Cómo la asociatividad entre MIPYMES puede traducirse a un mayor rendimiento para todo un clúster. Conocé los aprendizajes #EnTerritorio, parte 3
De la competencia a un futuro más colaborativo
September 30, 2024
“Siempre hubo una intención de trabajar de forma asociativa… hay interés y voluntad, pero creer en un proyecto y poner tu propio tiempo cuesta, pienso que se necesita un liderazgo fuerte y muy activo. A mi me encantaría que funcione”Tallerista del Programa
Esta es la tercera entrega de la serie de artículos que relatan las lecciones aprendidas de la implementación del Programa Local como un prototipo de programa para el desarrollo de proveedores en el sector de la industria de la confección. Se trabajó con 13 talleres de confección que fueron seleccionados en tres territorios: Mariano Roque Alonso, Yaguarón y Pilar. Se ejecutó entre agosto de 2023 y junio de 2024. Contó con el acompañamiento técnico de un equipo especializado del Laboratorio de Aceleración (AccLabPY) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Paraguay en coordinación con instituciones del gobierno nacional y municipal y el apoyo financiero del Poverty and Inequality Funding Window
Al diseñar el programa nos preguntamos ¿cómo se pueden desarrollar mecanismos de coordinación y cooperación para la mejora de la industria de confección en Paraguay? Estas son algunas respuestas que encontramos.
El planteamiento inicial de Local sostenía que la respuesta estaba en potenciar la relación entre empresas ancla y MIPYMES. En el blog sobre aprendizajes de la productividad, remarcamos la necesidad de ampliar el enfoque del programa para incluir intervenciones centradas en el fortalecimiento de las capacidades gerenciales y de planificación de las empresas ancla, y la incorporación de políticas públicas que promuevan la relación y acompañen el primer periodo de desarrollo productivo de las MIPYMES.
Una segunda respuesta consiste en promover un ambiente laboral y físico adecuado a las necesidades profesionales, personales y familiares de tanto para los y las dueños talleres como los operarios y operarias.
La tercera posibilidad, explorada por Local, fue potenciar el asociativismo. Una idea clave de la literatura sobre mejoramiento dentro de las cadenas de valor es que el desarrollo de las capacidades de las empresas no está impulsado sólo por la competencia, sino también por la cooperación entre las empresas para lograr la eficiencia y competitividad colectiva. La aglomeración en clústeres permite a las MIPYMES lograr economías externas de forma pasiva, a través de reducciones en los costos de transacción y financieros de la producción al ubicarse en áreas donde hay una acumulación de activos como mano de obra calificada e insumos especializados, así como activamente, a través de la acción conjunta, el asociativismo y la provisión de servicios comunes, infraestructura o cabildeo político.
¿Cómo hizo Local para fortalecer el asociativismo en los clústeres?
Con el fin de predisponer al trabajo asociativo y la búsqueda y definición de objetivos comunes, Local desarrolló capacitaciones sobre asociatividad en sus tres clústeres, incluyendo una reflexión sobre los potenciales beneficios y el aumento de la competitividad de las MIPYMES a través de la colaboración interempresarial.
En Pilar, donde la Cooperativa de Confeccionistas de Pilar se encuentra en proceso de formación, Local vinculó a los representantes de la precooperativa con el Instituto Nacional de Cooperativismo (INCOOP) e impulsó una capacitación específica sobre el sistema cooperativo, el funcionamiento, los compromisos formales, las obligaciones legales de las cooperativas y los roles dentro de ellas.
Además, el equipo de Local entregó a los dirigentes de la precooperativa en Pilar y a las y los propietarios de talleres de Yaguarón un material con orientaciones y guías para el funcionamiento organizativo de las Cooperativas de Confección. Este incluye un manual de procedimientos que facilita el desempeño de dirigentes, la elaboración de documentos, la convocatoria y desarrollo de Asambleas, y la presentación de documentos al INCOOP para formalizar la cooperativa.
En Mariano Roque Alonso, donde las condiciones de asociatividad son aún muy incipientes, el programa llevó a cabo talleres de capacitación generales en torno a las experiencias y los beneficios de la asociatividad, y promovió la organización y funcionamiento del primer grupo de WhatsApp entre talleres como un primer espacio de intercambio de información y experiencia colectiva.
Primero, la implementación de Local confirmó que el grado de asociatividad es muy incipiente y tiene distintos orígenes en los tres clústeres.
