Aunque la mitad de la población mundial tiene menos de 30 años, la edad media de los líderes es de 62 años. Cerca del 40% de las y los jóvenes entre 15 y 25 años, no confían en sus gobiernos. En este escenario, incorporar prácticas de prospectiva en el centro del trabajo de las instituciones democráticas no es más una opción, sino una necesidad. Instituciones fuertes y capaces de brindar respuestas a la ciudadanía deben estar preparadas para enfrentar desafíos y para promover futuros más prósperos, inclusivos y sostenibles para todas las personas.

En la reciente Cumbre del Futuro, los líderes mundiales han aprobado un Pacto para el Futuro que incluye un Pacto Digital Global y una Declaración sobre las Generaciones Futuras. Entre las prioridades que se han acordado, están la importancia de fortalecer el dialogo intergeneracional, así como la gobernanza digital con clave de inclusión y respecto a los derechos humanos. Preparar las instituciones públicas para actuar de manera efectiva en el presente, propiciando espacios de participación y toma de decisión a las generaciones futuras es esencial para sostener avances en la agenda de desarrollo humano. 

El PNUD colabora directamente para el fortalecimiento de una agenda de gobernanza anticipatoria en las instituciones públicas. La gobernanza anticipatoria corresponde a la incorporación de prácticas y mecanismos de prospectiva en las instituciones públicas, de manera a optimizar la planificación y los resultados de las políticas hacia los ciudadanos frente a los desafíos emergentes y mejor preparando los caminos hacia un futuro más justo, inclusivo y sostenible. Por medio de la nueva publicación “El uso de futuros en los parlamentos: guía para la acción transformativa”, la sistematización de un conjunto de experiencias en implementación de comisiones de futuros en los parlamentos trae hallazgos y estrategias sobre como fortalecer capacidades de gobernanza anticipatoria para legislar frente a la complejidad del presente y, al mismo tiempo, anticipar necesidades y oportunidades del futuro. 

Los espacios para la aplicación de gobernanza anticipatoria en las instituciones públicas emergen como una oportunidad valiosa para generar procesos colaborativos tendientes a la creación de una agenda común y para reconstruir la confianza dentro de la sociedad. Al fomentar espacios para la participación cívica y de diálogo intergeneracional, el Poder Legislativo puede promover un sentido de transparencia y rendición de cuentas, lo cual es esencial para la gobernanza democrática. A través de la promoción del acceso a información de calidad, los legisladores pueden tomar decisiones informadas que se alineen con las necesidades y aspiraciones de la población. 

Otro aspecto de la gobernanza anticipatoria es la creación de una agenda de futuro compartida entre generaciones. Al entablar un diálogo con diversos actores interesados, los legisladores pueden diseñar escenarios futuros compartidos en términos de marcos legales que anticipen las necesidades de las generaciones venideras. Este enfoque colaborativo asegura que las decisiones legislativas no solo sean reactivas a los desafíos actuales, sino también proactivas al abordar cuestiones emergentes. Uruguay es un caso de estudio notable en este campo. A través de su Comisión del Futuro, los legisladores uruguayos participan en diálogos con diferentes actores de la sociedad para diseñar escenarios futuros compartidos y previsión legislativa. 

Además, la gobernanza anticipatoria permite al Poder Legislativo evaluar los impactos futuros de las políticas y la asignación de presupuestos. Los legisladores pueden prever posibilidades y desafíos a mediano y largo plazo y garantizar que las leyes permanezcan relevantes y efectivas en un entorno en constante cambio al adoptar un enfoque evolutivo y flexible en la legislación. El Comité para el Futuro del Parlamento de Finlandia ha utilizado métodos de este tipo para evaluar impactos futuros de políticas de sostenibilidad y bienestar social.

La incorporación de la gobernanza anticipatoria en el Poder Legislativo también puede beneficiarse de herramientas como big data e inteligencia artificial para analizar los impactos prospectivos de la legislación. El Parlamento de Singapur utiliza datos e inteligencia artificial para anticipar y gestionar futuros desafíos. La Comisión Desafíos del Futuro del Senado de Chile ha generado propuestas de ley para regular neuroderechos y se ha destacado por su tratamiento de las cuestiones relativas a la inteligencia artificial. Al abrazar la innovación y la tecnología, los legisladores pueden fortalecer su capacidad para anticipar tendencias futuras y tomar decisiones más informadas.

En resumen, la actividad parlamentaria puede aplicar prácticas de futuros en sus tres funciones principales: control y rendición de cuentas, legislación y representación, cada una esencial para la gobernanza y los procesos democráticos. En la legislación, es posible crear leyes que no solo aborden problemas actuales, sino que también anticipen desafíos futuros. En cuanto a la representación, los parlamentarios deben considerarse como representantes de las generaciones venideras, no solo de sus electores actuales, teniendo en cuenta el impacto de sus acciones hoy en las generaciones futuras. Finalmente, las funciones de supervisión y rendición de cuentas pueden ofrecer una orientación anticipatoria que fortalezca la capacidad de incidencia proactiva del legislativo, asegurando que las políticas y presupuestos públicos estén mejor adaptados al futuro desde su diseño inicial.

El uso del Futuro en el Poder Legislativo es esencial para construir una agenda de desarrollo que responda a las necesidades de las sociedades de hoy y del mañana. Al fomentar la confianza, promover el diálogo y adoptar enfoques innovadores, las legisladoras y los legisladores pueden desempeñar un papel proactivo en la configuración de un futuro sostenible e inclusivo para todas las personas. Por medio de la colaboración y la visión de futuro, el Poder Legislativo es un actor clave para marcar el camino hacia un mañana mejor, sin dejar a nadie atrás.