Panamá, 30 de octubre-. Ciencia es una palabra que a menudo se asocia a mujeres y hombres vestidos con bata blanca investigando fórmulas entre probetas y tubos de ensayo, ensimismados y ajenos al devenir social. No obstante, la ciencia y sus correlatos -la tecnología y la innovación-, son también cosas concretas y tangibles. Ciencia significa prosperidad, conocimiento, salud, seguridad alimentaria, calidad de vida de la población. Significa también infraestructuras resilientes, administración eficiente de los recursos naturales, economías verdes basadas en el conocimiento, capacidad institucional y políticas públicas mejor diseñadas y orientadas al logro de la equidad y la inclusión.
Analizar las oportunidades transformadoras de la ciencia para que Panamá avance en la ruta del desarrollo sostenible fue el tema de la mesa redonda “Ciencia, Tecnología e Innovación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, actividad que se enmarca en la Semana de la Ciencia celebrada en Panamá del 18 al 27 de octubre. El evento tuvo por objeto presentar los últimos avances y logros de científicos panameños y de Latinoamérica, así como fomentar la divulgación científica.
En la mesa redonda participaron la viceministra de Desarrollo Social, Michelle Muschett, la gerente nacional para Ambiente y Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Panamá, Jessica Young, y la analista especializada en Desarrollo Humano, Paulina Franceschi.
“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se proponen para el 2030 solamente se van a poder trabajar desde la plataforma científica y tecnológica. Por eso necesitamos apostar a ese sector”, resume Carmenza Spadafora, moderadora del evento y presidenta del Comité Organizador del XVII Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología, actividad científica insignia de la semana dedicada a la ciencia.
Según la viceministra Muschett, el pensamiento y la formación en ciencia es fundamental por su interconexión con el desarrollo sostenible. De ahí la importancia de promover desde las instituciones la investigación científica y el trabajo intersectorial con el conjunto de la academia, las instituciones públicas, el sector privado, las ONG y otros sectores.
Panamá fue uno de los primeros países en adoptar, a través de un decreto ejecutivo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción con 17 objetivos y 169 metas que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Muschett destaca que el cumplimiento de estas metas requiere de un proceso de priorización acorde a la realidad nacional que descanse sobre los ejes del Plan Estratégico Nacional 2030. “Desarrollar políticas públicas para el logro de una meta puede desencadenar el logro de otras metas”, explica.
La especialista en desarrollo ambiental del PNUD, Jessica Young, por su parte, ahonda en el papel de la ciencia y la investigación para cambiar el paradigma de desarrollo, desde un modelo con enormes costos ambientales, hacia otro que garantice el uso eficiente de los recursos y la sostenibilidad.
Según Young, la necesidad de trabajar junto con la comunidad científica nunca ha sido mayor que en estos momentos, ya que las transformaciones sociales requieren de inversiones cuantiosas y en el actual contexto global de recesión económica hay que saber invertir los recursos. “La ciencia tiene un rol económico fundamental”, afirma.
Uno de los desafíos para el desarrollo de un país es identificar las brechas y grupos de atención prioritarios, así como medir el progreso en el cumplimiento de las metas, para lo cual es fundamental desarrollar indicadores y estadísticas sólidas que orienten las políticas públicas.
Antes la medición de la pobreza se basaba únicamente en el ingreso, sustentada en la idea de que la pobreza era sinónimo de falta de recursos monetarios para que una persona satisficiese sus necesidades básicas. “Gracias a la Agenda 2030 medimos otras dimensiones del bienestar que son relevantes para el desarrollo del individuo, atendiendo a la multisectorialidad y multidimensionalidad de las políticas”, afirma Young.
En la misma línea, la especialista en Desarrollo Humano, Paulina Franceschi, afirma que es necesario cambiar los patrones de producción y consumo para garantizar un modelo de desarrollo viable y sostenible. Añade también que es importante apostar por la integralidad en las políticas públicas: “El desarrollo es integral. Yo puedo estar construyendo muchas escuelas, pero si los niños en los ámbitos rurales tienen que cruzar un rio no logro que ellos tengan acceso a la educación, o si beben agua contaminada no se puede conseguir ese objetivo. Por lo tanto, la Agenda 2030 obliga a la integralidad. La colaboración es fundamental entre todos los sectores”, afirma Franceschi.
La ‘Semana de la Ciencia' es organizada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), con el apoyo de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (Apanac), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Alcaldía de Panamá, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá.