recoge recomendaciones como realizar una evaluación de riesgos previa a cualquier cobertura, elaborar un plan de seguridad personal y compartirlo con colegas o familiares y utilizar herramientas para proteger la información sensible. También, sugiere mantener un contacto constante con la comunidad local y establecer redes de apoyo entre periodistas para enfrentar las amenazas de manera colaborativa. Otra recomendación es aprovechar los recursos y herramientas ofrecidos por organizaciones como La Red Global de Periodismo de Investigación (GIJN) y La Fundación Internacional de las Mujeres en los Medios (IWMF) para protección legal, apoyo psicológico y reubicación en caso de amenazas graves. 

Seguridad psicológica 

Durante una cobertura de riesgo, periodistas pueden enfrentar situaciones traumáticas como robos, secuestros o violencia física, y a menudo no prestan suficiente atención a estos impactos emocionales. La cobertura de eventos violentos puede afectar significativamente la salud mental, por lo que es importante dedicar tiempo para procesar estas experiencias.

 

Acoso en Línea

Periodistas pueden ser objetivo de campañas de desprestigio y acoso digital, tanto en redes sociales como por mensajes de voz y correo electrónico. Estos ataques buscan silenciar a periodistas, dañar su credibilidad o afectar su vida personal, lo que puede llevarlos a la autocensura. Los agresores pueden ser desde individuos hasta organizaciones criminales, empresarios y políticos. Es fundamental recopilar pruebas, reportar el acoso a las plataformas digitales y buscar apoyo de organizaciones y expertos en el tema.

 

Seguridad Legal

Periodistas enfrentan amenazas comunes como juicios por difamación iniciados por personas de interés, funcionarios o empresas, lo cual afecta su estabilidad financiera, emocional y profesional. Para prevenir estos problemas, es fundamental seguir buenas prácticas periodísticas, como documentar las alegaciones y usar métodos de verificación y herramientas digitales para obtener evidencia.

 

Importancia para la libertad

Garantizar la seguridad de periodistas es esencial para la libertad de prensa y, por ende, para a democracia. Estos profesionales deben trabajar en un entorno libre de amenazas y violencias, ya que su labor es fundamental para informar al público, denunciar injusticias, fomentar la transparencia y la rendición de cuentas. Sin una prensa libre y segura, la sociedad pierde una voz crucial que defiende los derechos humanos y la justicia.

La Guía para Coberturas Peligrosas es una herramienta vital que va más allá de mejorar la seguridad de periodistas y comunicadores ambientales que pertenecen a pueblos indígenas, reconoce su papel fundamental en la protección de sus territorios y la divulgación de información crucial para sus comunidades. Ayuda a proteger vidas y fortalecer la integridad del periodismo como pilar de la sociedad democrática. Su implementación es un paso crucial para asegurar una cobertura más efectiva y profunda de los desafíos ambientales climáticos, permitiendo una labor periodística más segura. La seguridad en el ejercicio de su labor no solo es una cuestión de derechos humanos, sino, una garantía para una sociedad bien informada y justa. 

Un grupo de personas posando para una foto

Participantes del encuentro "Avanzada Amazónica" en Pucallpa