Naturaleza, clima y prosperidad: Liberando el poder de la acción integrada

12 de Diciembre de 2024
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Las crisis interconectadas exigen soluciones interconectadas, y el PNUD se presenta como un conector en la intersección de clima, naturaleza y desarrollo, implementando soluciones en 140 países con una cartera enfocada a naturaleza de $3.4 mil millones y una cartera climática de $2.3 mil millones.

PNUD Suriname

A medida que el mundo enfrenta desafíos cada vez mayores, desde el cambio climático hasta la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, hay una mayor comprensión sobre la profunda interconexión de estas crisis.  

Este reconocimiento de la interconexión de estas crisis planetarias es una oportunidad para destacar soluciones interrelacionadas y a las personas que las  impulsan. Los pueblos indígenas y las comunidades locales han adoptado hace ya mucho tiempo soluciones integradas que conectan la acción climática, la conservación de la naturaleza y el crecimiento económico inclusivo; al amplificar sus voces, podemos acelerar nuestra transición hacia un futuro sostenible y resiliente. 

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está a la vanguardia de este esfuerzo, fomentando una gobernanza inclusiva, construyendo alianzas y promoviendo enfoques innovadores que protejan tanto a las personas como al planeta.

La urgencia de abordar el cambio climático es innegable, pero la acción climática por sí sola no es suficiente. La rápida degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad agravan los impactos climáticos, poniendo en peligro tanto el medio ambiente como el bienestar de las personas. 

Los bosques, humedales y otros ecosistemas son esenciales para regular el clima, sustentar medios de vida y garantizar la seguridad alimentaria y del agua para miles de millones de personas. Reconociendo que la salud humana y la salud del planeta son inseparables, el tema de la 16.ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención sobre Diversidad Biológica de este año, "Paz con la Naturaleza", enfatizó la necesidad de una relación armoniosa con la naturaleza. 

Como sociedades, somos una parte integral del mundo natural, y solo al revertir la pérdida de hábitats, proteger los ecosistemas y crear espacios donde la biodiversidad pueda prosperar, podemos sentar las bases para un futuro sostenible. 

La naturaleza está integrada en todos los aspectos de la vida, por lo que es esencial que los participantes de la COP16 —desde gobiernos hasta comunidades indígenas y el sector privado— se comprometan con un proceso inclusivo y equitativo para construir la paz con la naturaleza.

La región de América Latina y el Caribe, considerada una "superpotencia de biodiversidad", alberga una de las mayores reservas de capital natural del mundo, cubriendo el 46.5 por ciento de tierras boscosas. 

Esta región es hogar de seis de los países más megadiversos del mundo (Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela), que abarcan 11 de los 14 biomas de la Tierra, incluyendo la selva amazónica, el hábitat más biodiverso del planeta. Al conectar clima, naturaleza y desarrollo en diversos paisajes —desde la Patagonia y el Caribe hasta las Galápagos, Chocó y Magdalena, la Mata Atlántica, el Corredor Biológico Mesoamericano, los manglares, los arrecifes y el Amazonas— la región tiene el potencial de liderar un cambio global de sistemas negativos para la naturaleza a sistemas positivos para la naturaleza y resilientes al clima.

La biodiversidad y los ecosistemas han ocupado un lugar central en 2024, durante la COP16 de la Convención sobre Diversidad Biológica que se celebró en Cali, Colombia. Aquí, casi 200 países discutieron soluciones para detener la rápida destrucción de la naturaleza. 

La COP16 fue vista como la “primera COP para la implementación”, donde gobiernos, comunidades indígenas, empresas, instituciones financieras y la sociedad civil se unieron para compartir avances y fortalecer el Marco Global de Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés). Esta reunión, junto con la COP29 sobre el Clima en Azerbaiyán y la COP16 sobre la Degradación de Tierras en Arabia Saudita, presenta una oportunidad única para subrayar la interconexión de estas crisis y dar pasos audaces para reducir la presión de la humanidad sobre el planeta.

Las crisis interconectadas exigen soluciones interconectadas, y el PNUD se presenta como un conector en la intersección de clima, naturaleza y desarrollo, implementando soluciones en 140 países con una cartera enfocada a naturaleza de $3.4 mil millones y una cartera climática de $2.3 mil millones. 

El PNUD,  través de las iniciativas “Promesa Climática” y “Compromiso con la Naturaleza”, apoya a más de 125 países en aumentar la ambición de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y planes de acción sobre biodiversidad (NBSAP), asegurando que estos compromisos globales se traduzcan en avances tangibles en el terreno. Al tratar el clima, la naturaleza y el desarrollo como interdependientes, podemos crear soluciones que aborden tanto objetivos ambientales como económicos.

