Restaurando ecosistemas para conservar sus servicios: agua, suelos y alimentos

Por Manuel Mavila, Coordinador Nacional del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del GEF

10 de Junio de 2024

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró, para los años 2021 al 2030, la Década para la Restauración de los Ecosistemas, con el objetivo de impulsar acciones a nivel global para la restauración de 350 millones de hectáreas de ecosistemas degradados que mejoren la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la conservación de la biodiversidad, frenando de esta manera los efectos del cambio climático.

Ecosistemas que sostienen vida, en peligro

En el Perú, existen presiones climáticas y antrópicas que ocasionan la degradación de los ecosistemas. A las condiciones naturales de ser un país con “tierras secas” que abarcan el 40% de su superficie y son vulnerables a la desertificación, se suman graves impactos como la pérdida de glaciares, la deforestación, la erosión hídrica, el sobrepastoreo, el drenaje de humedales y bofedales, la contaminación, los incendios forestales, la salinización, entre otros, que ocasionan la pérdida de hábitats y especies, así como la degradación de servicios ecosistémicos primordiales para las personas. La capacidad que tienen los ecosistemas de proveer agua limpia, suelos fértiles, diversidad de genes y alimentos, belleza escénica, entre otros servicios, depende de que estén bien conservados. 

Según datos del Ministerio del Ambiente, al 2022, se tiene 19.3 millones de hectáreas de ecosistemas degradados[1]. En relación con ello, a nivel de programación multianual de inversiones del Estado, el sector ambiente identifica una brecha de 4.2 millones de hectáreas de ecosistemas degradados que brindan servicios ecosistémicos que requieren recuperación. 

Frente a esta situación, existe voluntad y muchos esfuerzos vinculados a definir el problema de la degradación y a abordarlo a través de la restauración. Desde lo global, con el apoyo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, los países adoptan el concepto de neutralidad de la degradación de la tierra (NDT) y formulan metas nacionales voluntarias para alcanzarla.

En esa línea y a nivel nacional, se puso en marcha la Estrategia Nacional de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía 2016-2030 que fijó como meta la recuperación del 7.5% de las tierras desertificadas, degradadas y afectadas por la sequía. Asimismo, Perú definió 52 medidas NDT, agrupadas en 14 submetas para evitar, reducir y revertir la degradación de la tierra.

Asimismo, el Perú se comprometió a restaurar 3.2 millones de hectáreas al 2030, como parte de la iniciativa 20x20 y el reto de Bonn; Así como 330 mil hectáreas, en el marco de la Estrategia nacional de restauración de ecosistemas y tierras forestales degradadas 2021- 2030, promovida por el SERFOR.

Como vemos, desde el nivel global, con el impulso de las Convenciones de Lucha contra la Desertificación, Cambio Climático y Biodiversidad, países como Perú van avanzando en sus estrategias y metas y así contribuyendo a un plan mayor: los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero ¿Cómo se concreta esto a nivel local? Veamos el caso en los Andes del Perú.

Resiliencia e innovación en los Andes peruanos

El Programa de Pequeñas Donaciones del GEF -PPD- en el Perú es liderado por el Ministerio del Ambiente e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, viene trabajando desde 1999 como un laboratorio vivo de innovación, en el cual las organizaciones de base comunitaria son las protagonistas de su propio desarrollo, y combinan saberes ancestrales con actuales para encontrar soluciones locales a retos ambientales globales. 

Actualmente el PPD Perú se encuentra en su séptima fase operativa y brinda asistencia técnica y financiera a 24 proyectos comunitarios en los Andes de Cusco, Puno y Tacna, con una inversión de 2.2 millones de dólares, contribuyendo al manejo sostenible de 30 mil hectáreas, a la restauración de 8 mil hectáreas y a la mejora de condiciones de vida de 3 mil personas. 

Gracias a la implementación de experiencias comunitarias del PPD en los Andes del sur, se ha logrado innovar y desarrollar modelos de trabajo que promueven la restauración de ecosistemas, como los siguientes:

  • El modelo “Infraestructura natural para conservar el agua” consiste en acciones de siembra de agua en las partes altas de las montañas o nacientes, aplicando medidas como áreas de clausura o conservación, zanjas de infiltración, cochas, ampliación de bofedales y revegetación con especies nativas. Esto permite cosechar el agua en zonas más bajas, que incluye reservorios y sistemas de canales para irrigar pastizales y campos de cultivo.
  • El modelo “Manejo sostenible de camélidos” propone como principal herramienta el “plan de uso predial alpaquero”, que define medidas de preparación en campo, como consensuar áreas de clausura, calcular la capacidad de carga animal, planear el pastoreo rotativo. Plantea medidas para asegurar el agua y los alimentos, como abonamiento de pastizales, protección de manantiales y bosques, mantenimiento de bofedales, así como siembra y cosecha de agua. Y también combina con aspectos de crianza, como el mejoramiento genético, medidas de protección climática y técnicas ancestrales de captura y esquila (ej. para vicuñas). 
  • El modelo “Regar con el sol” permite bombear agua con paneles solares a partir de lagunas, manantiales o de pozos artesanales y así ampliar el riego tecnificado de pastizales o campos agrícolas en épocas secas. Esto permite restaurar suelos y revegetar pastizales gracias a la eficiencia en el uso del agua.

A través de estas acciones lideradas por las comunidades locales, además de mejorar sus medios de vida, implementan en campo medidas NDT, Contribuciones Nacionales Determinadas para la mitigación y la adaptación al cambio climático, y contribuyen al Marco Global de Diversidad Biológica que propone restaurar el 30% de ecosistemas degradados con el fin de conservar la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas. 


 


[1] https://geoservidor.minam.gob.pe/monitoreo-y-evaluacion/restauracion-de-areas-degradadas/