Más de 30 líderes religiosos de Puno han fortalecido sus capacidades para convertirse en actores claves en la escucha y diálogo. Esta es la primera reunión descentralizada que lidera el Consejo Interreligioso con el apoyo del proyecto Rimanakuy, que implementan el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Perú.

En el espacio participó Jacinto Ticona, representante de la Defensoría del Pueblo en Puno, quien resaltó el rol de las instituciones religiosas en la promoción de la unión y la paz. Las y los participantes propusieron la creación de un Consejo Interreligioso en Puno para fortalecer su rol como mediadores de paz en la región.

Rimanakuy, a su vez, viene apoyando diversas iniciativas de diálogo y escucha a nivel descentralizado. A la fecha se han llevado a cabo más de 10 espacios multiactor en 6 regiones (Cusco, Piura, Puno, Arequipa, Loreto y Lima). En este proceso, es clave el trabajo conjunto con el Acuerdo Nacional, foro multiactor que elabora y aprueba lineamientos en políticas del Estado, donde se encuentran el gobierno, los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil.

Además de estos diálogos, la iniciativa plantea que el Gobierno Regional de Puno implemente una oficina de prevención de conflictos sociales con la asistencia técnica de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Perú. Esta instancia contará con el fortalecimiento técnico en gestión de conflictos de sus funcionarios y podrá fortalecer su rol como institución clave en materia de conflictividad social.