Apoyan Fundación W. K. Kellogg y el PNUD la sostenibilidad en comunidades del Sureste

Se busca dotar a las comunidades de instrumentos para su autonomía y sostenibilidad en actividades productivas, seguridad alimentaria y de gestión de recursos hídricos, además de generar alianzas con otras organizaciones.

2 de Septiembre de 2024
un grupo de personas de pie en una acera

La Fundación W. K. Kellogg y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México anuncian una alianza con 40 comunidades rurales del sureste de México para fortalecer su autonomía, sostenibilidad y empoderamiento en la gestión de recursos para actividades productivas (café, artesanías, miel y turismo comunitario), en la producción de alimentos y en la gestión de recursos hídricos.

 

La alianza les dará oportunidad de acceder a instrumentos de ahorro y crédito, a innovaciones técnicas inclusivas basadas en el conocimiento local para conservar la agrobiodiversidad (semillas nativas, recuperación de características genéticas nativas en aves de corral de traspatio, apicultura y meliponicultura), y a actividades de ciencia ciudadana para conocer y proteger mejor sus recursos. 

 

“La alianza permitirá ampliar el impacto ya logrado por los procesos locales apoyados por proyectos de ambas instituciones en los años recientes, sobre todo a partir de la pandemia Covid-19”, dijo Verónica Fernández de Castro, oficial de programa senior de la Fundación W.K. Kellogg.

 

“La iniciativa busca que comunidades que históricamente han estado en situación de marginación generen soluciones locales, que no sólo sumen a su desarrollo humano, sino que contribuyan al logro de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como el ODS 2 ‘Hambre cero’, el ODS 6 ‘Agua limpia y saneamiento’ y el ODS 15 ‘Vida de ecosistemas terrestres’”, afirmó el representante residente del PNUD en México, Lorenzo Jiménez de Luis.

 

Desde 2020, nuevos efectos vinculados al cambio climático han impactado a las comunidades rurales de la Península de Yucatán y Los Altos de Chiapas, siendo los más evidentes la pérdida de producción debido a sequías prolongadas, inundaciones causadas por fenómenos hidrometeorológicos y cambios en la temporada de lluvias. 

 

En respuesta a estos desafíos, el PNUD en México y la Fundación W. K. Kellogg decidieron firmar un acuerdo de colaboración que busca que estas comunidades construyan esas bases.

 

Se espera que también estas acciones involucren a mujeres y personas jóvenes, además de estrechar redes de colaboración con otras organizaciones, instancias académicas, entre otros actores. 

 

El representante residente del PNUD en México explicó que, por un periodo de 18 meses, el proyecto trabajará con grupos de producción comunitarios previamente apoyados por el PNUD. “Se busca que con el conocimiento adquirido a partir de esta alianza, expandan y consoliden los logros alcanzados y cuenten con las herramientas para fortalecer su autonomía y sostenibilidad en la producción de alimentos y en la gestión de recursos hídricos”, agregó.

 

En la Península de Yucatán se espera que las mujeres, a través de instrumentos como fondos de autofinanciamiento y redes de sororidad verde, alcancen su capacidad de resiliencia y aseguren la sostenibilidad de sus sistemas de producción durante al menos cinco años. 

 

Además, en 25 comunidades mayas se trabajará para que las personas incorporen medidas para proteger la agrobiodiversidad, impulsar el ahorro solidario, y para asegurar la calidad del agua, entre otros, que contribuirán a fortalecer sus sistemas de producción de alimentos ante las crisis y desastres climáticos. 

 

En esta colaboración, se buscará que las mujeres y personas jóvenes participen en al menos dos actividades orientadas al mercado como la apicultura y producción de pollos nativos, para asegurar la transmisión del conocimiento y fortalecer el sistema tradicional de producción de alimentos. 

 

Se trabajará con 20 comunidades de la Península de Yucatán para crear comités locales de agua, que estén liderados por mujeres, e intercambiar buenas prácticas con otras redes existentes, con el objetivo de evitar la contaminación del vital líquido y prevenir efectos negativos en la salud en el corto y largo plazo.

 

En los Altos de Chiapas, esta nueva alianza ampliará su impacto al lanzar una nueva convocatoria que permita que las comunidades presenten proyectos que amplíen sus actividades productivas (café, milpas de ladera, cacao y artesanías, entre otras) con un enfoque biocultural, de inclusión social, género y derechos humanos. 

 

Se busca que estas nuevas iniciativas presentadas incorporaren a las nuevas generaciones e incluyan insumos agroecológicos y tecnología segura.

 

Por último, para consolidar y compartir el conocimiento adquirido, se creará una comunidad de aprendizaje, donde los grupos apoyados podrán intercambiar experiencias y fortalecer sus capacidades a través de alianzas y redes de colaboración, replicando así los resultados en otras regiones rurales de Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Yucatán.

 


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es el principal organismo de las Naciones Unidas dedicado a poner fin a la injusticia de la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. Trabajamos con nuestra extensa red de personas expertas y aliados en 170 países para ayudar a las naciones a construir soluciones integradas y duraderas para las personas y el planeta. Para obtener más información visita www.undp.org/es/mexico  . Síguenos en @PNUD_Mexico

 

La Fundación W.K. W.K. Kellogg (WKKF), que se creó en 1930 como una fundación privada e independiente a iniciativa del innovador y emprendedor en el sector de los cereales para el desayuno, Will Keith Kellogg, es una de las fundaciones filantrópicas más grandes de los Estados Unidos. Inspirada en la creencia de que todos los niños y niñas deberían contar con igualdad de oportunidades para prosperar, WKKF trabaja con las comunidades para crear las condiciones que permitan a los niños y niñas en situación vulnerable desarrollar su potencial en la escuela, en el trabajo y en sus vidas.

La Fundación Kellogg tiene su sede en Battle Creek, Michigan y trabaja en todo Estados Unidos y a nivel internacional, así como con tribus soberanas. Se presta atención especial a lugares prioritarios donde hay altas concentraciones de pobreza y donde los niños y las niñas enfrentan obstáculos importantes que no les permiten alcanzar el éxito. Los lugares prioritarios de la WKKF en los Estados Unidos son Michigan, Mississippi, Nuevo México y Nueva Orleans. A nivel internacional, son México y Haití. Para obtener más información, visite www.wkkf.org