Por Rodrigo Herrera Pinto, Jefe del Área de Reducción de Pobreza y Desarrollo Inclusivo PNUD Chile.
Desigualdades territoriales y el desarrollo humano de los Niños, Niñas y Adolescentes en Chile
October 24, 2024
¿Es justo que el lugar de nacimiento determine las oportunidades de vida de una persona? Esta es una pregunta fundamental cuando se habla de desarrollo humano y desigualdad territorial. En Chile, las disparidades entre comunas afectan gravemente a los niños, niñas y adolescentes (NNA), limitando su capacidad para desarrollar plenamente su potencial.
El desarrollo humano se entiende como el proceso de expansión de las libertades y capacidades de las personas para vivir vidas plenas. Sin embargo, la pobreza y la desigualdad son dos barreras que impiden que muchos NNA alcancen este objetivo. Las diferencias en el acceso a recursos como la educación, la salud y la vivienda crean una realidad en la que no todos los niños pueden aspirar a las mismas oportunidades. La inequidad territorial se refleja en estos servicios, donde la calidad varía drásticamente entre comunas de bajo y alto Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Un informe reciente en Chile muestra que, aunque el país ha alcanzado un nivel de desarrollo humano "muy alto" a nivel nacional, las desigualdades internas continúan siendo marcadas. Uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes vive en comunas con bajo desarrollo humano, lo que los expone a desventajas significativas. Un ejemplo alarmante es la tasa de pobreza por ingresos, que es mucho más alta en comunas con bajo IDH (12.5%) en comparación con aquellas con IDH muy alto (1.2%). Estas disparidades no solo afectan la calidad de vida actual de los NNA, sino que también tienen un impacto a largo plazo en sus oportunidades futuras.
La educación es una de las áreas más afectadas por estas desigualdades. En comunas con bajo IDH, los NNA tienen menos acceso a una educación de calidad. Esto se traduce en una mayor deserción y una brecha en los años de escolaridad: mientras que en comunas de IDH alto las personas completan un promedio de 15 años de escolaridad, en comunas con bajo IDH apenas alcanzan los 9.5 años. Además, las diferencias en el desempeño académico reflejan una enorme desigualdad en las habilidades fundamentales que estos niños y adolescentes necesitarán para tener éxito en el futuro.
Otro aspecto preocupante es la salud. La inseguridad alimentaria y la obesidad infantil son problemas que afectan de manera desproporcionada a los NNA en comunas de bajo desarrollo humano. Mientras que en las comunas de IDH bajo el porcentaje de hogares que experimenta inseguridad alimentaria alcanza el 20%, en comunas de desarrollo alto esta cifra es de un 6.5%. La falta de acceso a una alimentación adecuada y de calidad genera problemas de salud graves, como la malnutrición y la obesidad, afectando negativamente su desarrollo físico y mental.
Frente a esta realidad, es esencial abordar el desarrollo humano desde una perspectiva territorial. El entorno en el que crecen los NNA influye en gran medida en su bienestar y oportunidades. Para crear un Chile más equitativo, es necesario promover políticas que reduzcan las desigualdades territoriales y garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes tengan acceso a los recursos y servicios que necesitan para desarrollarse plenamente.
Un aspecto crucial para enfrentar este desafío es garantizar que los NNA participen activamente en los procesos de toma de decisiones. Su participación no solo es un derecho fundamental, sino también una herramienta indispensable para mejorar la calidad y la efectividad de las políticas públicas. Es preocupante que las percepciones de los adultos diverjan de las de los NNA en temas tan críticos como el bullying, la violencia, la salud mental y el maltrato, donde los NNA muestran una mayor sensibilidad y conciencia sobre la gravedad de estos problemas. A pesar de ello, son los adultos quienes definen las políticas, lo que hace aún más urgente integrar la voz de los NNA de manera más activa y sistemática. Ellos poseen una visión única y directa de los problemas que enfrentan, y es imperativo escucharlos para asegurar que las políticas respondan de manera efectiva a sus necesidades y preocupaciones.
Reducir las desigualdades territoriales es un desafío urgente para Chile. Solo a través de un enfoque integral que incluya a todos los actores y que ponga a los NNA en el centro de las decisiones, será posible construir un futuro más justo y equitativo.
"Es esencial abordar el desarrollo humano desde una perspectiva territorial. El entorno en el que crecen los NNA influye en gran medida en su bienestar y oportunidades. Para crear un Chile más equitativo, es necesario promover políticas que reduzcan las desigualdades territoriales y garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes tengan acceso a los recursos y servicios que necesitan para desarrollarse plenamente".Rodrigo Herrera Pinto.