Discurso con motivo de la inauguración de encuentro internacional en Santiago de Chile.
Acelerando las NDC: intercambio de avances en el transporte de bajas emisiones
November 16, 2023
Muy buenos días a todos y todas,
Quisiera partir saludando a las autoridades presentes: al Ministro de Energía, Sr. Diego Pardow, al Embajador de Japón Sr. Kazuhisa Shibuya, a los Viceministros y Viceministras de los países que nos acompañan, representantes del ámbito público y sector privado, y a cada una y cada uno de los presentes en esta jornada.
Esta semana el IPCC ha aprobado un nuevo informe científico que nos vuelve a recordar la devastadora realidad y los riesgos que plantea la crisis climática y como debemos responder a ella para enfrentarla. En esta última publicación, el IPCC nos vuelve a subrayar la urgente necesidad de rápidas reducciones de emisiones para alcanzar los objetivos climáticos intermedios: reducir las emisiones de GEI en un 43% para 2030 y en un 60% para el 2035, con el fin de llegar a cero emisiones netas a mediados de siglo y evitar que la temperatura mundial supere el peligroso punto de inflexión de 1,5° Celcius.
En América Latina y el Caribe, alcanzar estas reducciones implica necesariamente trabajar en dos ámbitos relevantes: descarbonizar la matriz energética, y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los sistemas de transporte.
En este contexto y sin duda, se han dado pasos importantes en estas materias. Costa Rica y Uruguay, por ejemplo, poseen matrices energéticas en base fuentes renovables de casi el 100%. Por otra parte, en la actualidad nuestra región cuenta con cerca de 4.000 buses eléctricos en operación, escenario que a su vez posiciona a Chile y Colombia como los países con la mayor cantidad de flotas de la región, mientras que otras naciones del continente, como Brasil, Perú y Uruguay, avanzan en la creación de alianzas público-privadas que les permitirán seguir potenciando el desarrollo de un transporte 100% eléctrico en sus ciudades.
Pero no se trata solamente de reducción de emisiones, sino también de contribuciones concretas al desarrollo sostenible de los países. Para ello, los sistemas de transporte deben ser social, económica, y ambientalmente sostenibles.
Lo anterior implica, por una parte, que estos sistemas deben contribuir a reducir la contaminación ambiental y las emisiones de gases de efecto invernadero, pero además, minimizar el uso de recursos naturales, preservar la integridad de los ecosistemas; y aumentar la resiliencia climática de territorios y comunidades a las que sirve.
Adicionalmente, para ser económicamente sostenible deben ser capaces de reducir sus costos de operación a niveles que garanticen la continuidad y calidad del servicio en el tiempo; y por último, para ser socialmente sostenibles deben brindar suficientes opciones de inclusión y cohesión social, garantizando el acceso y movilidad de los grupos más vulnerables.
A pesar de que el costo de las energías sustentables ha disminuido en un 80% en la última década, y que América Latina y el Caribe cuenta con un potencial enorme en esta materia, aún existen desafíos importantes para lograr sistemas de generación eléctrica y transporte bajos en emisiones de carbono.
En este sentido, para lograr las metas de reducción de emisiones, es fundamental transformar los sistemas de transporte de la región. De acuerdo a los análisis más recientes América Latina y el Caribe requiere de una gran cantidad de inversión en infraestructuras de transporte terrestre, no solo para cerrar las brechas de movilidad en la región y mejorar la conectividad y competitividad, sino también para cumplir sus objetivos en materia de sostenibilidad, en línea con el Acuerdo de París y los ODS de la Agenda de Desarrollo Sostenible.
Con el fin de lograr estos objetivos de forma transversal, los gobiernos, entidades públicas y privadas, como también la sociedad civil de América Latina, se encuentran en la búsqueda constante de alianzas que les permitan seguir impulsando ciudades más sostenibles y eficientes. En ello la electrificación de los medios de transporte constituye una oportunidad sin precedentes para reducir las emisiones nocivas de gases contaminantes y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
Para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile, es una enorme satisfacción contar con su presencia en este día, y haber tenido la oportunidad, a través de la iniciativa Climate Promise, de crear este espacio de diálogo y aprendizaje regional. Espacio que además es posible gracias a la generosa contribución del gobierno de Japón, representado en esta ocasión por el Sr. Embajador.
Esperando que todos y todas tengan una fructífera jornada, les damos la más cordial bienvenida.
Muchas Gracias.
"Para lograr las metas de reducción de emisiones, es fundamental transformar los sistemas de transporte de la región. De acuerdo a los análisis más recientes América Latina y el Caribe requiere de una gran cantidad de inversión en infraestructuras de transporte terrestre, no solo para cerrar las brechas de movilidad en la región y mejorar la conectividad y competitividad, sino también para cumplir sus objetivos en materia de sostenibilidad, en línea con el Acuerdo de París y los ODS de la Agenda de Desarrollo Sostenible".Georgiana Braga-Orillard, Representante Residente PNUD Chile.