La asesora principal de The Carter Center fue una de las más destacas participantes de la conferencia internacional Conflictividad Electoral en América Latina y el Caribe
Jennie Lincoln: “Las elecciones justas se logran cuando hay una fuerte cultura democrática”
6 de Noviembre de 2024
Entrevista por: Sebastian Sevilla Ferrari.
Jennie Lincoln es una de las más destacadas expertas en ciencia política y procesos electorales del continente americano. Desde 2015, es asesora principal de The Carter Center y ha participado como observadora en procesos electorales en más de 20 países de América Latina. Su prestigio y trayectoria la han llevado a trabajar en los contextos más diversos, pero el Perú le trae especiales recuerdos, pues, en 1974, Lincoln vino a nuestro país como parte de su investigación para su tesis universitaria.
Han pasado 50 años de esa primera visita, tiempo en el que ha regresado al Perú tanto para hacer observación electoral como en su calidad de expositora y especialista en elecciones. Lincoln fue una de las principales panelistas de la conferencia internacional Conflictividad Electoral en América Latina y el Caribe: causas, lecciones aprendidas y medidas de prevención, organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Unión Europea (UE).
Conversamos con ella sobre el rol de la observación electoral, el estado de la democracia en la región y su visión del Perú a poco más de un año de entrar en elecciones generales.
The Carter Center tiene una larga trayectoria haciendo observación electoral en todo el mundo ¿qué valor tiene la observación no partidaria para prevenir los conflictos electorales?
La observación electoral que brindamos desde The Carter Center busca apoyar a los países en sus procesos democráticos y ayudarlos a que sean más transparentes. No es cierto que nosotros hagamos el proceso electoral o seamos quienes demos los resultados. Esa no es nuestra función. Nuestra función es dar acompañamiento a los organismos electorales para que las elecciones sigan estándares internacionales de transparencia y participación.
Nuestros informes y recomendaciones están en función de que los procesos se acerquen a lineamientos mínimos, como pueden ser igualdad de derechos entre mujeres y hombres, o acceso libre a la información pública antes, durante y luego de los comicios.
“Las experiencias que hemos visto en las elecciones de este año en la región muestran que es clave el rol de la sociedad civil”
¿Qué efectos tienen las denuncias de fraude o la no aceptación de resultados? ¿Cómo se puede combatir o contrarrestar esta tendencia?
La mejor forma de frenar esa tendencia es garantizando que no haya reclamo posible a las elecciones, es decir, garantizando que haya una plena transparencia en todo el proceso. Cuando esto ocurre, creo que las acusaciones, si las hay, se pueden desbaratar fácilmente, pues se tienen las pruebas y los registros que dan cuenta de que se ha respetado la decisión de la ciudadanía.
Usted lleva más de tres décadas en The Carter Center. En base a esa experiencia, ¿diría que hoy hay más conflictividad electoral en América Latina?
Sin dudas, los últimos años han sido especialmente duros para la democracia en la región. La democracia en el todo el continente está bajo riesgo. La falta de confianza de la ciudadanía en la democracia, en sus instituciones y autoridades es algo que va en aumento y que se puede ver en muchos países al mismo tiempo.
Este es el contexto general, pero en el marco de los procesos electorales vemos que esta situación se amplifica y confluye en un periodo relativamente reducido, como los meses previos o posteriores a una elección.
¿Qué factores influyen para este aumento en los conflictos electorales? ¿Las redes sociales han tenido un rol importante?
La desinformación y el ataque a los organismos electorales son dos temas muy vigentes actualmente y que se han visto potenciadas por el avance de la tecnología. La tecnología es una herramienta que en sí misma no es buena o mala, va a depender de cómo se usa. Pienso en sistemas digitales que ayudan y potencian a la observación electoral o que permiten mejorar la accesibilidad de la información. Pero, claro, las redes sociales pueden ser plataformas en las que se propagan noticias falsas y la inteligencia artificial puede utilizarse para atacar instituciones.
El reto está en cómo usar estas herramientas para reforzar la confianza ciudadana en la democracia. Si descuidamos esos espacios, será más difícil llevar adelante elecciones.
“La democracia en el todo el continente está bajo riesgo”
Usted ha venido en varias oportunidades al Perú, ¿cómo ve el contexto actual, a poco más de un año de entrar en un proceso electoral en el 2026?
Como mencionaba, la democracia en la región tiene importantes desafíos para fortalecerse y el Perú no es la excepción en ese proceso. En ese sentido, creo que las experiencias que hemos visto en las elecciones de este año en la región muestran que es clave el rol de la sociedad civil, porque más allá de los organismos electorales, que tienen su función y sus competencias, la defensa del voto y de las instituciones debe nacer de la ciudadanía.
Tiene que haber un espíritu ciudadano que impulse esa defensa
Exactamente, pero para eso tenemos que generar una cultura democrática. La mejor manera de garantizar elecciones justas es cuando hay una fuerte cultura democrática. Esta cultura nace en las escuelas y en los hogares, y se ve reflejada en el debate público. Por eso de cara a las elecciones del 2026 es importante fortalecer esa cultura, que rechace la violencia y el autoritarismo. Si el Perú lo logra, estará más cerca de tener elecciones justas y pacíficas.