En Mariano Roque Alonso, donde los talleres son por lo general más pequeños, nuevos y dispersos en el territorio, los talleristas tienen poca experiencia asociativa. En situaciones específicas, por ejemplo, cuando un taller recibe un pedido que excede sus capacidades productivas, movilizan vínculos de amistad y parentesco entre los propietarios para colaborar en la producción.
En Yaguarón, la Asociación de Confeccionistas de Yaguarón (ACY) tiene más de 10 años de existencia y ha llegado a cierto nivel de formalidad, por ejemplo la tenencia de personería jurídica, un Registro Único de Contribuyente, y otras documentaciones. Sin embargo, conflictos acerca de la distribución de beneficios generados por la asociación han generado un legado de desconfianza que persiste hasta hoy y debe ser reorientado.
En Pilar, la historia de asociatividad está muy vinculada a la empresa Manufactura de Pilar y sus procesos de promoción de pequeños y medianos talleres que, en su inicio, fue una medida para reducir y flexibilizar los costos fijos de producción, tercerizando operaciones que anteriormente realizaban funcionarios asalariados de la fábrica. Esta es la experiencia más avanzada, con lecciones en torno al rol de la empresa ancla -u otro actor que puede ser también el Municipio o el Gobierno Departamental o Central- en la promoción de instancias colectivas como las cooperativas.
Segundo, observamos que las motivaciones para formar organizaciones varían en los tres clústeres y reflejan sus distintos orígenes.
En Mariano Roque Alonso las talleristas expresaron mucho entusiasmo por conocerse, intercambiar conocimiento productivo y comercial y entablar relaciones de colaboración para tomar pedidos de mayor volumen.
“Cuando consultamos a las talleristas qué cosas podrían hacer de manera colaborativa, dijeron: Complementar servicios entre talleres, realizar compras comunes de materiales, hacer intercambios de insumos y préstamos de maquinarias entre sí” - Equipo Técnico Local
En Yaguarón, la preocupación principal de los directivos de la asociación consiste en conseguir grandes pedidos de nuevos clientes que puedan sostener un flujo constante en el clúster.
“La asociación está pasando por una situación complicada por la falta de trabajo, que hace que cada miembro esté buscando por su lado para poder subsistir . . . estamos trabajando en forma individual, porque no estamos logrando conseguir una empresa, una maquiladora, que venga a dar trabajo constante” - miembro de la Asociación de Confeccionistas de Yaguarón
En la asociación hay poca conciencia o reconocimiento de la necesidad de emprender actividades o hacer inversiones asociativas para mejorar la productividad colectiva del clúster.
En Pilar, los talleristas perciben su proceso de creación de la cooperativa como un mecanismo para acceder a un seguro médico y potencial jubilación.
“Ya estamos dando aporte a la Cooperativa, para que ellos (los operarios) también puedan tener su aguinaldo, porque no tienen IPS, no tienen seguro, no tienen nada, no podemos pagar IPS, porque tiene que ser un trabajo fijo y este no es un trabajo seguro. Yo no me independizo mucho de Manufactura, no tengo otro rubro.” - Tallerista del Programa
El impacto de Local sobre el asociativismo
El abordaje y los resultados de la implementación de Local fueron diferentes en los tres casos.
En Mariano Roque Alonso, la propuesta del equipo fue crear una herramienta de articulación flexible que permita el trabajo asociativo sin perder la autonomía, desarrollar prácticas sociales donde las talleristas cooperan uniendo sus esfuerzos y recursos por intereses comunes, dar respuestas colectivas a determinadas necesidades, potenciar sus capacidades individuales, obtener recursos y emprender acciones conjuntas con el fin de reducir costos.
En este contexto, el resultado más notable de Local fue impulsar la creación de una identidad colectiva para la industria de confección local. El censo de talleres de confección, las actividades públicas realizadas en las oficinas de la Municipalidad, y la interacción entre los talleres seleccionados generaron conciencia sobre el valor de la industria, el número de personas involucradas, las posibilidades y beneficios del asociativismo.
