Puentes para construir confianza

Mediante la escucha activa y la inteligencia colectiva se busca generar soluciones al impacto que ha tenido la migración en la comarca Emberá Wounaan.

25 de Noviembre de 2024

El 9 de noviembre de 2016, la comunidad de Canaán en la Comarca Emberá – Wounaan vivió un hecho inédito: Llegaron 3 personas afrodescendientes, muy altas y delgadas, a quienes no les podían entender nada, más allá de la mímica de aleteo y la muestra de dinero. Eran tres personas de Somalia que veían a las gallinas y querían comprar algunas. Ya en la comunidad habían escuchado a lo lejos que en Bajo Chiquito y La Peñita llegaban ‘los migrantes’, pero no en Canaán.  La comunidad hizo lo mejor que pudo para atenderles y apoyarles a seguir su camino. Luego, empezaron a llegar más personas migrantes y, hasta hoy, siguen llegando. 

Esta fue una de las muchas experiencias vividas que compartieron las personas de las comunidades de Canaán y Bajo Chiquito en los espacios  generados para entender oportunidades de fortalecimiento de la cohesión social y convivencia pacífica en estas comunidades de la remota Comarca Emberá – Wounaan en la región del Darién en Panamá. Sin embargo, antes de llegar aquí, iniciamos un camino poco visible, pero clave para la cohesión social y la acción colectiva, el camino de la confianza. 

Poblado de Darién

Vista panorámica de la comunidad de Bajo Chiquito, Comarca Emberá – Wounaan.

PNUD

La riqueza de Darién está en su naturaleza y su gente 

La narrativa  sobre la región del Darién describe un escenario inhóspito y una selva peligrosa e impenetrable, pero para las personas de esta tierra “la riqueza de Darién está en su naturaleza y su gente”, como dice una imagen en La Palma, la capital de la provincia panameña, donde tiene lugar una de las crisis migratorias más grandes del mundo.

Es por esto que, frente a la crisis,  PNUD Panamá se ha propuesto desarrollar un proceso de Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI), escucha activa e inteligencia colectiva accionable para aportar, desde el conocimiento local, soluciones que contribuyan al nexo entre lo humanitario, la paz y el desarrollo. Y es así como este camino de la confianza nos llevó a la Comarca Emberá Wounaan. 

¿La razón? La Comarca Emberá – Wounaan, territorio indígena fundado en el año 1983, contiene las dos comunidades a través de las cuales han pasado los más de 717 mil 380  personas migrantes que  entre 2023 y junio de 2024 han atarvesado la selva del Darién . Sin embargo, la historia de la Comarca Emberá – Wounaan va más allá de la crisis migratoria. Es un territorio indígena compuesto de más de 12 mil personas Emberá y Wounaan que habitan estas tierras y donde la presencia del Estado ha sido escasa y donde prevalencen múltiples carencias de servicios básicos. 

Más allá de las carencias,  en el lugar  existe un profundo entendimiento y conexión con el territorio. Hay cultura, hay vida, hay ideas y acciones locales que emergen desde sus comunidades que son puntos de partida importantes para responder a la compleja realidad que enfrentan los poblados de Canaán y Bajo Chiquito; y la Comarca Emberá - Wounaan, en general.

Tiendas de campañas cubren el suelo

Carpas de personas migrantes en la comunidad de Canaán, provincia de Darién

PNUD

¿Qué es el consentimiento libre, previo e informado (CLPI)? 

Sin embargo, para construir desde las visiones del mundo, conocimientos y prácticas de comunidades indígenas como Bajo Chiquito y Canaán, el CLPI es crucial para asegurar la participación efectiva de las comunidades indígenas en decisiones que afectan sus medios de vida y recursos, contribuyendo a una sociedad más justa, pacífica e inclusiva. Esta necesidad surge del historial de discriminación, despojo de tierras y marginación que han sufrido los pueblos indígenas en el país y el mundo.

El CLPI es un principio fundamental reconocido internacionalmente que asegura el respeto y reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, promoviendo la participación efectiva y la toma de decisiones informadas por parte de comunidades indígenas en cualquier iniciativa que les concierne directamente. Este principio está consagrado en diversas legislaciones nacionales e instrumentos internacionales, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y es aplicable en múltiples contextos y jurisdicciones en el mundo, incluyendo Panamá en la Ley 37 del 2 de agosto del 2016 y el Acuerdo de Escazú. 

Más allá de lo procedimental, la aplicación del CLPI es clave para generar vínculos de confianza en todos los niveles del gobierno indígena, incluyendo – y poniendo en el centro – a las personas de las comunidades que son parte del territorio. En el caso de la Comarca Emberá - Wounaan, esta cuenta con su propio sistema de gobierno, compuesto por un Cacique Nacional, dos Caciques Regionales y un Concejo de Nokoras. 

