Hacia un nuevo informe nacional de desarrollo humano en el Perú: los desafíos de la gobernabilidad

Por Ivan Lanegra, coordinador general del Informe de Desarrollo Humano - Perú

3 de Junio de 2024

 

¿Qué es el desarrollo? No es una pregunta sencilla de responder. Quizá podemos pensar que el desarrollo es tener mucha riqueza. Otros, en cambio, dirán que hay desarrollo cuando todas las personas tienen un ingreso suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Desde su primera edición global, en 1990, el Informe sobre el Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) puso en alto una idea: el desarrollo debe entenderse y promoverse como un proceso de expansión de las libertades y oportunidades de las personas, para que éstas puedan vivir la vida que valoran. La influencia y aceptación de esta visión han sido tales que en 1998 se le otorgó el Premio Nobel de economía a Amartya Sen, principal teórico de esta concepción, por su contribución a la economía del bienestar.

Con cada edición de los informes de desarrollo humano se actualiza otro valioso instrumento: el Índice de Desarrollo Humano (IDH). ¿Cómo se construye este índice? Utilizando los datos sobre la esperanza de vida al nacer, los años de escolaridad esperados y efectivos, así como el ingreso económico, es posible contar con un índice (imperfecto, pero útil) de la evolución del desarrollo humano. Además, cada informe pone énfasis en alguna cuestión clave para la agenda del desarrollo. Así, este año el PNUD lanzó su informe global número 30 titulado: Salir del estancamiento: reimaginar la cooperación en un mundo polarizado.

Hay ediciones regionales y nacionales del Informe de Desarrollo Humano. El Perú ha publicado 7 informes nacionales, el primero en 1997, al cual le han seguido otros 6, con temas tan diversos como la competitividad, la descentralización, la densidad del Estado, el cambio climático y el reto de la igualdad y las dinámicas territoriales. Como parte de este proceso, el PNUD Perú también ha desarrollado un índice de densidad del Estado, que muestra la presencia de determinados servicios claves para el desarrollo humano en el territorio peruano.

Este año el PNUD Perú ha iniciado la elaboración de un nuevo informe nacional, el cual tendrá como eje la relación entre la gobernabilidad y el desarrollo humano. Ampliar las libertades que gozan las personas y reducir las brechas territoriales que caracterizan al país demandan una gobernabilidad efectiva, legitimidad política, gobernanza democrática, y acuerdos e instituciones que garanticen que, a pesar de las asimetrías del poder, nadie quede atrás. Por ello, el informe será elaborado a partir de un diagnóstico que permita no solo enriquecer el debate, sino identificar escenarios futuros posibles y sus consecuencias, a fin de formular propuestas de políticas y líneas de acción que contribuyan al desarrollo humano, en un contexto atravesado por crisis de alcance nacional e internacional.

Sin embargo, siendo la gobernabilidad una variable crítica, es solo uno los diversos factores que impactan sobre el desarrollo humano. Por ello debemos partir de una comprensión de las transformaciones vividas recientemente por nuestra sociedad y en el Estado, y estar atentos a los desafíos que aparecen, a escala nacional y global. A partir de ello priorizaremos cuatro dimensiones de análisis.

a. La efectividad del sistema político. Aquí buscaremos evaluar la densidad estatal (la presencia de los servicios públicos en el territorio), la capacidad del Estado (los recursos que dispone), la efectividad del imperio de la ley, así como el proceso de descentralización.

b. Legitimidad del sistema político. En este punto seguiremos la evolución de la satisfacción con la democracia durante las últimas décadas, así como la confianza en las instituciones, las autoridades y las organizaciones políticas.

c. Los mecanismos de participación: En tanto la participación efectiva permite articular las demandas de la sociedad y los poderes estatales, analizaremos tanto la participación electoral como la no electoral, incluyendo la percepción de la influencia de estos mecanismos sobre las decisiones de las autoridades.

d. El impacto de las asimetrías del poder: ¿Cómo las desigualdades en el poder afectan la elaboración e implementación de las normas y de las políticas públicas? También pondremos la mirada sobre las instituciones que buscan evitar la arbitrariedad y el abuso del poder. Aquí es particularmente importante visibilizar las asimetrías que enfrentan, entre otros, las mujeres y los pueblos indígenas.

¿Cómo elaboraremos este informe? Junto con la recolección de la información existente y el desarrollo de estudios específicos, un componente distintivo de esta edición del Informe será la realización de un amplio proceso participativo y descentralizado. Nos reuniremos con actores, hombres y mujeres, de distintos sectores, incluyendo el sector público, el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones sociales, la academia, etc. También, como parte de un diagnóstico participativo, tenemos previsto realizar reuniones en 16 ciudades del país, incluyendo el norte, centro y sur, así como la costa, la sierra y la Amazonía. Además, esperamos llevar a cabo sondeos y encuestas para recoger la opinión de la ciudadanía sobre la materia del informe.

Finalmente, esperamos poder hacer la devolución de los resultados alcanzados, el cual debe servir de base para un proceso de interacción constante entre los diversos actores comprometidos con la promoción del desarrollo humano.

El nuevo informe de desarrollo humano es una oportunidad para construir juntos una mirada compartida sobre los desafíos de la gobernabilidad y sobre los retos en la promoción del desarrollo humano. Pronto les iremos contando cómo seguir el proceso y poder contribuir con él.