El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela han consolidado una alianza estratégica que va más allá de la música, convirtiéndose en un verdadero motor de transformación social en el país. Esta colaboración, que ya suma décadas de trabajo conjunto, no solo empodera a la juventud venezolana, sino que también promueve el desarrollo integral y fomenta una cultura de paz, inclusión y sostenibilidad.

El Sistema fue fundado en 1975 por el Maestro José Antonio Abreu, bajo una visión de inclusión social y desarrollo a través de la música. Con el liderazgo del Gobierno venezolano, esta iniciativa se ha expandido para ofrecer educación musical a millones de niños y jóvenes, promoviendo valores de disciplina, cooperación y superación personal. La inversión sostenida del Estado ha permitido que el programa crezca y llegue a las comunidades más vulnerables del país, convirtiéndose en un referente mundial de cómo el arte puede cambiar vidas. Hoy en día, El Sistema cuenta con más de 443 núcleos a nivel nacional y atiende a más de 1,075,000 niños, niñas y jóvenes en toda Venezuela. Ha sido ampliamente reconocido por su impacto cultural y social, gracias a la sólida colaboración entre las autoridades nacionales y la sociedad civil.

El pasado 3 de octubre, el Centro Académico Regional (CAR) del 23 de Enero fue escenario de una cálida y emotiva bienvenida para el Representante Residente del PNUD en Venezuela, Luis Francisco Thais. Niños, niñas, adolescentes y profesores de El Sistema ofrecieron una presentación musical especial, brindando a Thais una experiencia única que reflejó el impacto profundo y positivo del programa en la vida de sus participantes.

Thais quedó profundamente conmovido al presenciar la magnitud y el alcance de El Sistema. La meticulosa organización del programa, desde los niños más pequeños hasta los niveles avanzados, le reveló un modelo de excelencia y dedicación pocas veces visto. “Me he quedado sin palabras,” expresó Thais. “Es impresionante ver cómo este proceso está organizado en cada nivel. Nunca había visto algo similar.” La capacidad de replicar este esfuerzo en los 443 núcleos de El Sistema en todo el país reafirmó en él que el futuro de Venezuela está lleno de esperanza y fundamentado en valores esenciales como la disciplina, la solidaridad, la colaboración y la ciudadanía. “Es un modelo de inspiración, algo que todos los países deberían replicar.”

Para Thais, estos principios, integrados en cada etapa del programa, representan no solo una educación musical de excelencia, sino un poderoso motor de transformación social que fortalece el sentido de identidad y comunidad en las generaciones jóvenes, brindándoles oportunidades y construyendo un futuro con propósito para el país.