Todo el proceso realizado requirió de una coordinación y planificación cercana con estas estructuras de gobierno comarcal, incluyendo la revisión, validación y ajuste de los objetivos, la metodología y la conformación de un equipo de trabajo junto al gobierno comarcal para trabajar en las comunidades de Bajo Chiquito y Canaán. 

Un grupo de mujeres en una reunión

- Mujeres en la elaboración de la línea de tiempo y mapeo participativo en la comunidad de Bajo Chiquito

PNUD

Más allá del procedimiento, es un vehículo para la creación de confianza 

Durante el proceso de consulta, las autoridades comarcales resaltaron cómo los “externos”, es decir, personas ajenas o la comunidad o la comarca pueden ver la aplicación del CLPI como un ‘retraso’, por lo que buscan ‘acelerar’ lo más posible en su aprobación por parte de las comunidades indígenas y sus autoridades locales. No obstante, es clave entender el proceso de CLPI como una escucha activa, reconociendo con 
respeto y humildad que nadie conoce mejor el territorio que quien lo habita y que tenemos mucho que aprender de los conocimientos y acciones locales, sobre todo en un contexto tan complejo como el de Bajo Chiquito y Canaán. 

El escuchar rinde frutos. En nuestro caso, luego de dos días de sesiones con el cacique regional y el concejo de nokoras, se creó un equipo de trabajo con mecanismos de coordinación y un flujo de comunicación para mantener informado al Congreso General de La Comarca Emberá Wounaan a través del presidente del Concejo de Nokoras, y a la comunidad a través de la Nokora y Nokó de Bajo Chiquito y Canaán. Esto facilitó la logística y enriqueció el proceso, ya que acercó también a las autoridades regionales de la Comarca a las realidades de estas dos comunidades. 

Por la Comarca Emberá – Wounaan han pasado los más de 717 mil 380 personas migrantes que han atarvesado la selva del Darién entre 2023 y junio de 2024.

Un paisaje de retos y oportunidades 

El proceso de CLPI mostró el profundo conocimiento que tienen las autoridades indígenas, sobre todo los y las nokoras de las comunidades de tránsito, en torno a la crisis migratoria. A pesar de esto, en la estructura de los gobiernos locales, son claves en la coordinación de la respuesta a este evento que excede a ambas comunidades y la región del Darién.  

Si bien la mayoría de los miembros del congreso son hombres es importante analizar el liderazgo comunitario que tienen las mujeres de ambas comunidades es fundamental, un ejemplo de esto es el caso de la nokora Esmeralda, autoridad indígena local en la comunidad de Bajo Chiquito, quién nos acercó a las realidades y acciones locales realizadas por mujeres en la comunidad.   

Aunque existe una Carta Orgánica de la Comarca Emberá Wounaan, la ‘migración’ no aparece en el reglamento interno. Como en la narración inicial sobre las 3 personas de Somalia, hay cambios en las dinámicas comunitarias que muestran la necesidad del gobierno indígena de incorporarlas en sus estructuras.  En el caso de la Comarca Emberá Wounaan, las autoridades reconocen la necesidad de incorporar este tema en la reglamentación interna del congreso comarcal, incluyendo la coordinación con las autoridades del Estado en la Comarca Emberá Wounaan y la Provincia de Darién. 

El CLPI realizado como parte de este proceso fue clave en establecer relaciones de confianza en las comunidades y evidenció la importancia de reconocer e incluir a las estructuras de gobierno indígena en los procesos de toma de decisión. En el caso de la Comarca Emberá – Wounaan, su participación e incorporación del conocimiento indígena en el diseño de soluciones en torno a la crisis migratoria en Darién es fundamental. En el próximo blog, te contamos sobre cómo a través de la memoria local identificamos retos y oportunidades de desarrollo local en la Comarca Emberá Wounaan a través de la escucha activa e inteligencia colectiva. 


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Este proceso se ha realizado en el marco de la iniciativa “Convivencia pacífica y cohesión social para el desarrollo local de las comunidades de acogida de Bajo Chiquito y Canaán en la Comarca Emberá Wounaan", que es parte del Proyecto Regional InfoSegura entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el cual se enfoca en la formulación y la puesta en marcha de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana y justicia en América Central y República Dominicana.  

Reconocemos el apoyo de las organizaciones GeoIndígena y Almanaque Azul en el proceso de consentimiento libre, previo e informado, así como la disposición de las comunidades donde trabajamos, Bajo Chiquito y Canaán, en la región Cémaco de la Comarca Emberá Wounaan de Panamá.