Cada 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, reconociendo su contribución al desarrollo sostenible y la protección del ambiente. En Uruguay, las mujeres rurales han demostrado ser protagonistas en la lucha contra el cambio climático, y un claro ejemplo de ello es el trabajo que llevan adelante las integrantes de la Red de Mujeres Rurales Vigías del Agro para el Cambio Climático.

Este año, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) organizó un encuentro con la Red Vigías, brindando un espacio de fortalecimiento y reflexión sobre los desafíos que enfrentan las mujeres rurales ante el cambio climático y cómo pueden liderar soluciones desde sus territorios.  

Esta iniciativa fue apoyada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) mediante un taller sobre comunicación y liderazgo, diseñado bajo el concepto de "ciudadanía ambiental vivida", que buscó empoderar a las participantes con herramientas prácticas para mejorar su comunicación y liderazgo, dos aspectos fundamentales para influir en sus comunidades y en las políticas locales y nacionales.

Durante el taller, las participantes trabajaron en la construcción de una narrativa propia que reflejara su rol como "vigías" del clima. Se les proporcionaron herramientas para mejorar la comunicación, con un enfoque en la escucha activa y asertividad, elementos particularmente relevantes en los contextos rurales donde muchas veces las voces de las mujeres no son suficientemente escuchadas. Además, a través de actividades prácticas y reflexiones colectivas, las participantes exploraron los diferentes estilos de liderazgo, valorando aquellos que se alinean mejor con los principios de una ciudadanía ambiental comprometida y activa.

Uno de los momentos más inspiradores del encuentro fue la creación de deseos de futuro para la red. Las mujeres plantearon su aspiración a que la red Vigías continue, crezca, y fortalezca su impacto. Entre los deseos más recurrentes se encuentran la sostenibilidad de la red, el fortalecimiento y el empoderamiento colectivo a la vez que se consolide su visibilidad e incidencia a varios niveles.

Las mujeres rurales no solo son observadoras de los efectos del cambio climático en sus territorios, sino también líderes en la búsqueda de soluciones. A través de la red, las mujeres se capacitan, comparten experiencias y registran datos climáticos que luego utilizan para mejorar las prácticas productivas y promover políticas más resilientes. El PNUD acompaña y celebra este proceso de fortalecimiento, brindando apoyo técnico y promoviendo iniciativas que refuercen el liderazgo de las mujeres rurales, promoviendo que sus conocimientos y experiencias sean reconocidos e integrados.