Responsables de monitoreo ambiental en Loreto contribuirán con el diálogo y la gestión de conflictos en la región y el país.
MINEM y PNUD impulsan profesionalización de 100 monitores ambientales ante posibles impactos de actividad petrolera en Lote 8
17 de Abril de 2024
![](/sites/g/files/zskgke326/files/2024-04/gob03106_1.jpg)
La Amazonía peruana se enfrenta a problemáticas, como la deforestación y la minería ilegal, así como a los impactos de la actividad petrolera que, durante el 2023, dejó 28 emergencias ambientales, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Vigilar los impactos de estas actividades y realizar la alerta temprana a las autoridades no es tarea sencilla, pero es una labor que monitores y monitoras ambientales de estas zonas quieren realizar por el bien de sus comunidades.
El monitoreo y vigilancia ambiental es un mecanismo de participación ciudadana con el que pueblos indígenas y otros grupos ciudadanos han podido proteger el medio ambiente y consensuar con empresas y el Estado. Por ello, desde hace más de 15 años, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) viene fortaleciendo estas iniciativas y hoy lo hace a través de un programa de profesionalización de monitores y monitoras ambientales en Perú.
El Programa Formativo de Vigilantes y Monitores Ambientales (PVMAS), impulsado por el PNUD y el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), busca profesionalizar la labor de monitores y monitoras ambientales de la región Loreto, ubicada en la zona nororiente del país. PVMAS ha diseñado un perfil profesional del monitor ambiental que contará con capacidades de diálogo y gestión de conflictos sociales, así como con habilidades técnicas de monitoreo ambiental para la gobernanza de recursos naturales y la construcción de paz. Este conjunto de conocimientos garantiza un desempeño efectivo en su rol de vigilancia ambiental en las comunidades.
![](/sites/g/files/zskgke326/files/2024-04/captura_de_pantalla_2024-04-17_a_las_11.33.13.png)
Cabe mencionar que esta iniciativa implementa una de las recomendaciones del Estudio Técnico Independiente (ETI) del Lote 8 que el Estado y las federaciones indígenas encomendaron al PNUD en 2020. Dicha recomendación sugiere la importancia de que el programa formativo sea avalado y promovido por sectores del Estado para constituir la legitimidad y reconocimiento del monitor y monitora ambiental en la gestión ambiental de territorios con actividad petrolera.
PVMAS tiene una duración de un mes, tiempo en el que 100 monitores y monitoras ambientales de las cuencas del Corrientes, Tigre, Marañón y Chambira, pertenecientes a los pueblos indígenas Achuar, Kichwa, Kukama y Urarina, fortalecerán sus capacidades en gobernanza ambiental, gestión social y técnicas de monitoreo y remediación ambiental. El Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CARC-PUCP) será el encargado de desarrollar el programa formativo junto a especialistas nacionales e internacionales. Las y los expertos llevarán a cabo estas sesiones de forma presencial en Iquitos (Loreto) y en 5 comunidades nodos en las que se fomentará el intercambio de conocimientos durante más de 130 horas académicas.
![](/sites/g/files/zskgke326/files/2024-04/gob03042.jpg)
Durante la inauguración, Carla Zacapa, representante adjunta del PNUD, destacó la importancia de esta iniciativa: “PVMAS significa para el PNUD el cumplimiento de acuerdos, pero, sobre todo, es un recordatorio de que las alianzas y el compromiso por la remediación dan resultados positivos para el ambiente y los pueblos indígenas”.
Por su parte, Iris Cárdenas, viceministra de Hidrocarburos del MINEM, precisó que “es compromiso del ministerio promover este espacio de formación de monitores”. Además, reconoció la importancia y la responsabilidad de monitores y monitoras ambientales, ya que son elegidos(as) por sus comunidades para la toma de decisiones en el diálogo con la empresa y el Estado.
ANTECEDENTES
El PNUD implementó, anteriormente, PVMAS en el norte del país, en la ciudad de Huarmey, y en el sur, en Arequipa, con más de 70 monitores y monitoras ambientales provenientes de las regiones de Áncash, Arequipa y Tacna. Los aprendizajes y resultados de estas experiencias permitieron la réplica y adaptación del programa en Loreto, que harán posible nuevas ediciones con comités de monitoreo ambiental en zonas de actividad minera y de hidrocarburos en el Perú.