La convicción de que las soluciones climáticas y de naturaleza deben ser inclusivas y equitativas es fundamental en el enfoque del PNUD. El PNUD incorpora diversas voces en la agenda ambiental, reconociendo la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas, las comunidades locales, las mujeres y los jóvenes. 

Los pueblos indígenas, que han gestionado ecosistemas ricos en biodiversidad durante generaciones, juegan un papel crucial en la protección de los recursos naturales del planeta. Su cultura y profundo conocimiento —basado en siglos de vida en armonía con la naturaleza— son invaluables para moldear soluciones sostenibles y resilientes.

Un caso exitoso de gobernanza inclusiva y desarrollo integrado es la alianza entre el PNUD, Ecuador, comunidades locales y Lavazza. Esta colaboración se enfoca en producir café libre de deforestación, permitiendo a los agricultores cultivar café mientras restauran bosques y protegen ecosistemas, combinando la protección ambiental con el crecimiento económico inclusivo para las comunidades locales. La certificación "libre de deforestación" garantiza que la producción de café no contribuye a la deforestación, preservando la biodiversidad y aumentando el potencial de mercado global del café ecuatoriano. 

Más de 1,800 familias de la región amazónica de Ecuador han participado, recibiendo capacitación, mejoras en infraestructura y acceso a mercados. Alrededor del 40% de estos participantes son mujeres, subrayando el compromiso del proyecto con la inclusión y la equidad de género. El resultado es un sector cafetalero floreciente que apoya tanto la sostenibilidad ambiental como la resiliencia económica. Esta alianza proporciona un modelo de cómo las empresas pueden alinearse con objetivos ambientales para impulsar un cambio sistémico, demostrando que el desarrollo sostenible no solo protege el planeta, sino que también genera desarrollo humano resiliente y oportunidades económicas que benefician directamente a las comunidades.

El financiamiento es fundamental para abordar la crisis interconectada del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas a gran escala. Los flujos financieros deben triplicarse para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

El PNUD trabaja con países para acceder, canalizar y distribuir financiamiento para las metas relacionadas con la naturaleza y el clima. Esto incluye un apoyo a gran escala para países como Ecuador, Brasil y Costa Rica, para asegurar financiamiento para la implementación de sus estrategias de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+). Estas estrategias son fundamentales para reducir las emisiones de deforestación y apoyar medios de vida sostenibles. Además, la Iniciativa de Financiamiento para la Biodiversidad del PNUD (BIOFIN) apoya a 130 países en la elaboración e implementación de planes nacionales de financiamiento para la biodiversidad. 

En Cuba, por ejemplo, el apoyo de BIOFIN permitió un cambio de política que permite a los propietarios de tierras reclamar pagos por las emisiones de carbono compensadas por los bosques en sus tierras. Esta iniciativa protege la biodiversidad de Cuba mientras desempeña un papel vital en la reducción de la contaminación y la mitigación del cambio climático. 

En Costa Rica, la Incubadora de Turismo Indígena RAICES, con el apoyo de BIOFIN, ha movilizado más de US$1.5 millones, beneficiando a más de 2,000 indígenas y estableciendo 28 proyectos turísticos. Estas iniciativas ayudan a gestionar de manera sostenible casi 1,900 hectáreas de bosque. 

En Colombia, BIOFIN se ha asociado con FINAGRO, el banco de desarrollo agrícola más grande de la nación, para incorporar la protección de la biodiversidad en sus herramientas financieras, avanzando en el cumplimiento de los objetivos del GBF en Colombia.

Los enormes desafíos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad presentan una oportunidad para replantear cómo nos desarrollamos como una sociedad global. Reconocer la interconexión de estos problemas permite soluciones integradas que abren nuevos caminos hacia el progreso. 

A medida que el mundo se acerca a puntos de inflexión cruciales, incluida la convergencia de tres grandes COP ambientales en seis semanas, debemos adoptar soluciones que fomenten economías positivas para la naturaleza y resilientes al clima. 

El PNUD hace un llamado a los gobiernos, instituciones multilaterales y al sector privado para que prioricen el financiamiento positivo para la naturaleza y bajo en carbono, asegurando que tanto los ecosistemas como las comunidades sean resilientes. La urgencia es clara: se necesitan acciones audaces hoy, en beneficio de todas las personas y el planeta; necesitamos hacer la paz con la naturaleza.

 

Publicado originalmente en IPS News.