“Creemos que es importante ir a esos espacios y compartir como talleristas. Se habló de eso (en las capacitaciones) y a partir de ahí creamos un grupo de whatsapp con más o menos 7 talleres… había una señora que propuso hacer una sociedad con otras costureras, iba a dar espacio en su casa para que lleven sus máquinas, trabajen ahí y se distribuyan un porcentaje por las máquinas y la ganancia que generan.” - Tallerista
En Yaguarón, la prioridad es superar las divisiones y encontrar nuevas formas para organizar a los talleres colectivamente. Un resultado importante fue la creación de espacios grupales de discusión abiertos a talleres que no eran miembros de la asociación e introducción de nuevos temas en esa discusión. Este es un paso clave para ampliar la participación y democratizar las organizaciones existentes.
En las capacitaciones sobre asociativismo, los talleristas plantearon la posibilidad de constituir una Cooperativa de Confeccionistas de Yaguarón como una alternativa más eficaz para el trabajo asociativo.
En Pilar, luego del impulso externo dado inicialmente por la Manufactura Pilar al proceso organizativo, los talleristas se han apropiado del proceso y expresan mucho entusiasmo por las posibilidades a futuro. Por un lado, los talleristas transmiten como una preocupación propia y genuina el deseo de ofrecer las prestaciones laborales a sus equipos y manifiestan satisfacción por haber definido mecanismos colectivos para pagar el aguinaldo a fin de año y haber avanzado hacia mecanismos para cubrir los costos de un seguro médico.
“Estamos haciendo un ejercicio desde febrero, estamos pagando a la cooperativa por los socios, y yo como socia también, un 10% de lo que cobramos por nuestro trabajo, todas las semanas, para el aguinaldo… Va a ser un cambio muy grande. Creo que estamos yendo bastante bien, todos están aportando y haciendo este ejercicio... Más adelante queremos tener un convenio con un sanatorio de la ciudad para que nuestra gente pueda usar sus servicios, ya que tienen médicos de varias especialidades” -Tallerista
Esta clase de expresiones demuestran cómo la poca distancia social entre las y los dueñas y dueños de talleres y sus equipos–mencionado en el blog anterior como una barrera para la organización y disciplina laboral–tiene potencial como facilitador para la construcción de relaciones asociativas y una posible mejora final de la organización y productividad.
Por otro lado, las y los talleristas demuestran altos niveles de conciencia sobre la necesidad de tomar acciones y de hacer inversiones en conjunto para mejorar la productividad colectiva de los talleres del clúster, por ejemplo, financiando la compra de maquinaria nueva, consiguiendo nuevos clientes, o apoyando el desarrollo de marcas propias para sus prendas de vestir.
“Estuvimos haciendo trabajar esos aportes semanales, porque plata parada no te sirve, entonces compramos máquinas al contado a un precio bastante más accesible y les dimos a los socios para que puedan mejorar su producción. Vamos buscando mayor producción en menos tiempo con la misma calidad, invertir en maquinaria genera cambios cuyo impacto se ven a muy corto plazo.” - Representante de la Pre Cooperativa de Confeccionistas de Pilar
En este contexto, la capacitación y asistencia proporcionada por Local sirvió de forma muy concreta para acelerar la formalización y fundación de la cooperativa:
“Los facilitadores del INCOOP nos estuvieron brindando charlas, primero fueron virtuales y luego una presencial, en esa charla por primera vez vino una licenciada y fue excelente todo lo que nos enseñó, la parte administrativa, legal de cómo llevar la cooperativa” - Participante del grupo focal
En general, las asociaciones deben transitar largos caminos de desarrollo para jugar un papel como motores de mejora colectiva. Para ello, deben representar a sus miembros y transmitir sus necesidades y demandas a otros actores, como empresas líderes y gobiernos locales y nacionales, a la par que deben transmitir las necesidades de estos actores externos a sus miembros y crear cumplimiento de las demandas de calidad y los requisitos formales de esos actores.
Estas demandas actualmente sobrepasan la capacidad de las organizaciones de MIPYMES existentes en la industria de la confección de Paraguay. Sin embargo, el caso de Pilar muestra que, combinado con la empatía que existe entre el equipo de trabajo y los/as propietarios/as de talleres, las demandas de los clientes pueden proporcionar fuertes incentivos para crear y fortalecer organizaciones con estas capacidades.
En nuestro próximo artículo cerraremos esta serie sobre las lecciones aprendidas durante la implementación de Local con una discusión y posibles alternativas, sobre el marco de políticas públicas para la promoción y formalización de MIPYMES en Paraguay.