Resiliencia y esperanza: Wilmer Álvarez, defensor de los derechos de las personas con VIH

17 de Diciembre de 2024
a man smiling for the camera
PNUD / Gabriel González

Wilmer Álvarez ha dedicado su vida a apoyar a las personas que viven con VIH y Sida, no solo brindando una guía para acceder a medicamentos, sino también luchando contra el estigma y la discriminación que enfrentan. Su historia, marcada por la superación personal, la resiliencia y la importancia de la educación en la prevención del VIH, es un testimonio de la capacidad para sobreponerse a las adversidades.

Álvarez, quien desempeña un rol en el monitoreo del acceso a tratamientos antirretrovirales, comparte su experiencia personal con el VIH, desde su diagnóstico hasta su compromiso, destacando la importancia de informar y educar a las personas sobre cómo prevenir la transmisión del virus y cómo vivir con este una vida normal.

El trabajo de Wilmer Álvarez

La labor de Wilmer Álvarez se centra en supervisar que pacientes reciban los medicamentos necesarios para que puedan cumplir con su tratamiento antirretroviral. Además, desempeña un papel fundamental en el acompañamiento de las personas con VIH, ofreciéndoles apoyo y orientación, especialmente en un contexto en el que personas seropositivas a menudo enfrentan barreras emocionales y sociales.

Álvarez destaca la importancia de la solidaridad en la lucha contra el VIH y enfatiza que su trabajo va más allá de la distribución de medicamentos: "Mi labor es acompañar a las personas, brindarles apoyo en el proceso de tratamiento y asegurarme de que reciban el tratamiento adecuado", afirma.

El estigma y los mitos en torno al VIH

Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la comunidad VIH positiva es el estigma asociado con el virus. A menudo, las personas con VIH son vistas con desconfianza, y mitos erróneos sobre la transmisión del virus perpetúan el miedo y la discriminación. Wilmer, quien ha vivido la experiencia de ser estigmatizado, subraya la necesidad urgente de desmontar estos mitos.

Comenta que una de las ideas más erróneas es que el VIH es contagioso fácilmente, que muchas personas creen que solo con un contacto cercano pueden contraerlo, lo que genera rechazo incluso en ambientes hospitalarios. Wilmer enfatiza que todo esto es un mito que perpetúa el miedo y aumenta la exclusión de aquellas personas que ya viven con la enfermedad.

Para él, es crucial educar a la población en la realidad del VIH: el virus no se transmite a través del contacto casual, y las personas que viven con VIH pueden llevar una vida plenamente saludable si siguen su tratamiento correctamente. La educación, señala, es la clave para reducir la discriminación y mejorar el acceso a la atención.

Prevención del VIH: un mensaje para los jóvenes

El diagnóstico de VIH sigue siendo un desafío importante. Comenta que la educación sexual en Venezuela tiene un margen de mejora, especialmente entre los jóvenes, quienes podrían ser vulnerables a la transmisión del virus. Según Álvarez, muchos jóvenes desconocen los riesgos y las medidas preventivas.

"Es fundamental que desde las escuelas y universidades se enseñe sobre las prácticas preventivas, como el uso del preservativo. Además, las nuevas tecnologías, como los teléfonos móviles, pueden ser herramientas poderosas para difundir información", señala.

El miedo a la prueba del VIH

Una de las barreras más grandes para la prevención es el miedo que sienten muchas personas al realizarse la prueba del VIH. Asegura que, si bien el diagnóstico puede ser una noticia difícil, conocer el estado de salud de manera temprana permite tomar medidas e iniciar el tratamiento a tiempo, lo que mejora la calidad de vida. El mensaje de Álvarez para quienes aún no se han hecho la prueba es claro y directo: "No tengas miedo".

"Aquellos que temen hacerse la prueba deben entender que es una decisión clave para tomar control sobre su salud. Cuanto antes se detecte el VIH, más eficaz es el tratamiento", explica.

a man standing next to a building
PNUD / Gabriel González

La historia personal de Wilmer Álvarez

Álvarez fue diagnosticado con VIH en el año 2001 y enfrentó no solo los desafíos de la enfermedad, sino también el rechazo de su propia familia, que lo expulsó de su hogar al enterarse de su diagnóstico. A pesar de la adversidad, Wilmer encontró apoyo en una persona desconocida, quien le brindó un techo y le ofreció ayuda desinteresada. Esa ayuda, considera, fue un punto de inflexión en su vida, permitiéndole enfocarse en su tratamiento y empezar a reconstruir su vida. “Nunca olvidaré lo que esa persona hizo por mí. Me ayudó en un momento de desesperación, y me dio la oportunidad de cambiar mi rumbo”, dice Álvarez.

A partir de ese momento, Wilmer se comprometió a ser un defensor de los derechos de las personas con VIH. Hoy en día, centra su trabajo en educar a la sociedad, eliminar mitos y dar visibilidad a las historias de quienes viven con el virus.

La importancia de la educación y la solidaridad

Wilmer enfatiza que la lucha contra el VIH no solo es un asunto de salud, sino también de educación y solidaridad, y hace un llamado a todos los sectores de la sociedad para que colaboren en la difusión de información veraz sobre el VIH y en la eliminación de los estigmas que todavía persisten.

“La sociedad discrimina y envuelve, señala y enjuicia”, comenta, “las personas con VIH necesitan apoyo, no rechazo. Y eso solo se puede lograr a través de la educación continua, en las escuelas, en los hospitales y en la sociedad en general. El VIH no es un problema aislado".

Wilmer Álvarez cuenta su historia de vida como un ejemplo de cómo, a pesar de los obstáculos, la resiliencia y el apoyo social pueden cambiar la vida de las personas que viven con VIH. Su historia, así como su trabajo, subraya la necesidad de una mayor educación, solidaridad y compromiso para combatir el VIH y sus efectos en la sociedad.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo trabaja en conjunto con el Ministerio del Poder Popular para la Salud en el abordaje del VIH y la tuberculosis en todo el territorio nacional, con el apoyo del Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. Puede obtener más información sobre los últimos resultados obtenidos en este abordaje en nuestro último boletín informativo.