La biodiversidad es imprescindible para la supervivencia y desarrollo de las comunidades, especialmente las comunidades rurales y los pueblos indígenas. La biodiversidad no solo brinda alimentos, recursos e ingresos, sino que forma parte integral de las creencias, valores culturales y espirituales de los pueblos.

Para que los esfuerzos de conservación sean exitosos, es importante considerar los roles diferenciados y fundamentales que desempeñan las mujeres en la gestión y conservación de la biodiversidad. La división sexual del trabajo y los roles de género prescriben para las mujeres las tareas de cuidado y domésticas, así como la obtención y la administración de los recursos naturales. Esto implica que, ante situaciones de pérdida de biodiversidad, los efectos se exacerben sobre las mujeres y las niñas.

La Convención de Diversidad Biológica, ratificada por Panamá en 1995, reconoce que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son requisitos importantes para el cuidado ambiental y el desarrollo sostenible. En octubre de 2014, en su 12ª reunión, la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, adoptó el Plan de Acción sobre Género 2015-2020 en virtud de su decisión XII/7. Este plan actualiza el Plan de Acción sobre Género adoptado en 2008 en el marco del Convenio, para alinearlo con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y sus Metas de Aichi para la Diversidad Biológica. En la misma línea, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible suscrita por Panamá hace un llamado a integrar la perspectiva de género en los planes y políticas nacionales de los países.

Fruto de esta coyuntura de acelerada pérdida de biodiversidad, conjugada con la constatación del impacto desigual en mujeres y hombres en función del género, surge el Plan de Género y Biodiversidad de la República de Panamá. Esta iniciativa ha sido desde sus comienzos liderada por mujeres provenientes de organizaciones que promueven los derechos de las mujeres indígenas y ha sido auspiciado por el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La participación ciudadana ha sido un pilar en el diseño del plan, que ha contado con el concurso de más de cincuenta representantes de instituciones públicas, ONG panameñas, sociedad civil, sector privado y organizaciones de las Naciones Unidas en Panamá.