La 29.ª Conferencia de las Partes (COP29) de Bakú (Azerbaiyán) es un hito fundamental en la lucha contra el cambio climático en un momento de creciente polarización. La comunidad internacional debe aunar esfuerzos para impulsar una acción rápida, sostenida y a gran escala que limite el aumento de la temperatura a 1,5 °C. 

El Acuerdo de París es nuestra hoja de ruta colectiva, respaldada por las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), que trazan el camino hacia una transición justa y ofrecen un desarrollo sostenible. La próxima ronda de NDC está prevista para 2025, lo que constituye una de nuestras mejores oportunidades para reencaminar al mundo para abordar la crisis climática.

El PNUD a través de su iniciativa Climate Promise, proporciona apoyo activo a los países y está asistiendo a los equipos de las Naciones Unidas a nivel nacional en el desarrollo de planes de trabajo unificados para la NDC 3.0, en cumplimiento del mandato del Secretario General, António Guterres, quien  en su discurso de apertura en la COP29 aseguró que “debemos impulsar la implementación de estos compromisos. Empezando aquí y ahora”.

Durante 2024, el PNUD ha acompañado a El Salvador en la implementación de la agenda climática, con base a las prioridades nacionales, a través de:

• La elaboración del Estudio del Estudio de Pérdidas y Daños una herramienta permite medir el impacto económico y no económico de los eventos climáticos para una respuesta oportuna y sostenible.

• La Estrategia de Financiamiento Climático  que apoye la movilización de recursos para implementar acciones que promuevan la resiliencia climática, la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) e iniciativas que generen oportunidades de desarrollo sostenible.

• La actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción de El Salvador (EPANB) para el período 2025-2030, acompañando la construcción de una visión compartida  para la conservación y restauración de la biodiversidad.

• Impulsamos la restauración de paisajes y la promoción de actividades productivas resilientes para comunidades en condición de vulnerabilidad climática.

La inestabilidad climática, la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra son crisis interconectadas, al igual que sus soluciones. Actuar es urgente y la suma de esfuerzos imprescindible. Ya lo decía el administrador del PNUD, Achim Steiner: “Ha llegado el momento de cambiar. La elección sobre nuestro futuro no es entre las personas o la naturaleza, son las dos o ninguna”. Desde el PNUD en El Salvador, reafirmamos el compromiso de continuar impulsando acciones que promuevan un país más inclusivo y resiliente.