Por: Gustavo Setrini, Tannya Mongelos, Georgina Hernandez, Claudia Montanía, Fernando Ovando, Cristhian Parra, Mónica Ríos.*
Trabajo doméstico remunerado: desafíos y aprendizajes para Paraguay
13 de Octubre de 2021
¿Qué es el trabajo doméstico remunerado?
El trabajo doméstico es esencial para sostener nuestra economía y nuestras vidas. Incluye una gran cantidad de actividades como el cuidado, la producción de alimentos, la limpieza y el lavado de ropa—en otras palabras, un gran número de las actividades necesarias para la reproducción social. Este trabajo puede ser remunerado o no remunerado.
La pandemia del Covid-19 sólo ha resaltado la importancia de esta actividad social. Tanto familias de clase media que repentinamente se encontraron sin acceso a trabajadores domésticos remunerados justo cuando casi toda actividad se vio restringida al hogar, como trabajadoras cuya fuente de ingresos se esfumó de un día para otro han atestiguado como el problema de cómo satisfacemos esta necesidad laboral se ha vuelto aún más urgente y crítico.
Se calcula que entre 11 y 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado en América Latina y el Caribe, con una participación del 93% de mujeres. Paraguay es uno de los tres países con mayor proporción de mujeres empleadas en el servicio doméstico. Es decir que el trabajo doméstico remunerado es una de las formas más comunes de inserción laboral de las mujeres en este país (CEPAL, ONU MUJERES, 2020).
En nuestro país, 94% son mujeres y más del 90% se encuentra en la informalidad**. Al 2020, el sector concentra la tasa más alta de informalidad de todas las categorías ocupacionales. Existe un bajo cumplimiento de los derechos laborales en el trabajo doméstico: 90% de las trabajadoras no accedieron a vacaciones anuales remuneradas y fueron contratadas por medio de contratos verbales. Además, se le suman condiciones como la pobreza, la condición de migrantes campo-ciudad y el ingreso al mercado laboral desde muy temprana edad.
Sin embargo, en los últimos años existen importantes avances en sus derechos, referentes al salario mínimo y a las condiciones laborales de trabajo decente. Pero el avance en la legislación, a pesar de ser fundamental, no se traduce directamente en la mejora de condiciones. Persisten barreras para el acceso al trabajo decente, sobre las cuales es necesario ahondar para identificar acciones efectivas para el acceso a los derechos.
¿Qué hacemos cómo laboratorio?
El Laboratorio Participativo para la Formalización del Empleo en Paraguay (LabMTESS) ha seleccionado este sector para desarrollar su segundo ciclo de aprendizaje teniendo en cuenta su importancia y la alta informalidad que registra.
Para ello se desarrollará un primer documento “diagnóstico” a partir de entrevistas exploratorias, revisión documental bibliográfica y análisis de datos cuantitativos desde una perspectiva de género y de derechos. El documento permitirá esbozar preguntas de aprendizaje para la siguiente fase: la exploración.
En la exploración se desarrollarán encuestas a quienes emplean a trabajadoras domésticas, talleres con trabajadoras sindicalizadas y no sindicalizadas, una sonda cultural con las mismas y entrevistas con referentes de trabajo doméstico remunerado. La exploración permitirá determinar las principales barreras para la formalización del sector, así como establecer una hipótesis causal y experimental del problema, para avanzar a la fase de experimentación.
Todo el proceso se desarrolla desde una mirada multidisciplinar que pone en el centro a las personas para construir evidencia científica que permita el diseño de políticas públicas que fortalezcan los avances del sector hacia el trabajo decente.
* Autores:
Gustavo Setrini, Jefe de Mapeo de Soluciones, AccLabPy.
Tannya Mongelos, Especialista de Género, LabMTESS.
Georgina Hernandez, Investigadora Social, LabMTESS.
Claudia Montanía, Analista de Datos, AccLabPY.
Fernando Ovando, Especialista en Políticas Públicas, LabMTESS.
Cristhian Parra, Jefe de Experimentación, AccLabPy.
Mónica Ríos, Jefe de Exploración, AccLabPy.
** Cálculos propios del LabMTESS en base a los datos del INE 2020, universo: personas que se dedican 16 o más horas a la semana al trabajo doméstico.
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